miércoles, 14 de noviembre de 2012

SUPERCOMPUTACIÓN Y EL GUGGENHEIM DE BILBAO


A partir de 1991 se fue materializando la idea de que la fundación Solomón R. GUGGENHEIM pudiera intervenir en un nuevo museo cuyo contenedor sería un edificio singular encargado al reconocido arquitecto Frank Gehry.

La idea básica era revitalizar la zona de la ría de Bilbao situada al lado del Ensanche bilbaíno. Afortunadamente la obra ha influido

poderosamente en el interés turístico internacional por la ciudad. Años después de su inauguración, el resultado ha sido un éxito.

Con este proyecto surgió una idea muy novedosa en el mundo: la atracción principal de un museo puede no ser el material que se expone sino el propio edificio que lo contiene.

Lo ha explicado muy bien Josep Mª Montaner:



Desde finales del siglo XVIII hasta el XlX, el museo se fue consolidando como la nueva institución pública más representativa de cada país y ciudad. A principios del siglo XXI ha culminado una nueva transformación radical del museo: se ha convertido en un lugar para la afluencia masiva de un público activo y se ha integrado en el consumo de su sentido más amplio. La relación del museo con la ciudad y la sociedad, al ser generador de grandes espacios urbanos y polo de atracción turística, ha contribuido a la total mutación tipo lógica de esta institución

Y nadie mejor que el propio Montaner para describir magistralmente el Guggenheim:

El Guggenheim de Bilbao (1991-1997), de Frank Gehry, tiene un valor especial por ser una amalgama del arte del siglo XX. Puede ser considerado resultado de tres posiciones artísticas: el organicismo, el surrealismo y el pop art.






Foto Museo Guggenheim en Bilbao


De hecho, existe una línea de influencia que va del objeto encontrado de Marcel Duchamp a las iconologías de objetos de consumo del pop art norte americano y llega hasta las obras de Frank Gehry. En su corazón, el museo tiene un gran espacio vertical que interpreta el precedente del Guggenheim de Frank Lloyd Wright en Nueva York. Tras su aparente caos de formas se puede descubrir que los espacios del museo de Bilbao son una síntesis explícita de los diversos tipos de concepción museo gráfica que han confluido a finales del siglo XX: el mantenimiento de las salas tradicionales en enfilada para exponer los formatos tradicionales de los cuadros del arte moderno; la recreación del ámbito del taller del artista en la sala gigante en planta baja que se inauguró con un diálogo con la obra de Richard Serra y que puede albergar obras de gran formato del pop y del minimal; la definición de espacios de doble altura y forma singular para instalaciones, colecciones concretas o muestras individuales; el uso de rincones o lugares de paso para instalaciones artísticas singulares, colecciones de fotografía o video instalaciones; y la configuración de grandes salas neutras en planta baja para exposiciones temporales de visita masiva.



¿Que es lo que atrae tanto de este edificio de Gehry? Sin duda su compleja geometría. Por una parte se combinan tres elementos singulares como son la piedra, el cristal y unas sorprendentes superficies de titanio. El soleado atrio central y las 20 salas expositivas también constituyen un espacio mágico para su finalidad artística. Pero seguramente son las sinuosas superficies de titanio con su rugosidad, sus inclinaciones y sus reflejos, el aparatado más emblemático del proyecto.

Dibujar o maquetar aproximadamente un proyecto así es simple. Basta imaginación, papeles y maderas para crear un "boceto tridimensional". Y así lo hizo Gehry. Lo extraordinariamente complejo es materializar a gran escala unas formas tan complicadas y posibilitar su construcción efectiva. La idea del titanio fue una clave para un material, resistente pero ligero, hacer posibles estas formas. Pero en el corazón del tema estuvo aplicar el avanzadísimo programa informático Catia de IBM, hasta entonces solo usado en el diseño aeronáutico de aviones, para hacer factible el control numérico preciso de diseñar estas superficies de la fachada, pasando de los modelos naif del arquitecto (punto a punto) a un modelo (a escala) de gran precisión.

Si va a Bilbao disfrute de la ciudad y de este museo, pero tenga presente que el secreto de su geometría es la computación avanzada.



http://www.guggenheim-bilbao.




















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