lunes, 14 de febrero de 2011


Madeleine
∙ 04 ∙
Permitidme hablar un minuto de mi amado…
El Cristo que Jesús vino a mostrar, es el cristo fundamental en todos nosotros.
Él tan solo quiso recordar el Cristal que crece, que se desarrolla y transforma, que
cristaliza y toma forma en cada uno de nosotros.
Mi amado nos mostró la cantera, nos mostró la ganga, nos mostró la piedra tosca, el
pequeño canto… y nos dijo que, dentro de esa piedra común, hay un diamante.
Ese es el cristal o el cristo que venimos a pulir a través de las edades.
Y la humanidad es la drusa a la que pertenecemos.
La bella forma geométrica, la transparencia y la luz que refleja nuestro cristal, siempre
está dentro de cada uno de nosotros. Somos eso, luz y geometría.
Para que vibre ese diamante, único y peculiar, tan solo tenemos que ir puliendo los
velos y las densidades que lo cubren.


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