lunes, 9 de enero de 2012

¿PERO QUIEN PUÑETAS CONTROLA EL SOL? Pensemos que el centro de una negra mancha solar ocurre una “pequeña” implosión, la cual es tan energética que literalmente se “traga” toda la materia circundante, ¿acaso se trataría de un micro agujero negro que posee una gravedad tal que ni la luz puede escapar de él, y precisamente por eso es “negro” o sea hay una ausencia de luz?. Esta explosión despliega una potencia energética que sería suficiente para nutrir todas las necesidades de Europa durante treinta años. Llega a tal punto esa energética implosión en el conjunto del Sol que domina nuestro sistema que provoca una alteración en todos los aparatos electrónicos controlados por vía satélite. Se trataría de una alteración debida a las ondas—partículas emitidas desde el centro de la implosión. Las corrientes marinas varían, los la lava volcánica también, se alteran cosechas a nivel mundial, se producen cambios climáticos: donde hubo una pertinaz sequía, llueve y a donde ha llovido mucho, de pronto sobreviene una sequía; tiene una influencia determinante en movimientos sísmicos, tsunamis y alteraciones del magma sobre la que se asienta la superficie terrestre. En la antigüedad, hierofantes de civilizaciones refinadas como la egipcia (aparte de otras) se dirigían el disco solar para implorar sus gracias y favores, actualmente consideramos a la estrella llamada “Solus” (“El único”) por los latinos como una gran esfera de fuego termonuclear, una bola de gas incandescente en cuyo centro la temperatura llega a una temperatura colosal: 5000º centígrados (15 millones de grados Kelvin, y esa temperatura calorífica es producida por unas constantes reacciones nucleares manteniendo a nuestra estrella en una actividad que se prolongará unos 5000 millones de años más (ya ha consumido 5000 millones de vida), por lo que está en su cenit de actividad. Un astro, ¿ordenado por quien? Y, ¿qué provoca esta sucesión de fenómenos en la Tierra influenciado por la actividad solar? Es absurdo pensar que es simplemente una reacción a la acción de las fusiones de núcleos de atamos de hidrógeno (algo así como si tiráramos millones de bombas de hidrógeno sin parar) permutados en atamos de helio. Si decimos que se emiten órdenes desde el Sol, indica que son obedecidas fielmente por nuestra biosfera, es decir verdad. Sin ningún género de dudas, existe un código determinado tras estas órdenes, algo así como si el ordenante “jugase a los dados” y saliese los números apostados, que aunque fuese fruto del “azar”, las probalidades de ganar son aplastantes y calculadas al milímetro. Pero, ¿qué es realmente es Sol? Algunos dirían que es un controlador muy eficiente pero estúpido o de tipo irracional; ¿acaso el Espíritu reflejado del Sol Central es estúpido? La Vida depende del Sol, y ese descubrimiento –llevó a la creación de religiones culturales solares—pero nadie le da la menor importancia, actualmente en el momento clave del origen de la Vida, como si el papel de nuestra estrella hubiera sido meramente “empollar” el huevo sin ser gallina ponedora, como si se tratase como una simple estufa con termostato de invernadero que, por casualidad ha producido vida en la biosfera terrestre. Cuando la ciencia habla del Sol solamente es para evidenciarnos de los peligros de los rayos gamma, y la atmósfera intercepta como un filtro de radiaciones ultravioletas de los tipos X E Y, como si la vida naciese en contra del Sol, protegida por la benefactora atmósfera terrestre que actúa como un parasol de seda, y no debido al Sol como es evidente. La dificultad de la ciencia materialista es que la vida no es estudiada como un Todo, como varios capas entretejidas y enganchadas a la masa pesante del planeta, sino como partes diferenciadas y jerarquizadas en cuya cúspide del triángulo evolutivo está el ser humano; no han pensado que por encima del humano existen otras entidades?. El Sol es, para la Ciencia una estrella de clase enana situada en uno de los brazos espirales, a un costado de la Vía Láctea y con una edad de 5000 millones de años que gira cada mes sobre su propio eje central.


CONCEPTO O CONCECCIÓN DESPRECIATIVA DEL PAPEL REPRESENTTIVO DEL SOL:

A este concepto o concepción despreciativa del papel representativa del Sol se une una manía religiosa, impulsada por el judeo—cristianismo, contra el Sol, como si nuestra estrella, debido a la victoria sobre los considerados paganos y “supersticiosas” cultos solares (heliolátricos) de la antigüedad. No hace falta decir que la Iglesia tardó bastante en aceptar las teorías copernicanas, Copérnico fue el defensor del heliocentrismo frente aquella teoría que consideraba, según la Biblia, que la Tierra era el centro del universo, pero los científicos aún no aceptan sus consecuencias más evidentes excepto a nivel puramente físico, eso de que damos vueltas (movimiento de traslación) a un astro que combustiona eternamente, es una simpleza y una gilipollez mayúscula. Científicos míos, que no hay nada más? Se difunden las teorías más peregrinas sobre la vida en otros planetas sin tener en cuenta de que, sin sol, la vida en la Tierra no existiría. Comenzando por los elementos más “simples” de la cadena de la vida, los nutrientes más básicos, las bacterias y los biovegetales que, en cuanto se oculta el Sol, se encierran en sí mismo o mueren. Los seres vivos del Reino Vegetal reciben las órdenes directamente del astro rey, aunque estas disposiciones quizás pueden parecer simples para nutrirse, transformar ese nutriente gracias a la energía lumínica y calorífica que proporciona los rayos solares, desarrollarse de forma muy parecida a antenas parabólicas orientadas hacia el espacio. Para recibir mensajes y captar esa energía. Todo elemento vegetal crece el primer lugar con la menor distancia matemática: la línea recta, hacia donde en ese momento se encuentra el Sol. Un ejemplo muy claro son los girasoles (su mismo nombre define su condición) en cuanto a este hipercontrol (por emplear una palabra rimbombante). La flora son auténticas sensores de energía solar y su existencia está controlada por esta relación. Las estaciones, la defoliación o caída de la hoja, la floración, el fruto. La polinización y reproducción, en suma, están totalmente determinadas por esta particular conexión. El Sol controla, en cualidad de su ciclo giratorio, una variabilidad dependiente precisamente de su propia rotación, durante 27 días, los vientos de la Tierra, permitiendo la renovación del aire y el contacto entre las propias plantas siendo la atmósfera terrestre una masa controlada por el Sol, ¿Para qué sirve ese control?. La columna helicoidal del ácido desoxirribonucleico (ADN) que poseen todos los seres vivos “desarrollados”, de ahí que se diga que los virus son un proyecto de vida y no de seres vivientes en sentido estricto,, nos dice después del desciframiento del código genético, que cada ser vivo lleva implícitos y determinados las fases para convertirse en un ser superior que, de ahí vengan la sorpresa, no seríamos los seres humanos. Es desciframiento de esa especie de Escritura biológica nos suministra una información colosal sobre nuestro pasado, nuestro presente, pero por encima de todo sobre nuestro futuro como especie. Debido a que todos somos seres vivos que se desarrollan en función de las informaciones emanadas de esta estructura, que se encuentra en todas y cada una de las células, no es un compendio de órdenes entregado al azar o ubicado en un organismo concreto sino que hasta la menor unidad vital ya lo tiene dentro de la estructura tremendamente compleja del humano simbólico, ¿acaso de un plan común generalizado? Siendo esto así, sería una planificación de la acción que nos identificaría con el humilde liquen, o la especie zoológica más extraña como puedan ser los peces abisales de las más profundas fosas abisales. El objetivo parece ser el mismo, pero ¿Cuál? ¿Qué plan?, y ¿de dónde proviene el mensaje grabado en la cadena del ADN? La respuesta viene dada al afirmar que el Universo se configura de forma helicoidal, de igual forma de hélice caracoleada de la cadena del ADN, y no como un espacio abierto y curvado. Argumentemos esto: las ondas de la luz (compuesta por ondas o por partículas, según sea el observador) siguen dos formas diferentes de expansión, bien en línea recta, bien helicoidalmente, indican de también que se trata de participación en una estructura general y no de mensajes morfo génicos y no esféricos individualizados. El filósofo Iván de Murphis dice que, “cuando sepamos leer nuestro mensaje interior , comprenderemos que la solidaridad entre todos los seres vivos que vivimos como una añoranza del paraíso perdido, no es más que una comprensión de que formamos parte de un enorme software general del universo”. ¿Y qué forma tendrían los microchips solares? Se puede afirmar, pese a quien pese, y caiga quien caiga, que es Sol es un macro productor de software, encontrándonos que los elementos minúsculos vitales serían chips autónomos lanzados a la supervivencia y la reproducción (Ley de necesidad y de evolución). Así pues se trataría de máquinas autocontroladas y con una escalofriante posibilidad de solucionar pequeños fallos mecánicos, lo cual sería la ilusión de cualquier programador informático. Una pregunta con cuajo sería: ¿los virus son una forma de vida o un proyecto? Si nos fijamos en una pantalla monitorizada acoplada a un microscopio de tecnología punta veremos que su aspecto nos recuerda a microchips informáticos y de facto, son un proyecto de vida con una fuerte pasión o impulso (instinto primario) por reproducirse, sobrevivir , expandirse , “comer” todo el terreno posible a costa de otros seres… son la mínima expresión de lo esencial de un ser vivo. Su energía la capta del Sol. Como decía un tal Marín, la vida es un enorme parásito enganchado a la roca terrestre .Este pensamiento ha sido confirmado por la Ciencia: la vida es algo externo que sobrevive gracias a los elementos mineralógicos que transforma procedentes de planeta en que se ha asentado. La vida, como tal, no es otra cosa que una estructura de aprovechamiento y transformación que necesita una “sopa” primigenia a caldo de cultivo (agua y minerales). Esa falacia de teoría que dice que la vida es transportada de un lado al otro de una galaxia (o universo local) por los cometas para después ser depositada arbitrariamente en cualquier planeta es opuesta a los elementos vivos dependientes del Sol (de nuestra estrella llamado Sol, o de otros innumerables soles a lo largo y ancho del Universo general). Algunos postulan que la vida va asentándose en aquellos espacios adecuados, aprovechando la pantalla solar, como fuente de energía y foco térmico necesario para el desarrollo evolutivo de la vida. Y, aunque esto pueda sonar a herejía científica: LA VIDA PROCEDE DEL PROPIO SOL, se debe animara los científicos a que comulguen con esta Verdad, puesto la Verdad es sólo una. Nuestro Sol expelió o expidió erupciones de materia internas que llegaron a los planetas de su sistema desarrollando la vida actual. Y la mayoría, con razón, preguntarán el porqué de la vida solamente en la Tierra y no en los demás planetas. La respuesta sería, ¿han intentado buscar esa vida que no tiene que ser como la nuestra sino muy diferente, en el interior de los demás planetas, y no sólo obcecarse con la superficie?

Se conoce la atmósfera solar (cromosfera) pero nada se sabe de su superficie excepto hipótesis, que son sólo eso, hipótesis. Los astrofísicos han hecho cábalas sobre la capacidad de supervivencia de ese enorme “horno” termostato nuclear que es la estrella central de nuestro sistema. Algunos dirán que se trata de una central nuclear al borde del colapso, pero en realidad es un enorme cerebro que desarrolla todo el poderío de la mayor memoria RAM del universo, una de las enormes llamaradas que fluyen de algunos de esos micro agujeros negros conocidos como manchas solares alcanzan una altura mayor que todo el diámetro de todo nuestro planeta.( realmente las llamaradas no surgen de las mismas manchas solares sino de su alrededor como una respuesta de acción a las incesantes implosiones). Otra pregunta sería:el núcleo del Sol está frío? La superficie (el suelo para entendernos) del Sol se encuentra a menor temperatura que su atmósfera incandescente, y esto está corroborado por los científicos de la Agencia Espacial Americana NASA. La masa del centro de nuestra estrella es cien veces mayor y pesada (teóricamente) pudiendo ser una gran sorpresa descubrir que el centro del Sol ¡está helado!, si es que alguna vez alguna de nuestras naves puede viajar hacia él. Bien pudiera tratarse de que el núcleo del sol esté helado como en el caso de los cometas, y precisamente hace poco se han encontrado evidencias de ello. Lo que queda claro es que el sol es un colosal cerebro que se sitúa en conexión con otros centros estelares situados en el universo , una especie de internet galáctico , o una composición de ordenadores en red con un objetivo que no está claro para nuestras mentes occidentales . y cuyo fin es emitir radiaciones y alumbrar planetas con vida inteligente. Una pregunta coherente, pero que se remite a instancias superiores, sería: ¿a quién o a que le interesa este sistema de hornos termo nucleares dispersos o invernaderos estelares? Lógicamente, para que haya un cerebro solar tiene que haber otro lunar. La atracción de la materia y la atracción de la energía. Si no existiese la luna estaríamos más atrapados por la materia terrestre. El movimiento no uniforme o efecto gravitacional aumentaría considerablemente. La luna en sí misma es un elemento compensatorio del efecto producido por el sol. Mientras que la estrella central del sistema es origen de la vida, la luna con la atracción gravitacional de su masa, permite que caminemos erguidos, erectos y no arrastrándonos como las serpientes por el suelo del planeta. Imagínate a los dinosaurios, algunos de ellos de cientos de toneladas de peso, con una sola luna; una solitaria luna como lo es ahora, no hubiera sido suficiente para que los dinosaurios y el gigantesco reino vegetal hubiesen soportado su propio peso. Me explico: la demostración a cerca de la desaparición súbita de los dinosaurios radica en la existencia de dos lunas que gravitarían alrededor de la tierra con una mayor incidencia en el peso y la gravedad, es decir, su atracción permitió a los grandes saurios, plantas, y “humanos” de la Tercera Raza Raíz , de colosal volumen y masa pesante, habitar sin problemas en aquella tierra antigua, hasta que una de las dos lunas se precipitó a nuestro planeta por la atracción de la propia tierra (estando a una distancia mínima crítica) provocando, como si de un meteorito se tratare, la inmediata destrucción no sólo de los grandes saurios sino de la mayor parte de la biosfera terrestre, sobreviniendo un “efecto invernadero” a causa del polvo y el humo de miles de incendios que tapó literalmente el sol, que perduró miles de años del que nació la Cuarta Raza Raíz muviana (atlante) y en definitiva la humanidad actual.

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