Los guerreros de la luz ya no ven separación, pues en ellos anida una única intención en su pureza de mente y corazón: irradiar amor espiritual intenso.
En cumplir los objetivos están todos unidos, todos se respetan, todos se aman fraternalmente.
Existen diferentes lineamientos que sigue cada cual (formas y estructuras) en las diferentes doctrinas, pero en la esencia unión total.
El que utilicen diferentes herramientas no importa, pues lo importante en definitiva es la intención y que cada cual siga sus pasos, sin interferir en el de los demás, sin tratar de imponerse unos a otros. Respetándose todos por igual y respetar su accionar, sin intentar cambiar a nadie, más allá de que no se comparta sus formas.
Mantenerse fiel a los lineamientos que sientan en el corazón y que hayan vivenciado cada cual.
Sabiendo que las intenciones son buenas en todos y en eso van todos unidos.
No hay separación entre los guerreros de la luz.
Y eso trae una profunda Paz interior.
En realidad lo que vemos está en nuestra mente nada más, podemos ver unión o podemos ver separación.
Nuestra toma de conciencia crea el camino que transitamos, crea el Universo en que vivimos. Pisemos despacio, estemos atentos para no resbalar y sigamos adelante unidos por el corazón, con la mejor de las intenciones en nombre de la madre Tierra de la humanidad y de todo el Universo local.
Vamos creando la realidad según con los cristales que veamos las cosas
En el amor profundo somos uno no hay separación rompiéndose así las barreras del espacio y el tiempo, quedando totalmente integrados en un único gran corazón.
Lo que genera una profunda paz y alegría interior.
Y así los guerreros de la luz deben irradiar ese amor y paz que anida en su interior a todos los confines de la Tierra para ayudar a que vayan despertando aquellos que aún están dormidos, sin paz, por no haber logrado aún la unidad en el profundo amor incondicional el cual ve solo la perfección en todos y en toda la creación.
Irradiar para que la humanidad de este planeta quede integrada en un único gran corazón, en la paz total.
Los guerreros de la luz no tienen que buscar unirse, porque en su esencia en su toma de conciencia ya está implícita la unidad. Nunca están separados.
Cada cual está en el lugar que le corresponde y en su justa medida para evolucionar.
En cumplir los objetivos están todos unidos, todos se respetan, todos se aman fraternalmente.
Existen diferentes lineamientos que sigue cada cual (formas y estructuras) en las diferentes doctrinas, pero en la esencia unión total.
El que utilicen diferentes herramientas no importa, pues lo importante en definitiva es la intención y que cada cual siga sus pasos, sin interferir en el de los demás, sin tratar de imponerse unos a otros. Respetándose todos por igual y respetar su accionar, sin intentar cambiar a nadie, más allá de que no se comparta sus formas.
Mantenerse fiel a los lineamientos que sientan en el corazón y que hayan vivenciado cada cual.
Sabiendo que las intenciones son buenas en todos y en eso van todos unidos.
No hay separación entre los guerreros de la luz.
Y eso trae una profunda Paz interior.
En realidad lo que vemos está en nuestra mente nada más, podemos ver unión o podemos ver separación.
Nuestra toma de conciencia crea el camino que transitamos, crea el Universo en que vivimos. Pisemos despacio, estemos atentos para no resbalar y sigamos adelante unidos por el corazón, con la mejor de las intenciones en nombre de la madre Tierra de la humanidad y de todo el Universo local.
Vamos creando la realidad según con los cristales que veamos las cosas
En el amor profundo somos uno no hay separación rompiéndose así las barreras del espacio y el tiempo, quedando totalmente integrados en un único gran corazón.
Lo que genera una profunda paz y alegría interior.
Y así los guerreros de la luz deben irradiar ese amor y paz que anida en su interior a todos los confines de la Tierra para ayudar a que vayan despertando aquellos que aún están dormidos, sin paz, por no haber logrado aún la unidad en el profundo amor incondicional el cual ve solo la perfección en todos y en toda la creación.
Irradiar para que la humanidad de este planeta quede integrada en un único gran corazón, en la paz total.
Los guerreros de la luz no tienen que buscar unirse, porque en su esencia en su toma de conciencia ya está implícita la unidad. Nunca están separados.
Cada cual está en el lugar que le corresponde y en su justa medida para evolucionar.
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