domingo, 12 de febrero de 2012


RETORNO DE LOS DIOSES

Consejo de Visiones


Como cada mañana, después de la carrera, me siento plácidamente a meditar. Es un tiempo de recogimiento en el que me aíslo del mundo. Cierro mis ojos y penetro en el otro espacio-tiempo, donde hay otras reglas, otras normas, otras condiciones de vida.
No puedo entender como el ser humano no medita más. Es como un remanso de paz, en el estresante maremagnum del día a día.
Frente a mi se sitúa una gran llanura plagada de encinas, donde pacen los toros, jerarquizando con sus mugidos, por dominar unos a otros. Pero esta tarde no están solos. Un ser alto se pasea entre las reses bravas. Es alto, con una túnica blanca. Su cuerpo perfectamente antropomorfo, concluía en un cabeza de carnero.
Enseguida vino a mi mente la imagen de un dios egipcio.
Estaba en estas reflexiones, cuando se acercó a mí y me dijo.
-         Te preguntarás del por que estamos retornando a la Tierra: Nuestro origen no esta en este Planeta. Tanto yo, como otros de los que divinizasteis, decidimos encarnar en la Tierra para ayudar al Ser Humano. Elegimos vírgenes y mujeres con condiciones especiales, a las que adaptamos genéticamente, para sembrar la semilla, de lo que sería nuestro cuerpo.
-         Esta inseminación fue de distinta intensidad, en diversas latitudes y con distintas razas.
En este diálogo telepático instantáneo, donde la comunión es perfecta, y en el que antes de formular un pensamiento, el otro, ya te esta contestando, se recogen no solo las palabras sino los sentimientos y las sensaciones de los personajes, de la historia, de la fauna y del lugar donde se expresa la historia que te están contando.
-         ¿Pero, siempre habéis intervenido con inseminaciones genéticas?
-         No. En los primeros tiempos, los hombres y los que vosotros llamáis dioses vivieron juntos en una comunión perfecta. Os enseñamos a tejer,  los pasos fundamentales de la agricultura, la medicina, y la Astronomía. Vuestras leyendas recogen esta comunión entre dioses y hombres y también la lucha entre los dioses. Realmente nosotros no somos dioses, sino seres que han pasado antes por el mismo sendero de error, por el que camináis aún vosotros. Pero en el Cosmos es un deber ayudar, no solo por que el ejemplo cunde entre las Jerarquías, sino por que es un camino más rápido para evolucionar hacia el Profundo.
-         ¿Qué es el Profundo?
-         Vosotros le llamáis de muchas maneras: El innominado, El Dios Creador; el Espíritu omnicreante. Lo cierto es que nadie conoce el origen, pero todos caminamos hacia su Centro.
-         En los primeros tiempos, convivimos y realizamos los primeros mestizajes, pero las condiciones de la Tierra, y de vuestro sistema binario, propició el abandono de los dioses. No solo por que la vida resultaba imposible, sino por que la Confederación de Mundos nos imponía cuarentenas, a fin de dejaros auto realizar lo que se os había enseñado.
-         Yo viví en Egipto, en el Imperio Antiguo. Nací de una madre terrestre y de la semilla del espacio, traída de Orión. Viví con vosotros hasta tres generaciones, por eso me crearon la leyenda de inmortalidad.
-         Yo os enseñé a cuajar la leche y a fabricar queso. Y sobre todo os enseñé el amor a los animales, preferentemente a las vacas y a los carneros. Pues de ellos conseguimos el alimento de todo un pueblo. Es por este amor a los animales y a su cuidado, por lo que me representasteis con cabeza de carnero. Y es por esto que ahora retorno, con la misma tarea. ¡Mira a los toros que están delante de ti y observa como se sienten conmigo!
Y curiosamente comprobé como los toros de la pradera se arremolinaban en torno a él, jugando entre ellos y corriendo de aquí para allá. No era para menos, pues su Dios, su Mentor, su Señor, estaba de nuevo entre ellos.
       - Retornamos para recoger nuestros huesos, puesto que la información de la vida que reside en ellos, debe ser incorporado a nuestro espíritu. Es norma entre las civilizaciones del espacio, depositar en el “museo colectivo” por buscar un concepto próximo al vuestro, los restos de nuestros cuerpos en otros planetas. Pues esa información pertenece al alma colectiva de nuestra Humanidad. Todo objeto contiene en él, la historia compleja desde el momento que fue creado o elaborado.
Es por esto que nuestros nacimientos entre vosotros elevó la vibración  terrestre y generó conocimiento y en la misma medida, la vivencia nuestra, enriquece y rellena los anales de la historia de nuestra raza.

Dejé a Amon, retozar entre los toros para dar paso de nuevo a mi silencio contemplativo. No duró mucho, puesto como si de un programa preestablecido se tratara, acudió ante mi un ser con traje ajustado de vuelo. Alto, delgado, bello, luminoso, andrógino, emanando un inmenso poder.
Yo le conocía, pues se me ha presentado en muchas ocasiones como Laiiiiin. Genio Solar, residente en nuestro Astro. Creador de nuestro sistema de vida.
-         Tu me conoces como Laiiin, pero antiguamente me llamasteis Ra. Yo al igual que Amon, ayudé a los primeros faraones. Pero no tomé cuerpo, entre vosotros. Programé a varios iniciados y los compenetré para daros el conocimiento. Tal es el caso de mi hijo en el corazón Thot o como lo llamasteis Hermes Trimegistro.
-         Los antiguos iniciados, dotados con el don de la clarividencia me veía, y me divinizaron.
Enseguida comprendí, que el famoso “ojo de Ra” no era sino la representación del tercero ojo de Ra o de Laiiin, pues este ser tiene además de sus dos ojos, una pequeña branquia en la frente, a la altura del tercer ojo, correspondiente al don de los Genios Solares, que ven en forma clarividente y omnisciente por el mismo.
-         Tengo que decirte algo, que es importante, y que deseo que viertas a los hermanos predispuestos. A partir del 2011, fecha aludida por el calendario Maya, como la “Era de las flores”,  es algo que expresa textualmente lo que esta programado realizar por  nosotros: Traeremos a la Tierra, flores y frutos nuevos, de rápido crecimiento, que den más oxígeno a vuestro planeta. Se trata de un nuevo programa para el Reino Vegetal y para su Alma Colectiva Inteligente.

Volvió a tomar la palabra Amon, que se superpuso a Ra, diciéndome:
- Os estáis preocupando por las condiciones ambientales de la superficie del planeta. El daño ecológico, es tremendo. Vuestros antepasados se mataban entre ellos. Vosotros los habéis superado con creces, pues además de mataros entre vosotros, también matáis la Tierra y lo que os sustenta. Esto no se entiende en nuestras civilizaciones. Tenéis energía atómica para destruir la Tierra y convertirla en polvo. Pero el problema inmediato no esta, tanto en la superficie, sino en el interior. El núcleo terrestre se esta calentando mucho y generará problemas como el sunamis y erupciones terribles, además de fuertes corrimientos de tierra, como los que estáis padeciendo. La causa esta en el aniquilamiento de las bolas de gas y de petróleo, a las que se suman ahora cada día más las del agua subterránea.  Estáis quitando la sangre al “cuerpo terrestre” y su reacción febril será tremenda…….

Luego, el silencio y la tremenda añoranza de sus presencias. Y es que en estos estados, no existe tiempo cronológico. Viví por un momento en Egipto a la vez que en nuestro planeta. En aquel tiempo y en este, estando a la vez en una misma unidad. Tal es el milagro de la meditación consciente.

Giovanni Colombo


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