LA OMS Y EL SIDA:
En lo que a la OMS respecta hay que señalar que se le ha delegado un importante papel en la prevención y control del SIDA, especialmente en los países del Tercer Mundo. En este marco, la Oficina Regional de OMS en África es la que lleva desde hace décadas la iniciativa sanitaria en este continente. Y cito al respecto del referido informe de inteligencia:
Sin embargo, pese a las campañas sanitarias realizadas en África durante años, no parece que la OMS haya sido capaz de detectar, o al menos de informar, de la existencia en África Central de una extraña epidemia el SIDA, que desde hace unos 15 años está extendiéndose por toda África Subsahariana. No fue hasta l983, dos años después de detectar el primer caso en EEUU, que se diagnosticaron los primeros casos en África, Estos casos tampoco fueron descubiertos por los servicios de l OMS, sino por un equipo de epidemiólogos belgas y franceses que viajaron a Centro África para averiguar si en esta zona tropical estaba presente el SIDA en un sola semana descubrieron 35 casos en un sólo hospital del Zaire
El no haber sabido detectar el nacimiento y expansión, durante 15 años de una epidemia tan grave como la del SIDA es sorprendente.
En octubre de 1985 el Dr. Sergel K Litvinov, epidemiólogo ruso especialista en enfermedades de transmisibles africanas que ostentaba el cargo de secretario adjunto al director general de la OMS en Ginebra y cuya dirección estaban las principales divisiones y subdivisiones de la OMS para la vigilancia, control y su puesta prevención de todas las enfermedades transmisibles—incluido el SIDA—declaró a un semanario que “todo ha sido pánico y una exageración proveniente del país originario del SIDA, es decir EEUU”
El Dr F Assad, que dirige la sección específica de lucha contra el SIDA en la sede central de la OMS en Ginebra, declaró a la prensa en esa misma época: “Mi reacción respecto al miedo al SIDA es que esta es una enfermedad y quien no utilice ciertas prácticas no lo va a contraer. Lo más importante es un buen sistema de información, es decir abstenerse de ciertas prácticas sexuales y de drogas ¡eso es todo! Es de ese tipo de enfermedades que uno va a su encuentro. Es difícil adquirirla. Se tiene que trabajar duro, para lograrlo. Todo el mundo es libre de especular, pero la gente responsable debería controlarse a si misma. No deberíamos tener pánico.
Estas declaraciones realizadas por un responsable de una institución como la OMS, cuya principal función es la información directriz, la educación y prevención estratégica sanitaria, pueden considerarse como irresponsables si se tiene en cuenta que para esta fecha, octubre del 85, ya se tenían datos como los siguientes:
--- El 20% de casos de SIDA en África afecta a niños.
--- Cada día nace en Nueva York un niño con SIDA.
--- Existía en el mundo occidental al menos un 6% de casos de SIDA de los que no se conocía la posible causa de su contagio.
Sirvan estas pinceladas para que el lector comprenda que las opiniones de los organismos de prestigio mundial como lo son por ejemplo las citadas (OMS Y CDC), no responden siempre, necesariamente, a un espíritu de progreso científico transparente.
BERTRANS RUSSELL:
Para no perder de vista en ningún momento la posibilidad expuesta sobre el origen y la finalidad de pandemia SIDA, Así como sobre lo que se estuvo ensayando en España en 1981—con el triste resultado del Síndrome Tóxico--- con vistas a una aplicación masiva en el futuro en esta u otra área del globo, cabe tener bien presente los que Bertrans Russell dejó escrito en la obra Impacto de la Ciencia en la sociedad.
Actualmente la población del mundo se está incrementando en unos 85.000 individuos por día. La guerra hasta ahora, no ha tenido un gran efecto en este incremento, que ha ido continuando a través de cada una de las guerras mundiales… La guerra bacteriológica llegará a ser efectiva. Si una Muerte Negra se extendiera por el planeta una vez por cada generación los supervivientes podrían procrear libremente, sin llenar excesivamente el planeta”
Para valorar debidamente esta reflexión, cabe tener presente que Bertarnd Russell fue un intelectual “orgánico”, que trabajaba para el Departamento de Guerra Psicológica del Foreing Office.
Lo grave es que las elucubraciones de Russell, son hechos trágicos hoy en día. Por si alguien lo duda, volvamos al informe “Globo 2000”.
Toda la argumentación en que se basa es una falacia. No hay ninguna correlación entre “recursos naturales” y potencial demográfico, por la sencilla razón de que no existen “recursos naturales” como tales, dado que es la ciencia y la tecnología las que definen los recursos. Si las tecnologías modernas disponibles se empleasen en las regiones atrasadas del mundo, es evidente que generarían los recursos requeridos por la población prevista para el año 2000. y ¿cómo llega este informe a unas previsiones tan siniestras? Pues excluyendo precisamente toda difusión de las tecnologías agroindustriales modernas en el tercer mundo, excluyendo todo desarrollo económico que pudiera darse más allá de su actual estado. Sobre esta intención política, planteada como axioma se ha levantado el andamio de esas previsiones de superpoblación; es decir que en el año 2000 una economía mundial fatalmente estancada, e incluso en franco declive, no permite vivir a 2.4OO millones de seres humanos, que por lo tanto sobrarán.
UN ORRIBLE GENOCIDIO A ESCALA INTERNACIONAL:
Así, este informe dirigido al presidente de los Estados Unidos intenta justificar con gran abundancia documental, la contradicción de que el orden mundial que persigue la Trilateral, pase por un horrible genocidio a escala internacional.
Ya en 1965 se constituyó una comisión especial llamada “Agenda para el año 2000, en la que participaron futuros dirigentes de la Comisión Trilateral como Zbigniew Brzezinski y Samuel Huntington. Este grupo publicó un informe que apelaba al control demográfico en el Tercer Mundo. El mismo año, el futuro trilaterista George Bell, entonces subsecretario de Estado para asuntos económicos, nombró a un “responsable demográfico” en el Departamento de estado, a la cabeza de un equipo encargado de estudiar los medios de reducir la población. Cyrus Vance y Richard Gardner, este último también futuro trilaterita, formaban parte de este equipo, que procedió directamente a la Oficina de Asuntos Demográficos creada en 1967 en el Departamento de Estado.
En 1969, Henry Kissinger tomaba el control del Consejo Nacional de Seguridad y del Departamento de Estado, y bajo su petición el entonces presidente Richard Nixon estableció un Comisión para el Crecimiento Demográfico, cuy dirección fue confiado a Laurence Rockefeller. En 1972, esta comisión apelaba a un crecimiento demográfico cero, tanto en los Estados Unidos como el resto del mundo. Paralelamente, la Oficina de Asuntos Demográficos del Departamento de Estado inicio en 1970 la publicación de una serie de estudios que anticipaban directamente el informe Global 2000.
A continuación, Kissinger tomó dos medidas para institucionalizar esta política de planificación del genocidio de l975 creó el grupo indicado sobre la política demográfica en el seno del Consejo Nacional de Seguridad y reorganizó el departamento de Estado añadiéndole un nuevo servicio: el de la Oficina de Océanos y Asuntos Internacionales, Científicos y de Medio Ambiente. Esta Oficina tiene la misión de supervisar las transferencias de tecnología al Tercer Mundo. Por iniciativa de Brzezinski y de Vance, el presidente Jimmy Carter encargó a esta oficina la preparación y redacción del informe Global 2000. Participaron en la elaboración del informe varios bloques pensantes anglo—norteamericanos de la vanguardia del movimiento neomaltusiano—abogados del “pensar lo impensable” para reducir la población del planeta--, como la rama norteamericana del World Wildlife Fund, Draper Fund y Population Crisis Comitee.
LA MANERA MÁS EFICAZ: FOMENTAR EL HAMBRE Y LAS ENFERMEDADES:
En 1981 el jefe del servicio de América Latina de la Oficina de Asuntos Demográficos del Departamento de Estado, Thomas Fergunson, declarado a la publicación de Inteligencia EIR que lo estaba interrogando sobre la política del secretario del Estado Haig respecto a América Central: “Una vez que la población escapa a todo control, se impone un gobierno autoritario, incluso fascista, para reducirla. Esto interesa solamente a los expertos en reducir la población con fines humanitarios. En El Salvador no hay sitio para tanta gente. Consideren también el Vietnam. Hemos estudiado el asunto. Aquella región estaba también superpoblada y crecimiento y nos equivocamos. Para reducir rápidamente y de manera efectiva la población, es necesario que todos los hombres sean movilizados para el combate y que se mate a una gran cantidad de mujeres en edad de procrear, tendrán un problema En el Salvador se mata un pequeño número de hombres y no a las suficientes mujeres para que ello tengan influencia sobre la población. La manera más rápida de reducir la población es el hambre, como en África, o la enfermedad, como la Peste Negra. Lo que podría suceder en el Salvador es que la guerra desorganizara la distribución de los alimentos. Entonces, la población se debilitaría y habría enfermedades y escasez. En escasez. En este momento, podrían ustedes crear una tendencia a la baja rápida de los índices demográficos De otro modo, la gente se reproduce como animales.”
William Paddock, consejero del Departamento de estado bajo Kissinger y Vance declaró por su parte durante un seminario organizado en el mismo año de 1981 por la Georgetowm University, y hablando en nombre del Departamento de Estado, que los 4 millones de habitantes con que cuenta el Salvador, 3,5 podrían eliminarse si “la violencia y la guerra civil continuasen, lo cual es la única solución al problema de la superpoblación”
El año 1981 en que se efectuaban estas declaraciones—cabe recordarlo siquiera a guisa de dato anecdótico—es el mismo año de 1981 en que se descubre la existencia del SIDA y en que se desencadena en España el enigmático Síndrome Tóxico.
“El documento Global 2000 es maravilloso” confiaría todavía William Paddock a la publicación EIR, “es excelente y ha recibido bastante más publicidad que la mayoría de estudios preparados a petición de la Casa Blanca. Nos hace falta un Global 2000 para el estado para empezar a planificar y adaptarnos a la situación que se avecina. Sería bueno que nadie tuviese ningún hijo más desde ahora hasta el año 2000, pero el gran problema se sitúa más allá”
El general Draper, presidente del Draper Fund que tomó parte en la elaboración del Global 2000. lanzó en 1971 la propaganda a favor del modelo chino de control demográfico, un control que recurría a la práctica del infanticidio. “¿Quién va a eliminar el excedente de población en tal o cual país, cuando la presión ejercida por un número demasiado grande de personas y con muy pocos recursos llegue a límites intolerables?” preguntaba Draper.
Cuando el trilateralita Henry Kisinger era secretario de Estado, inauguró la política llamada de de la “carta china en el marco de los acuerdos secretos establecidos con los chinos, que les garantizaban la hegemonía del Sudeste norteamericano, empezando por Camboya. Así pues el Departamento de Estado norteamericano se desentendió del gobierno de Lin Nol y permitió que los Khmers Rojos, fantoches de China, se a apoderaran del país. El resultado de ello, que Kissinger conocía con antelación, o debería de haber conocido, fue el genocidio de casi la mitad de la población camboyana de 7 millones de personas, bajo la supervisión de unos 10.000 consejeros chinos.
No es de extrañar pues que a Cyrus Vance le esté costando tantísimo la pacificación de los territorios de la antigua Yugoslavia. En el fondo, esa pacificación no le conviene deamasiado.
ANDEREAS FABER KAISER
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