miércoles, 6 de abril de 2011


EL SER HUMANO:
La energía superior que se desprende de Dios, que es  parte de Dios, y forma el Todo y que debemos verla como Chispa Divina, Partícula Divina o Principio Inteligente, es nuestra alma.
       En el momento que nuestra Alma se desprende del Seno Divino. Dios la envuelve de manera permanente e inseparable con una determinada y especial Energía Divina que la individualizará y le permitirá percibir y manifestarse y que la denominaremos Astral o Peri espíritu y que formará, en unión con el Alma, lo que llevemos llamar Espíritu.
Así tenemos que “la personalidad” inteligente de la Creación o intensidad de Energía Superior, es doble en su constitución, del Alma siendo formada y de su envoltura, de cuya reunión resulta así el espíritu.
        Esta personalidad inteligente o Ser Espiritual Humano, que está compuesto de Alma y Espíritu, contiene naturalezas distintas íntimamente unidas formando untado indivisible, sin separación posible entre ellas y no obstante, “sus funciones son  completamente diferentes.
     Podemos concretar las funciones de cada una de estas naturalezas diciendo:
El Alma es la Naturaleza Sensitiva. El Alma es la facultad sensitiva del Ser, el derecho de sentir y aspirar, la capacidad de gozar y de sufrir; es el “principio del movimiento y de las sensaciones”: es el origen del sentimiento y de la conciencia.
    Cuando el Alma sale del Seno Divino recibe de Dios, como herramienta de trabajo o de instrumento propio para el desarrollo de su naturaleza sensitiva, el sentimiento de responsabilidad de las acciones, lo recibe de su estado natural y primitivo debiendo utilizarlo para realizar su trabajo evolutivo a través de cuya utilización percibirá las indicaciones que le enseñarán lo correcto o incorrecto.
     EL ESPÍRITU, es la Naturaleza Intelectiva.
Es la facultad intelectiva del Ser, inteligencia, la memoria, el pensamiento. El razonamiento. ”El pensamiento es la labor del Espíritu. El espíritu piensa siempre.” El espíritu marcha hacia delante por el ensanchamiento de su pensar. El sentimiento de las luces intelectuales resulta del adelantamiento del Espíritu
     “Cuando el Espíritu sale del Seno Divino recibe de Dios el libre albedrío y la luz intelectual, en su estado natural y primitivo, constituyendo la herramienta que deberá utilizar para desarrollar su principio espiritual.
      Cuando el Ser Espiritual (compuesto de Alma y Espíritu), debe encarnar en un cuerpo físico, su energía trabajará en la adaptación de la materia que se está formando  en el claustro materno y se esparcirá por todas su células, sin embargo podremos observar una localización  o concentración más intensa de la energía del Alma o parte sensible del Ser, en el corazón y la energía del espíritu o parte intelectiva del Ser, en el cerebro.
      La más intensa localización del Espíritu en el cerebro y del Alma en el corazón, está en la relación que el Espíritu tiene con el cerebro y con el chakra coronario y frontal y la relación que el Alma tiene con él chacra del corazón y el chakra del plexo solar.
    “La influencia efectiva de las funciones del cerebro sobre las manifestaciones intelectuales, guarda dependencia con el organismo espiritual, por cuanto, el cerebro no es más que el espejo del espíritu”.
       El trabajo armónico de estas dos naturalezas, el Alma y él Espíritu concibe las buenas acciones, el Alma se felicita por ello”
     El espíritu descubre la verdadera fortaleza y la verdadera justicia, fortaleciéndose el Alma por el impulso que con ello se le da”

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