lunes, 11 de junio de 2012

CRUZ O PALO





¿ EN QUE FUÉ CLAVADO JESÚS?


Dentro de la cultura romana y judía, era corto el espacio que mediaba entre la pronunciación y su ejecución. Por eso, pilato, dictamin ó su fallo, ordenó que se preparase la cruz, suplicio no practicado por los judios, nio siquiera en tiempos de Herodes. Era un sistema de origen oriental, llegado a occidente a través de los persas, asirios, caldeos, fenicios, griegos,cartagineses, egipcios... y romanos. A lo largo del tiempo, experimentó variaciones. Al principio consistía en un simple poste en el que ataban al reo o se le empalaba. Luego. se fijó en el remate una horca de la que se le suspendía al condenado por el cuello. Después, al añadirle un brazo transversal (patíbulum), tomó un aspecto diferente y según quedaba sujeto al palo vertical, se originaron tres clases de cruces: la Cruz Decussata, la Cruz de San Andrés, tenía forma de X; la segunda, llamada de San Antonio, se parecía a la letra T; y la tercera no difería de esta, sino por la prolongación del poste vertical sobre la transversal, es la denominada Cruz Latina, propia de nuestro arte religioso y de nuestra devoción.






En el primitivo uso que los cristianos hicieron de la cruz en ella, no aparecía el cuerpo de Jesús. Acontece esto un siglo después de su muerte.






Un problema pastoral no valorado tal vez como se debiera, es la penetración en el campo cristiano-católico de los Testigos de Jehová . Mas de uno ha tenido la experiencia de ser , abordado en la calle o visitado en su casa por dos muchachos pertrechados de saludable aspecto, pelo corto, pantalón negro, camisa blanca con bolsillo y bolígrafos, corbata y una amable sonrisa. Una y otra vez tocan la mente y a los corazones empeñados en demostrar, entre otras cosas, que el hombre de Dios ha sido ocultado al no citarse a Jehová y que Jesús, un hombre extraordinario, pero no Dios murió en un palo. La cruz, dicen, es un símbolo pagano que nada tiene que ver con lo que dice la Biblia en el Deuteronomio. Realmente, los Testigos de Jehová no pertenecen ideológicamente al cristianismo; son una secta inspirada en el judaísmo que ha vuelto a dividir el género humano en dos opuestas categorías: los verdaderos adoradores de Jehová y los paganos que no heredarán el reino y que no han recibido el bautismo por inmersión, sustituto de la circuncisión.






Al censurar-se o al expurgarse aspectos del pasado de esta creencia, muchos de sus seguidores ignoran ignoran que entre l891 y l931 el símbolo de la entonces llamada Sociedad Torre del Vigía de Sión, era una Cruz Latina, y los estudiantes de la Biblia, como se llaman así mismo los Testigos, llevaban en el ojal de la solapa , una cruz que aparece igualmente en la revista Zionś WatchTower. No es hasta 1937, que descubrieron que la cruz era un símbolo satánico, producto de la Babilonia pagana del que hay que deshacerse. Es una idolatría adorarlo o llevarlo colgado del cuello. Los testimonios históricos y los análisis lingüísticos han demostrado el desacierto de ciertas traducciones o la indebida bien fácil demostrar lo erróneo de tales interpretaciones. Los Testigos, en su enciclopedia “Insight on the Scriptures”, no han permitido que aparezca una sola vez la palabra cruz, sino palo, sabiendo como se sabe, que en el mundo romano el madero vertical, llamado Stipites, estaba clavado fijo, en sitio señalado, y que al Cruciartius, se le colocaba sobre la nuca un atravesado, el patíbulo, que se ataba a sus brazos extendidos. Este sería el madero que cargó Cristo, y no el palo al que quiere clavarlo. Los Testigos con los brazos alzados por encima de su cabeza, lo cuál no se corresponde con el palo fijado de modo permanente. Jesús fue ejecutado por los romanos y los romanos empleaban cruces stipites y patibulum. La muerte de Jesús se produjo siguiendo el ritual romano: flagelación, comitiva con el condenado obligado a llevar su propio patíbulo, títulos con la causa de pena, reparto de vestidos, presencia del ejército romano con centurión, exposición de los cuerpos de los condenados en su lugar público fuera de las murallas.






El empecinamiento de los Testigos en hablar del palo y no de la cruz, señalan determinados tratadistas, obedece a un deseo de diferenciarse de los “otros” y destruir la imagen fundamental de esa “Babilonia pecadora que son todas las demás iglesias”. Los testigos insisten en que Jesús murió según la costumbre judía pero la verdad es que ni antes ni después de Jesús, salvo alguna excepción, el pueblo de Israel llevaba a cabo crucifixiones de hombres vivos.






Ni siquiera por medio de la fabulación , pudiéramos llegar a imaginar a nuestros cristos clavados de un palo, falto de sus brazos acogedores.

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