AMETRINO
La piedra de la Hermandad
Habíamos planeado un viaje con unos amigos el fin de semana, que tenía muchas posibilidades de ser ameno y divertido.
Por norma, el trabajo absorbe la mayor parte de mi tiempo libre. Aunque pensándolo bien, no se quién distribuyó el tiempo, para dividirlo en libre o de ocio y laboral. A mi reloj le faltan horas para las obligaciones y el trabajo, por lo cual la relación con mis amigos se ve mermada y diezmada. Aunque para no resultar quejica ni pesimista he de decir que la calidad supera a la cantidad.
Vino a recogernos a casa un buen amigo que en vez de tener coche se podría decir que tiene ovni. Me imagino que tendrá un préstamo hipotecario hasta el dos mil cuarenta para poderlo pagar, pero en lo que a mi se refiere, estoy francamente encantado. Lo uso y no lo pago.
Nada más entrar en el coche, mi amigo hizo expresión de su generosidad innata que le caracteriza:
- Escoge una- Me dijo.
Al instante sacó una cajita y me la entrego.
- ¿Qué será? - Pensé - Que detallista, no debería de molestarse.
La abrí y me encontré con dos piedras, prácticamente iguales pero muy diferentes si las observabas con detenimiento. Desprendían destellos amarillos y violetas con tanta fuerza que atravesaban el techo del coche y llegaban hasta el cielo.
Nunca había visto un cuarzo tan bonito, observé cuál de los dos piedras quería venirse conmigo, y cuando lo descubrí, la cogí.
En el mismo instante en que la piedra tocó mi piel, visiones indescriptibles invadieron mi mente.
Guerras, violencia, genocidios, fratricidios, homicidios, esclavitud, crímenes contra la humanidad, tráfico y venta de seres humanos, venganzas, crueldad sin límites.
Decidí guardar el cuarzo en el bolsillo, hasta volver a mi casa en donde me podría dar el ataque visionario sin hacer el ridículo.
Un pensamiento surcó mi mente, si hubiera tenido pegamento resistente se la habría pegado en la frente a mi amigo a la altura del tercer ojo, para que se hubiera dado cuenta de la bomba de relojería que me acababa de dar. Me imagino que entre ceja y ceja, la piedra le contaría a cualquier persona lo mismo que me contó a mí.
El viaje fue agradable, charlamos de metafísica transcendental, comimos con mucho placer, pues se notaba que la comida estaba hecha con detalle y amor y nos despedimos con la tristeza que propicia la distancia de dos horas y media de camino.
Cuando llegué a casa, saqué la piedra de mi bolso para guardarla a la espera de que hacer con ella. Cuando la cogí, volví a tener las mismas visiones terroríficas que antes, pero esta vez, sin el miedo de hacer el ridículo porque estaba sólo y nadie me observaba.
Ante el éxito obtenido con la magnífica piedra, la dejé en la mesita de noche , cerca del cabecero de mi cama, para observarla y aclararme un poco. No entendía porqué un cuarzo podía guardar tanta violencia, no era normal, los cuarzos tienden a calmar, curar y tranquilizar nuestra mente y campo energético. Pero el ametrino parecía que estaba diseñado para todo lo contrario.
Esa misma noche, encontré la respuesta. En la mitad de un plácido sueño, apareció una energía amarilla y violeta que me envolvió y transportó a una gigantesca nave espacial. Eran los colores del ametrino que irrumpían en mi sueño sin pedirme permiso.
Dos extraterrestres se dirigieron rápidamente hacia mí y dijeron:
- Hemos cruzado océanos de tiempo para ayudaros. Esta piedra es el resultado de nuestro compromiso con el ser humano.
A mi mente vinieron imágenes de naves espaciales aterrizando en Bolivia para llevarse cuarzos en forma de amatista y citrino.
- ¡Las están robando!- Pensé.
Menos mal que no hicieron aprecio a mis pensamientos, porque en la siguiente secuencia ví como mediante un proceso de comunicación y amor sin límites, los extraterrestres convencieron a esas dos piedras (amatista y citrino) para que se fusionaran en una sola. Simbolizando así la solidaridad, hermandad , respeto y unión que debería gobernar siempre en la tierra.
Así nació el ametrino. Después los Dioses en su plena sabiduría impregnaron el cuarzo naciente de imágenes, sentimientos y acciones atroces que los hombres harían en el futuro. Recordándonos cada vez que tocáramos esa piedra que el ser humano es sólo uno, que el sufrimiento del vecino también es el suyo, que las atrocidades hechas a nuestros congéneres también nos las hacemos a nosotros.
Una palabra invadió mi mente:
- ¡Hermandad! Este cuarzo nos ayuda a recordar que todos somos hermanos. Blancos, negros y amarillos deberíamos integrarnos y fusionarnos como lo hizo el ametrino para formar una sola conciencia.
Me desperté y miré el cuarzo con otra cara. Había entendido porqué guardaba todas esas imágenes y sentimientos. Es una buena piedra para llevar siempre pegada a nuestra piel pues nos recuerda las atrocidades de las que el ser humano es capaz de hacer, por lo que nos calma y tranquiliza al recordarlas y comprenderlas . Evitando así los enfrentamientos.
Gracias buen amigo, por ayudarme a descubrir un poco más de conocimiento en mi diminuta sabiduría, regalando esta piedra única en el mundo.
Me he estado informando y el Ametrino también se llama Bolivianita. Es exclusiva de Bolivia, por lo visto los Dioses escogieron esa tierra porque sabían que iba a ser una de las más conflictivas del planeta. Las guerras por las fronteras Bolivianas han llegado a durar hasta ciento veinte años. En fin me imagino que si no hubiera sido por este cuarzo los conflictos sería mucho más cruentos.
El autor desea permanecer en el anonimato
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Ametrino:
Mitad citrino, mitad amatista
Mitad amarillo, mitad violeta
Comunica el chacra 3 con el chacra 7
Comunica la Materia y el Espíritu
Comunica el Cuerpo Emocional con el Cuerpo Mental
Comunica el Cielo con la Tierra.
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