lunes, 23 de mayo de 2011


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YESHUA – Mensaje Adicional para la Serie – por Bradley
Septiembre 5, 2004
Bradley – enlakeach@yahoo.com
Traducción: Anita Manasse


Hermano,

            Mis queridos amigos, que están encontrando algo de paz o incluso un cierto interés, en esta nueva narración de la historia de mi vida, por favor sientan el aliento de pronunciar estas palabras ustedes mismos.

            Fue mi intención la de hacer el lenguaje y el estilo del texto lo más cómodos posibles, para que pueda fluir fácilmente de la boca y engendrar una comunidad conmigo mismo y mi época.

            También fue mi esperanza de que aquellos que lean estos informes puedan pronunciarlos en voz alta y así colocarles ellos mismos en el centro mismo de mi vida y de mis pensamientos (es por eso que le pedí a un dramaturgo que reciba estas palabras.

            Las palabras pronunciadas en voz alta tienen poder, mis amados, y si encontrasen interés alguno en hacerlo, yo los alentaría a que mi historia sea pronunciada y compartida tanto por hombres y mujeres a fin de que, quizás, pueda impartir además a ustedes mi deseo de que arriben a un lugar libre de todas barreras hacia mi mismo y mi mensaje.

            Yo los animo a la risa y un sentido de juego, y espero que la música también pueda encontrar su incorporación también en cada reunión, ya que amo tanto a la música y al canto!

            Queridos, manifiesten mis palabras como las suyas propias, manifiesten mi vida como la suya propia, manifiesten mis deseos y mis esperanzas como las suyas propias. Honren estos mensajes en su forma escrita (el canal está preocupado de que no resuenen suficientemente a Jesús!) Permitan a sus Seres Superiores que se entremezclen libremente con mis ideas para que las mismas se puedan acercar más a las suyas.

            Yo Soy el Camino y la Verdad y la Luz. Así lo son ustedes, Amados.

Yeshua.

YESHUA – Parte 4 – por Bradley
De: Brian Murphy – Agosto 23, 2004

Traducción: Paola Damnotti
Anita Manasse – estrellam@sion.com
Por Bradley - enlakeach@yahoo.com
Descargado del Boletín del Círculo Carmesí
23 de agosto de 2004


NOTA: El 5 de Septiembre Yeshua sugirió que la gente que disfrutaba de este material debería considerar leerlo en voz alta, individualmente o en grupos, colocándose a si mismos en el centro de su vida, y de abrirse para recibir su propia intuición con respecto a las interpretaciones de su filosofía.
            José, mi padre terrestre, fue un maravilloso carpintero. La mayoría de su considerable habilidad fue utilizada en proyectos de construcción a gran escala. Como resultado, el estaba un poco lisiado debido a numerosos accidentes, y sus manos estaban tan marcadas y ásperas y macizas como una montaña de Judea. Más inesperado entonces, fue un regalo para mi de una delicada arpa que el había construido de fino sauce. Era pequeña y sorprendentemente liviana y equilibrada perfectamente contra mi hombro. Le habían puesto las cuerdas en Jerusalén. Y pronto yo lo estaba tocando bastante naturalmente, sus agradables tonos entibiaban nuestro hogar. José se sentaba en su silla favorita (todos los padres son iguales) y sonreía mientras yo tocaba. María tarareaba suavemente con la canción.
            María. Mi amada madre terrena. María fue una madre intensa y una mujer poderosa. Ella se conformó con su lugar en la sociedad, pero ella no se rindió a ella. Ella ayudó a formar mis visiones políticas. Ella se aseguró de que yo tratara a todas las mujeres con igual respeto. María fue una tigresa en lo salvaje, siempre alerta, siempre defendiendo, siempre un paso delante de aquellos que muy confortablemente la colocarían en una posición debajo de ellos, simplemente por su sexo.
            José y María. Comencé a extrañarlos a ambos cuando comencé la próxima fase de mi vida, a pesar de que María sería parte de mi vida hasta el final.
            Antes de que yo comenzara lo que ha sido llamado mi ministerio, viajé a las tierras remotas del Monte Hermón para emprender un período de meditación y reflexión sobre cómo continuar. De todos mis viajes y educación conocí la tendencia de la gente de dar su poder personal a un líder carismático, para venerar a la persona e ignorar el mensaje. Yo tuve que hacer todo lo que pude para no dejar que esto sucediera. Es una de las razones por las cuales no escribí nada sobre papel, sino solamente en la arena, y nunca mantuve un lugar central de veneración. No quería que quien yo era se convirtiera en el mensaje. No quería que la gente solamente leyera o estudiara mis palabras, y que no pensara por sí misma. Yo quería solamente ofrecer posibilidades y líneas de guía, no reglas y leyes. Lamentablemente, solo tuve éxito parcialmente.
            Yo sabía que necesitaba ayuda, gente en la que pudiera confiar. Y como resultado supe que necesitaría crear alguna clase de estructura, sin crear una iglesia. Encontré hombres que pudieran servir como maestros cuando yo me hubiera ido. Encontré mujeres también, e hice de ellos una iglesia viviente.
            En este tiempo debo hablarles a las mujeres que están leyendo esto. Sé lo que ustedes han sufrido a través de las eras dentro de un mundo desequilibrado hacia la energía masculina. Les prometo, aún si ellos no lo saben, los hombres han sufrido también. Sin embargo, ustedes han sido privadas de sus poderosas voces demasiado a menudo, y esa nunca fue la intención Yo tuve que aprovechar la época en la que me hallaba. Tuve que encontrar ese equilibrio entre la iluminación, mientras no fomentaba excesivamente el resentimiento..  Simplemente no hubiera sido posible para mi tener seis mujeres y seis hombres como mis apóstoles, incluso las mujeres del tiempo habrían encontrado algo tan nuevo, inquietante. La libertad de la esclavitud nunca llega suavemente, ni con gracia. Siempre nace de la lucha. Pero también les informo, mis queridas, amadas hermanas, que yo creé una compañía de mujeres quienes viajaron con nosotros a donde quiera que enseñáramos, y a quienes se les proporcionaron los mismos derechos que a cada hombre en mi compañía. También les proporcioné el mismo derecho de enseñar mis palabras y mi ministerios con quien quiera que ellas tuvieran contacto. Y ustedes llegarán a descubrir cuán importantes se volvieron las mujeres para mi misión, especialmente, María Magdalena. Parte de mi esperanza fue comenzar a traer de regreso al equilibrio las energías masculinas y femeninas de este planeta. Nuevamente, en esto yo solamente fui exitoso parcialmente.
            En el Monte Hermón también me di cuenta de que a pesar de que ahora había alcanzado la maestría de la manipulación de las leyes naturales, poderes latentes que todos ustedes poseen, no podría usarlos, por miedo a, otra vez, tener gente venerándome como a un trabajador de milagros, y no reconociéndome como uno de ellos.
            Como ustedes ya saben, en esto tampoco tuve éxito completamente.
            Finalmente, durante mis meditaciones y oraciones y contemplaciones, estuve en comunión con la Fuente de Todo Lo Que Es, preguntándole, tal vez, ustedes lo han hecho en un momento u otro, en donde se termina mi voluntad personal inducida por el ego y la Divina Voluntad comienza? Cómo sé que estoy tomando las decisiones correctas que afectan al Bien más Elevado?
            Amigos, el Gran Arquitecto nunca les pidió que se arrodillaran ante su Presencia con miedo o suplicando, sino solamente para permitir Su Guía para que los asista en su viaje, un viaje que ustedes comienzan con la total bendición del Creador, tal como todos los niños deben dejar el hogar y salir al mundo. El compromiso espiritual no es una forma aprisionamiento más sutil, pidiéndoles devoción ciega. La Fuente desea co crear con ustedes. Pero cómo co crean con el Altísimo? Es como si ustedes estuvieran por aparecer algún día para comenzar un empleo en una nueva corporación, solamente para descubrir que no saben qué hace esa corporación o cómo está organizada. Otra forma de ver esto es que ustedes están perdidos en el medio del bosque, sin saber qué camino tomar para salir de él. Volando bien arriba de ustedes hay un águila, la cual puede ver el mundo alrededor del bosque en todas las direcciones y ve la salida más fácil y rápida. Ustedes pueden tropezar en el bosque tanto tiempo como quieran, o ustedes pueden pedirle dirección al águila. Nada de lo cual les quita su libre albedrío de elegir su propio sendero. Esta es la relación que la Madre/Padre pide: Úsenme. Déjenme ayudar.
            Pero aquí también debo ofrecer una pequeña advertencia. La Fuente, desde su posición sin tiempo, más alta y más ventajosa, siempre sabe lo que es mejor para ustedes, tal como cualquier padre verdaderamente amoroso lo hace. Pero, a menudo, lo que es mejor para ustedes no es lo que el ego espera. Les prometo este día nuevamente, que cada oración que pronuncian, cada requerimiento que ustedes hacen es escuchado y garantizado – pero sólo mientras asista a su Bien más Elevado. Un padre amoroso no le da a un niño el auto para que conduzca sin importar cuánto el niño se lo pida. El padre, primero, le enseña al niño cómo conducir y las responsabilidades de un conductor. Entonces, llega el auto. Que es donde la energía de la fe entra.
            Así que yo también debo confiar, con fe, en que la Voluntad del Padre/Madre será hecha conocida para mi y que me guiará, si yo tan sólo pido con humildad y escucho a mi corazón en contemplación silenciosa. Porque, mis amados, Todo Lo Que Es no les habla a través de la mente, sino, solamente, a través del corazón. Y yo les prometo, queridos científicos, ustedes, maestros de la mente, todos sus grandes descubrimientos, de hecho, crecieron desde su mente, pero nacieron de su corazón.
            Luego de mi tiempo en las montañas, fui a Capernaum, donde seguramente trabajé como carpintero. Mientras estaba allí escuché que mi amigo de la niñez estaba cumpliendo su misión enseñando y bautizando en el río Jordán. El rito del bautismo fue tomado de una práctica esenia de lavar el pasado y recibir las nuevas aguas del renacimiento espiritual. Juan, fue un orador apasionado y ardiente quien dirigió multitudes entusiastas. El enseñó que era tiempo de arrepentirse de los pecados y de prepararse para la llegada del hijo del único, verdadero Dios.
            Una palabra acerca de la palabra “pecado”. La palabra significa “perder la marca”. Nada más. No tiene, en absoluto, nada que ver con el fuego del infierno y con la maldición. Yo simplemente sugiero que, como el arquero, nosotros, a menudo, apuntamos al centro pero erramos el tanto. Simplemente, significa reconocer el hecho y tratar nuevamente. Y, agradecidamente, para todos nosotros, no existe límite de cuántas veces podemos tratar nuevamente. Y, de paso, pregúntenle a cualquier arquero cuál es la mejor manera de embocar el centro del objetivo y él o ella dirán: “Apunten tan sólo un poquito más arriba.”
            Juan, verdaderamente, ha preparado el camino. Ese domingo en enero, con mis hermanos, James y Jude a mi lado, yo supe que era el momento. Viajamos a Jordania. El próximo día nos unimos a una gran multitud a la orilla del río y escuchamos los apasionados requerimientos de Juan de que los ricos comiencen a alimentar a los pobres, que todos los hombres se traten los unos a los otros como hermanos. Entonces, él me vio entre la multitud y se detuvo. Mis hermanos y yo dejamos la multitud y descendimos dentro de las frías aguas y me presenté yo mismo para el bautismo. Juan se congeló con confusión, “Jesús, mi hermano, mi maestro,  eres tu quien debe bautizarme a mi.” La multitud comenzó a murmurar con igual confusión mientras que muchos de ellos supieron quién era yo y habían oído rumores acerca de mi. “Juan, toda la gente es bienvenida al reino de Dios, nadie es mejor que nadie, yo también me rindo a la voluntad del Padre”. Juan instantáneamente comprendió y bautizó a mis dos hermanos, y después a mí mismo.
            Debe uno ser bautizado para encontrar a Dios? No. Era, meramente, un símbolo apropiado para los tiempos, un símbolo de limpieza. Es aún apropiado? Absolutamente, si los ayuda a conectarse con su Naturaleza Divina. Uno no tiene que creer en el bautismo, o ni siquiera en mi. De hecho, no crean en mí. Crean en ustedes mismos. Si, yo soy un niño de Dios. También lo son cada uno de ustedes.
            Las últimas palabras de Juan a la multitud permanecieron conmigo: “Hoy bautizo con agua. Hay uno entre ustedes que bautizará con fuego.”
            ¿Qué quiso decir Juan con eso? Quiso decir que algún día otra limpieza tendría lugar. En la Era de Piscis, el agua era el símbolo apropiado. Cuando habló de fuego, quiso decir fuego espiritual, el símbolo de la Era de Acuario. Esa era es ahora. Ese fuego está dentro de cada uno de ustedes.
            ¿Habrá una Segunda Llegada? Si. ¿Es ahora? Si. ¿Va a arribar una persona, más grande que la vida y va a mostrarles el camino? Si. ¿Quién será esa persona? Cada uno de ustedes. Habrá un despertar dentro de cada uno de sus corazones – aquellos que están abiertos. En algunos de ustedes ya ha comenzado. Llámenlo el Cristo, el cual solamente significa el Espíritu de Dios dentro del Hombre y la Mujer. Llámenlo Naturaleza Buda. Llámenlo Conciencia Krishna o Gran Espíritu. Llámenlo Luz. Llámenlo Amor. Las profecías en este caso aún son correctas. Pero ustedes, mis hermanos y hermanas, son por los que han estado esperando.
            Yo sabía que no volvería a ver a Juan nuevamente.
            Después de mi bautismo, regresé a las montañas por otros cuarenta días para contemplar mi próximo curso de acción. Tenía que ser cuidadoso ya que necesitaba tiempo para difundir mi mensaje, y la gente estaba ansiosa esperando por el líder que los liberara. Yo era ese hombre, pero no en la forma que ellos pensaban. Y ya había visto cómo mi decisión de no unirme a los Celotes había causado tales divisiones en mi propia familia y comunidad. No, tenía que comenzar en pequeño, y tomar un paso a la vez, confiando que el mensaje en sí mismo fuera todo el poder que necesitaría para alcanzar a la gente. Juan fue el grito de cambio. Yo sería el murmullo de paz.
            También fui puesto a prueba durante esos cuarenta días, tal como todos ustedes son puestos a prueba en sus propias formas. Pero no fui tentado por “Satán” en la forma de leones o serpientes o fuegos consumidores. Fui tentado por mi propio ego humano el cual me reveló el futuro, un futuro devastado por la guerra y las enfermedades, el planeta ennegrecido por el fuego nuclear. Y escuché las palabras quemando en mis oídos> “Tu misión falló. Nadie escuchó. A nadie le importó. Fue todo para nada. Tu muerte no tuvo significado.” Y después se me mostró como podría haber impactado directamente en el mundo recibiendo el título de Mesías. Gobernando las tierras, usando mis poderes para manifestar el cielo en la Tierra. La tentación fue grande, y mi corazón dolió por la vision final de la paz en la Tierra. Luché con mi mente, mi corazón y con mi ego. Qué sendero tomar? Podía yo saber qué era lo mejor? La voluntad de quién estaba yo escuchando, la de la Madre/Padre o la mía? No. Yo continuaría confiando de la forma que me era mostrada cada día. Yo podía continuar confiando en esa tranquila, pequeña voz en mi corazón. Podía no construir templos. Podía sembrar semillas. Podría permitirle a la gente su libre albedrío de experimentar los resultados de sus elecciones. Y si las elecciones resultaban en que la Tierra era un bollo de ceniza ardiendo en el espacio, entonces esa elección era honrada. “Váyanse detrás de mis espaldas”, le dije a los demonios de mi ego. “Estoy en el negocio del Padre.”
            Y mi primer orden de negocio sería darle la bienvenida a los primeros de aquellos que me seguirían, aún si ellos no supieran en ese momento que estábamos destinados a conocernos.
            Más que ir en detalle de cómo aquellos doce hombres, quienes se convertirían en mis apóstoles, se reunieron, permítanme tocar brevemente por qué los acepté en mi compañía. Cada uno ofrecía un vistazo dentro del carácter de la naturaleza humana. Yo necesitaba a esos individuos, no sólo para unirnos como uno, sino para ponernos de acuerdo con las diferencias entre ellos mismos, las mismas diferencias que separan a toda la gente. Nuestra compañía sería su aula en la naturaleza humana, sus fortalezas y debilidades. Ellos pelearían los unos con los otros. Ellos aprenderían a perdonar. Ellos jugarían juntos. Ellos se cuestionarían los unos a los otros. Ellos se irían con disgusto y regresarían con arrepentimiento. Y finalmente ellos dejarían la compañía como mejores hombres.
            Andrés fue el primero en unirse. El era un organizador y administrador hábil. Yo lo necesité para construir nuestra compañía. Simón, a quien yo llamé Pedro, era impulsivo y dramático y un optimista. Nataniel era un filósofo, confiable y exhibía una gran sentido del humor. James Zebedee era a menudo indignante, con temperamento, pero también con el corazón de un diplomático. Matías fue un publicano – un recaudador de impuestos – una profesión la cual era muy desdeñada por la gente, y por más que unos pocos de nuestra compañía. El estaba a cargo de las finanzas, incluso los apóstoles necesitaban alimento y refugio. Juan Zebedee era confiable, corajudo y devoto, pero también poseía un fuerte ego. Simon Zealotes era un Celote y una inspiración para otros. Felipe tenía una mente curiosa y práctica por naturaleza. Tomás era el “dubitativo Tomás” que todos llegaron a conocer en sus propias vidas. James y Judas Alpheus eran gemelos idénticos  y uno podría describirlos como...promedio. No los describiría de esta manera; para mi ellos eran puros ejemplos de ser “como niños para ganarse el reino del cielo”. Ellos me dieron gran alegría y eran instrumentales en traer a la gente “promedio” a la enseñanza. Judas Escariote también era un comprometido Celote, sentencioso y altamente crítico de sí mismo y de otros, quien escondía una profunda falta de auto estima.
            ¿Por qué permitiría yo a un “elemento peligroso” tal como Judas en la compañía?  Porque todos eran bienvenidos entre nosotros. Ninguno era perfecto. Todos eran imperfectos. Todos eran valiosos. El Creador no juega a lo seguro con Sus Hijos. Tampoco yo.
            María Magdalena de Betania. Hermana de Lázaro y Marta. Cuando la conocí por primera vez en la casa de Lázaro, yo podía ver el fuego en sus ojos. Mientras Marta atendía sus responsabilidades de una anfitriona , María rápidamente se sentó a mi lado e intentó escuchar mis palabras. Ella hizo preguntas directas. Ella era una maestra nata. Cuán feliz me hace que María, finalmente, reciba su crédito por la invalorable parte que jugó en mi misión. Cómo me entristeció, todos estos años, que algunos pensaran que ella era una prostituta. Yo no desterré a los siete demonios de María.Yo la sané de una afección común. En esos tiempos las enfermedades eran, a menudo, referidas como demonios. María fue mi mano derecha. Ella fue tan apóstol como cualquiera de mi compañía. Y no, no nos casamos por razones que yo ya he descripto, pero nos amábamos. Ella no se sentó a mis pies pero estuvo parada a mi lado. Ella fue una poderosa maestra de mi mensaje. Era fue una  protectora de mi misión. Fue hacia el destrozado corazón de María que yo eché mi última mirada desde la cruz. Y fue hacia el puro corazón de María solamente a quien yo primero me mostré después de mi resurrección.
            María, mi amada. Gracias.
La Boda en Cana
            La hija de una prominente familia se estaba casando y yo mismo, miembros de mi familia y mis apóstoles estábamos todos invitados. Por ahora, la palabra había salido de mi enseñanza y rumores de milagros los cuales, hasta ese punto, no habían aún ocurrido. Lamentablemente, aparecieron muchos más de los que estaban invitados para verme a mi más que para celebrar la boda. Llegó un punto en el que mi madre terrena, María, descubrió que los anfitriones se estaban quedando sin vino, María, ahora convencida de mis poderes, vino a mi para resolver el problema. Como todos los humanos divinos tales como ustedes mismos, yo también estaba sujeto al stress y mucho había sido puesto sobre mi ese día, y cuando me enfrenté para practicar el ‘milagro’, chasquee mis dedos a María, “Qué tengo que ver yo con esto?” Inmediatamente, me arrepentí. Vi la mirada de shock y dolor de su rostro, con condolencia profunda, silenciosamente, deseé que el problema se solucionara. Y así fue. El agua se convirtió en vino, Y yo tan sorprendido como cualquiera porque yo solamente pensé en la solución, y así se hizo. Mis poderes se volvieron más refinados de lo que nunca me había dado cuenta. Un amoroso, compasivo pensamiento solamente tenía que entrar en mi corazón, y ‘sería manifestado’ – si no contaba la Voluntad de Dios, a la cual yo había jurado servir. Yo tenía que ser cuidadoso en mi forma de pensar.
            Yo no había intentado utilizar mis poderes, los cuales me hubieran apartado de aquellos que estaba tratando de alcanzar. Pero había sucedido. Fue hecho. Y la palabra sobre lo ocurrido se esparció. Yo continué confiando que una mayor conciencia me guiaría en estas cuestiones. Y que habría ocasiones en las que trabajaría con las leyes naturales, si la demostración sirviera para un propósito mayor.
            ¿Pero cómo ocurren los “milagros”? Ninguna ley natural es violada. Todo existe ya en la Mente de Dios. La Fuente no está sorprendida – nunca. No existe nada fuera del Creador. Nada. El Universo no es diferente a sus hologramas. Cada pieza del holograma posee el cuadro entero. Toda la información existe. Todo lo que sucede en la producción de “milagros” es ‘hacer surgir’ lo que ya existe desde el Anteproyecto Divino. El agua no se convierte en vino. El vino se ‘hace surgir’ y reemplaza el agua. En el caso de caminar sobre el agua, el método más simple es utilizar la energía duplicada del cuerpo para que esté en dos o tres lugares al mismo tiempo. ¿Ciencia ficción una vez más? No, mis amigos, ustedes hacen exactamente esto cada noche cuando duermen. Tal como un pensamiento – un cuadro – un mundo – puede instantáneamente venir a la vida en vuestra imaginación, así es en los reinos más elevados donde la materia es bastante menos densa. Lo que ustedes piensan, instantáneamente se manifiesta.
            Es una de las rezones por las que esta escuela llamada Tierra está tan alejada de las otras partes habitadas del Universo: Ustedes tienen, aún, que aprender a cómo controlar sus pensamientos. Ahí afuera, ellos crearían un enorme caos. Sean agradecidos de que su mundo es tan denso de que cada pensamiento oscuro que ustedes piensan no sale a la vida.
            Mi primer discurso público sucedió en un templo en Capernaum, la sala llena desbordó luego del las noticias del evento de la boda. A medida que miraba sus rostros curiosos y expectantes, supe que ellos estaban esperándome para proclamar mi liderazgo en una revuelta político/militar contra Roma.
            “Hermanos y hermanas, he llegado a proclamar el reino de Dios aquí en la Tierra. Este reino abrazará a todos, judíos y gentiles, ricos y pobres, hombres libres y esclavos, porque el Padre de todos nosotros no hace distinción entre las personas. ¿Cómo se gana uno la entrada a este reino? No por el juramento o por el edicto de los reyes. Este reino del cielo está aquí, ahora, meramente esperando vuestro deseo de entrar. Meramente expresen su fe, su amor por ustedes mismos y por vuestro hermano, y por Dios. Crean con fe infantil que el Padre los ama, y que ustedes están en el reino. ”
            Ellos me miraron, desconcertados. ¿Qué acababa de decir? ¿Qué quiso él decir? ¿El reino de Dios está aquí y ahora? No lo veo. ¿Tan sólo amen y estarán ahí? He amado a mis hijos y a mi esposa y a mi país y aún estoy encadenado. El cambio no viene desde la mano abierta sino desde el puño cerrado.
            No esperaba menos. Estaba ofreciendo una forma de pensar y de vivir que nunca había sido experimentada antes. Tomaría tiempo, tal vez, más del que yo tenía. Pero uno sólo puede sembrar semillas. Uno puede solamente tener fe en ese águila alta, arriba en el bosque.
            ¿Qué es la fe, exactamente? No es sólo una idea, es también una energía, tal como cualquier otra cosa, con su propia atracción magnética. “Actúen como si tuvieran fe y la fe les será dada.” Es una confianza. La fe es igual al acto de dar para recibir. Crean en algo, no importa cuán increíble parezca, y lo atraen más cerca de ustedes. Crean que ustedes tienen fe y ustedes tendrán fe. La fe es un acto de rendición a un conocimiento más elevado, y en esa rendición, ustedes son acarreados sin esfuerzo en un río de amor y sabiduría, llevándolos a sus sueños más magníficos.
            Fue después de este discurso público que envié a los apóstoles por sí mismos en su primera misión. Les advertí que no predicaran sino que sólo ofrecieran guía. Les dije que no estábamos en contra de nadie, incluida Roma, pero para todos, y para nosotros mismos nosotros no éramos parte de ningún movimiento político. Hablen desde sus corazones, les ofrecí, y ellos hablaron bien. Y entonces también pedí de ellos un acto de fe: Cuando partan, solamente lleven las ropas en sus espaldas. No lleven alimento, ni agua, ni dinero. Confíen en la amorosa Guía que comprende que ustedes viven en un mundo material y que ustedes deben tener alimento, ropa y refugio. Confíen en que eso les será dado, tal como le es dado a los pájaros del aire y a los lirios de los campos. Por qué un amoroso Dios no los cuidaría a ustedes, Sus hijos?
            Tener la fe de una semilla de mostaza no significa tener una fe pequeña, significa tener una fe absoluta, la fe que la bellota tiene de que se convertirá en un roble, a pesar de que eso no parece posible. Es la fe en que el río los lleve y no nadar en contra de la corriente. Les prometo, serán cuidados, pero esa protección no aparecerá en la forma en que al ego humano le gustaría. Ustedes podrían recibir un considerable yate para capear el temporal. Podrían recibir un resistente bote a remo. Y un bote a remo para una persona que se está ahogando se parece bastante al Queen Mary. Ambos los llevarían seguros a destino. Los juicios de valor no son de la nave, son nuestros.
            Antes de que enviara a los apóstoles en su primera misión, los reuní y les di mi bendición: “Benditos son aquellos pobres en cosas mundanas porque la abundancia del Reino les pertenece. Benditos son aquellos que tienen hambre y sed de rectitud, porque ellos serán llenados. Benditos son los dóciles, porque ellos heredarán la tierra. Benditos son los puros de corazón, porque ellos son uno con Dios. Benditos son aquellos que sufren, ellos serán confortados. Benditos son aquellos que lloran, ellos se regocijarán. Benditos son los misericordiosos, ellos recibirán gracia. Benditos son los hacedores de la paz, ellos serán llamados lo hijos de Dios. Benditos sean aquellos que son perseguidos por su rectitud, de ellos es el reino del cielo.”
            Y entonces: “No combatan el fuego con fuego, hagan ojo por ojo. Si tu vecino te golpea la mejilla, ofrézcanle al vecino la otra. Reciban injusticia antes que ser su fuente. Sean amables y misericordiosos con aquellos que están angustiados y en miseria. Amen a sus enemigos. No juzguen si no quieren ser juzgados. Sin embargo, también les advierto que esperen escuchar a falsos profetas que vendrán a ustedes vestidos de corderos, escondiendo lobos dentro de ellos. Por sus frutos los conocerán. El Padre en el cielo hace brillar el sol tanto en lo maligno como en lo bueno; y envía lluvia sobre los justos y los injustos. Ustedes son los hijos de Dios ”
            Esa primer misión fue un gran éxito.

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YESHUA – Parte 5 – por Bradley
De Brian Murphy – Agosto 23, 2004
Por Bradley – enlakeach@yahoo.com
Descargado del Boletín del Círculo Carmesí
Traducción: Luciana Sinatra
Anita Manasse – estrellam@sion.com
            Fue también en este momento que me enteré del encarcelamiento de Juan el Bautista. Me apenó saber que no era parte de mi misión rescatarlo, sino honrar la parte que él jugó en el Plan Divino.
            La Samaritana y el pozo. El nombre de la mujer era Nalda y ella era una Samaritana quien, como persona, era bastante despreciada. No me voy a meter en la historia de por qué esto era así, porque es toda agua del mismo pozo. El prejuicio y el racismo, como todas las otras formas de ataque, nacen del miedo. La gente le teme a su valor interno, temen por su seguridad en un mundo hostil. Pero no pueden vivir así por mucho tiempo, así que encuentran una fuente externa a ellos para ese miedo: “Es culpa de esa persona. Debe ser así porque ellos se ven tan distintos a mí, y hablan diferente y se comportan distinto. Estaré seguro, nuevamente en control, cuando ellos se vayan.” Por supuesto, aquellos que están siendo atacados también tienen esos mismos miedos y encuentran a alguien en quién proyectar estos miedos también. Y así sigue y sigue.
            Hermanas y hermanos, les digo que no hay amor posible en el mundo exterior hasta que lo despertamos dentro de nosotros mismos, hasta que aprendemos a amarnos a nosotros mismos. Hasta que recordamos que somos amados por la Fuente, que no hemos hecho nada malo, que no nos hemos caído de la Gracia. Que no estamos solos. Ustedes son simplemente niños aprendiendo a encontrar vuestro camino en el mundo y cometiendo los errores que cometería cualquiera. La sabiduría solamente se gana con la experiencia, y la experiencia solamente es alcanzada cuando se cometen los errores. Ciertamente, está bien tomar responsabilidades por los errores y hacer correcciones, pero también después continuar enamorado de uno mismo y de aquellos que caminan su camino hacia el mismo destino. No importa el color de piel, no importa la historia, no importan las creencias, les doy mi palabra que todos y cada uno de vuestros corazones busca las mismas cosas.
            Y estando esta mujer Nalda en el pozo, yo hablé con ella extensamente acerca de las refrescantes aguas del espíritu, le pedí un vaso de agua, y me lo brindó alegremente. Un intercambio humano tan simple, y aún así cargado con tanto peligro en esa época. Incluso los apóstoles luchaban en contra de que yo hablara con una mujer y una Samaritana, y aceptara un vaso de agua de su parte. Pero todo ofrece una oportunidad para una lección de amor, incluso un pozo en el medio del desierto.
            Pasé tanto tiempo en el desierto y en las colinas meditando y comulgando. En algún momento los apóstoles me preguntaron cómo yo oraba, y les ofrecí la siguiente oración para ellos: “Padre nuestro que estás en el cielo, Santificado es Tu nombre. Venga a nosotros tu reino; hágase Tu Voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día. Y perdona nuestras deudas así como también nosotros hemos perdonado a nuestros deudores. No nos dejes caer en la tentación, mas líbranos del mal, porque Tuyo es el reino, el poder y la gloria por los siglos de los siglos. Amen.”
            Tal vez podría ofrecerles a ustedes una nueva oración para una nueva era, una oración que los ubica, como manifestación directa de Dios, en el centro de la responsabilidad espiritual: “Amado Padre/Madre/Dios, bendita es Tu Presencia dentro de mí. La venida de tu reino es nacida a través de mis manos. Tu Voluntad es hecha a través de mi corazón. Tu estás en la Tierra, y conmigo, así como yo estoy en el cielo contigo. En el día de hoy yo soy el que brinda Tu pan diario a todos. En este día yo perdono todo, porque yo soy el Todo perdonándome a mi mismo. Juntos nos estamos guiando los unos a los otros lejos de toda distracción. Nos estamos librando los unos a los otros de cualquier ilusión seductora. Porque Nosotros somos el reino, somos el poder, somos Tu gloria,
            En Enero de ese año, recibí la noticia de que Juan el Bautista había sido ejecutado por orden de Herodes Antipas. Lloré por un amigo querido, quien sacrificó todo por algo más grande que si mismo.
            Una mañana mientras me relajaba dentro de mi temprana y solitaria caminata matinal para aclarar mis pensamientos, una vieja mujer vino hacia mí, cubierta de pies a cabeza con harapos sucios. Una leprosa, que había salido de su pequeña comunidad, la cual probablemente estaba escondida dentro de un profundo valle o en una oscura caverna. Ella extendió su mano cubierta de harapos hacia mí y dijo que había oído de mí y que había estado caminando por varios días. Yo podía ver que ella tenía un gran sufrimiento, pero no dijo nada acerca de eso. Ella sostenía una reliquia familiar, un pequeño brazalete, y me pidió si yo podía tocarlo, que ella lo llevaría de vuelta donde estaba su hija quien también estaba enferma, para que la juventud y la belleza de su hija se restauraran y pudiera casarse y tener hijos. Dijo que no pedía por su propia sanación porque ella ya había vivido una larga vida y tenía muchas hermosas memorias para recordar. Y ella confiaba en que en el reino de los cielos ella no sería despreciada con repulsión.
            Mi Creador, concédeme el don, que yo pueda tener siempre la dignidad, la gracia y la humildad de esa mujer. Que yo pudiera participar en su fuerza y su compasión. Que yo un día sería igual a la divinidad de esa mujer.
            Yo intenté tomar sus manos y ella las retiró. Suavemente envolví el brazalete con su mano y la sostuve. Ella comenzó a llorar, tal vez habiendo olvidado la última vez que había sido contenida sin juicio ni miedo. El amor de Dios fluyó hacia dentro de ella, despertando ese amor que había sido encerrado por una vida entera de opresión. Y las llagas se fueron, las lesiones se desvanecieron, la carne destrozada fue restituida. La vida, la juventud y la vitalidad ardieron nuevamente en sus ojos, en sus labios y en su corazón. Suavemente corrí el harapo que cubría su rostro y contemplé el semblante de la Madre y del Padre en plena gloria: “Vuelve a casa, mi hermosa hermana y encuentra que tu hija también ha sido agraciada, y sanada por el amor de Dios. Ella se postró de rodillas llorando de gratitud. Yo me arrodillé y la abracé. Y ambos lloramos por la belleza y el regalo de la vida eterna.
            Una palabra acerca de la sanación física. Alrededor de cada uno de ustedes se encuentra esa réplica energética de vuestro cuerpo de la que ya hemos hablado. Es este cuerpo energético el que crea el cuerpo físico dentro de él. Dentro de este cuerpo energético se encuentra la información de la salud perfecta. Esta misma información existe dentro de cada hebra de ADN en el cuerpo físico. Toda enfermedad comienza primero como un estado emocional el cual eventualmente es trasladado hacia el cuerpo. Sentimientos de alegría y amor producen salud. Sentimientos de estrés, miedo, ira y odio producen enfermedad. Por supuesto, el sendero kármico de cada persona es diferente, y la enfermedad es una gran maestra de lecciones de vida, y así cada caso es único. ¿Pero qué hay acerca de las enfermedades en niños y bebés? Tales situaciones son realmente dolorosas de comprender, especialmente para los padres. Pero les aseguro, a menudo estos amorosos niños están entre nosotros para enseñarnos acerca de un amor más profundo, de un sacrificio más profundo y de una compasión más profunda. En sus frágiles estados, ellos son sanadores tan poderosos como yo. Tan poderosos como ustedes.
            Hónrenlos. Ámenlos. Ámense a ustedes mismos y a los demás y la enfermedad no será más que un recuerdo remoto en este planeta. Pero por favor, mis queridos, no se sientan culpables por vuestras enfermedades, o se avergüencen de no ser una persona lo suficientemente amorosa como para estar sana. El amor de la Fuente es más sutil que eso. Seguramente sea que vuestro sufrimiento los está sanando de formas que no pueden imaginar así como también está sanando a aquellos que los rodean. Sean tiernos con ustedes mismos. Ustedes son, cada uno de ustedes, seres perfectos, divinos, experimentando un mundo menos-que-divino, lleno de multitud de desafíos emocionales y físicos. Ustedes son, cada uno de ustedes, honrados enormemente por vuestras luchas, porque sanando ustedes, vuestros hermanos y hermanas son sanados, y así también lo es el mundo y el universo que los rodea. Ustedes no saben lo poderosos que son. Y me honra estar entre ustedes.
            Mi deseo de ver a todos mis hermanos y hermanas sanados trajo un problema complicado. Yo sabía que no era mi misión sanar físicamente a cada uno de los que viniera hacia mí. No era mi rol el arrebatarles su propio poder individual. Mi misión era recordarles cuán poderosos eran, y así restaurar su espíritu. Yo no podía alejarme de mi propósito.
            Para ese entonces, las noticias de mis enseñanzas y mis “milagros” se habían extendido rápidamente. Las multitudes siguiéndome eran cada vez más grandes. Y yo comenzaba a llamar la atención de aquellos que detentaban el poder dentro de la región, dentro de Roma, y dentro de los cuerpos de gobierno religiosos locales.
            No voy a explicar quién empezó qué, o quién quería que yo desapareciera, o quién trabajó en su nombre. Ya ha habido demasiado acerca de estas cuestiones. Mi destino nunca estuvo en manos de los hombres o de los gobiernos. Yo elegí mi propio destino, así como ustedes eligen el vuestro a través de las acciones de vuestras vidas diarias. ¿Realmente pensaron que yo no tenía idea de lo que pasaría si continuaba en mi camino? Y no tenía importancia quién estaba en el poder. Yo molestaba el status quo. Tarde o temprano me habría convertido en un enemigo del estado. Era inevitable. La única pregunta real fue ¿cuándo?
            En tanto que la cadena de eventos sucesivos estaba ahora firmemente en movimiento, era tiempo de hacer un aporte al ministerio: De la compañía de las mujeres elegí a doce, no solo para encargarse de los enfermos y para asistir con las funciones diarias de la misión, sino también para enseñar en mi nombre. Ahora les voy a decir los nombre de estas lamentablemente no reconocidas mujeres, cada una de las cuales sostuvo las cargas y compartió las alegrías de nuestra misión al igual que los hombres: Nasanta, la hija de un médico Sirio; Milcha, la prima de Tomás; Raquel, la cuñada de Jude; Susana, la hija de un rabino de la sinagoga de Nazaret; Joana, la esposa de Chuza, quien trabajaba para Herodes Antipas; Elizabeth, la hija de un comerciante adinerado; Marta, la hermana mayor de Andrés y Pedro; Ruth, la hija mayor de Mateo; Celta, la hija de un guardia Romano; y Agaman, una viuda.
            María Magdalena, y Rebeca, la hija de José de Arimatea completaban el grupo. Déjenme recordarles que en esa época, a las mujeres no se les permitía ni siquiera entrar en las sinagoga con los hombres. Nada de esto, por supuesto, le caía bien a los apóstoles quienes eran, después de todo, hombres de su época. Pero si ellos iban a permanecer conmigo, ellos tendrían que estar preparados para reconocer cada injusticia. Todas y cada una de ellas. Luego mandé a los apóstoles a enseñar en grupos de a dos, de modo que pudieran tener suficiente tiempo como para hablar entre ellos y decidir si continuarían con mi mensaje. Todos volvieron.
            Una cosa más: Estas mujeres se quedaron conmigo hasta mis últimos días y horas, cuando todos los otros se habían ido.
            Si consideran mínimamente que no había críticos entre las multitudes que venían a verme, entonces se están olvidando de la naturaleza humana.
            Hubo buscadores genuinos, y hubo los meramente curiosos, y luego hubo agitadores. Como lo dije antes, ellos interrumpían preguntando a viva voz por qué, si yo podía hacer milagros, mi familia en Nazaret aún luchaba económicamente. Y ¿por qué simplemente no hacía que los romanos desaparecieran? Y que yo no lucía distinto de las docenas de otros que vagaban por la campiña proclamando que ellos habían oído la Palabra de Dios. Francamente, ¿quién era yo para hablar en nombre de Dios? Y: “Nada bueno puede venir de Nazaret”.
            No había ninguna respuesta que yo pudiera darles. Hay aquellos que están listos y los hay quienes aún están profundamente dentro de la experiencia de la ilusión. Ninguno es mejor que el otro. Todos están en su camino. Todos alcanzarán la misma destinación eventualmente.
            Pero la crítica de los sacerdotes cuando yo hablaba en el templo, era de una naturaleza muy diferente. Su intención era atraparme dentro de sus argumentos, lograr que yo les diera evidencia de mi blasfemia contra Dios. Verán, la religión de mi época estaba adherida estrictamente a códigos muy rígidos de conducta, códigos que dictaban cómo y cuándo uno debía comer, cómo y cuándo uno debía asearse, cuándo y cómo uno debía comportarse en materia de fe. Todo lo cual no tenía nada que ver con la fe, pero sí con el poder.
            Amigos. Al Padre/Madre no le interesa en lo más mínimo cómo ustedes llevan adelante vuestras vidas espirituales. Si las reglas te ayudan a encontrar el amor, entonces sigue esas reglas. Pero si liberarte de las reglas te ayuda a encontrar a Dios, entonces arrójalas al viento. ¿Estoy hablando a favor de que no haya leyes? Sí, si ustedes pueden vivir los unos con los otros, respetando la vida de cada uno, su pueden amarse los unos a los otros así como se aman a ustedes mismos. Si ese es el caso, entonces las leyes no son necesarias. Pero como podemos ver todos fácilmente, eso no es verdad aún. Y así es que todavía necesitan leyes para gobernar vuestras bajas naturalezas. Y así es como debería ser. ¿Pero de modo que las leyes y las reglas de conducta los acerquen a la Fuente? No. Dios está dentro de ustedes. ¿Cuánto más cerca podrían llegar? Los rituales y las ceremonias les recuerdan que hay un sendero. Pero ellas no son el Sendero. Ustedes son el único sacerdote, la única iglesia, la única biblia que necesitarán. 
            Yo no adhería a los códigos estrictos de la época – si ellos me distanciaban de mi mensaje y de mis seguidores. El mensaje lo era todo. Aunque no estaba dentro de mis creencias personales, yo comería carne con otros si eso ayudara a compartir mi mensaje. Si quieres liderar gente, primero debes seguirlos a ellos hasta el lugar donde viven. Debes ver el mundo a través de sus ojos. Debes caminar con sus zapatos. Y uno debe siempre, primero y antes que nada, enseñar con el ejemplo.
            Y entonces, sí, de acuerdo a las reglas de esa época, yo estaba comprometido en actos de blasfemia. En todo caso no importaba; porque ellos habrían encontrado, o manufacturado cualquier evidencia que necesitaban para destruirme.
            Sin embargo, les voy a contar acerca de uno de los cargos elevados en mi contra.
            Uno de los Fariseos me acusó de trabajar con Satán.
El demonio. Infierno. Azufre.
            Déjenme ofrecerles el antiguo significado Hebreo de Satán, que se pronunciaba “Sei-Taan”. No significaba el demonio, sino la ilusión de la materia, la ilusión del mundo material y su seducción lejos del mundo espiritual.
            Mis queridos. Si es que no van a escuchar nada más de lo que diga en esta ocasión, entonces escuchen esto: No hay diablo, ni demonios, más que los que nosotros mismos creamos. No hay infierno, más que el de nuestra propia construcción. Nunca lo ha habido. No hay purgatorio donde las almas valiosas son separadas de las indignas. Si el Todo Lo Que Es es amor, entonces eso es todo lo que puede ser. Mi Padre/Madre no castiga. Lo repito. Dios no castiga. Nunca. Jamás. Castigo, infierno, venganza, estas son creaciones humanas para mantener a otros subyugados. “Ojo por ojo”. Un concepto humano de la justicia. Les ofrezco una simple analogía: todos ustedes conocen personas a través de la historia – e incluso a través de vuestros periódicos y noticieros – quienes han demostrado actos extraordinarios de perdón y compasión. Padres que perdonaron al hombre que violó y asesinó a su amada hija. Soldados que salvaron la vida de sus torturadores. Hijos adultos que perdonaron a sus padres por los abusos físicos y emocionales más brutales. Si estos hijos de un Dios vengativo pueden ser así de amorosos y compasivos, entonces tendrían que ser más poderosos que este Dios. Pero ¿suena coherente? ¿O es más bien que estas personas simplemente están expresando la verdadera naturaleza de la Fuente? Lo digo nuevamente: Ustedes viven en un Universo amoroso. Ustedes son hijos de un Dios amoroso que no juzga nada – no importa cuán doloroso sea –
            ¿Eso quiere decir que un Hitler o un Stalin están en el paraíso? Si, así es. No significa, sin embargo, que un Hitler o un Stalin no llegue a aprender acerca del dolor y el sufrimiento que causó. Pero no es el fuego del infierno lo que experimenta, sino el llanto de los devastados. Él siente el retorcimiento de sus almas. Él ve las ramificaciones de sus actos. Él llega a conocer las otras elecciones que podría haber hecho. Y estas revelaciones llegan a través de la guía amorosa del otro lado del velo, no a través de un castigo forzoso.
            Hermanos y hermanas. Les doy mi palabra de que en vuestros largos viajes en este planeta, todos ustedes han sido asesinos y han sido el asesinado. Todos ustedes han sido santos y han sido pecadores. Todos ustedes han sido amos y han sido esclavos. Y así es como debería ser. ¿De qué otra forma aprende uno las lecciones del crecimiento espiritual sino a través de la experiencia directa? No hay mejor sanador para la prostituta que la prostituta. No hay mejor maestro para el abusado y el extraviado que alguien que también fue abusado y estuvo extraviado. Algún día, mis queridos, dulces compañeros, ustedes verán, una vez más, cuán magnífico es el Universo y cuán amoroso es el Plan. Cuán perfecta es su ejecución. Cuán bello es su destino.
            Quiere decir esto, sin embargo, que no hay cosa tal como el mal? No, sí hay mal. Es la suma total del más profundo daño, del más doloroso rechazo, del más triste abandono. Es la excrescencia de una herida no sanada. Es el pedido de ayuda no atendido y dejado solo. Mis compañeros, puedo describirles profundidades de brutalidad que han afligido a vuestros hermanos y hermanas que parecerían desafiar la comprensión humana. Algunos dirían que es el karma de esa persona, o de ese país, o de esa raza, el hecho de atravesar la pesadilla en la que se encuentran. Pero el karma existe solamente porque, en algún punto, el miedo fue elegido por sobre el amor. Tal vez el karma de una persona sea de hecho el experimentar la pobreza. Tal vez sea también el karma de otro el hecho de alimentarlos. ¿Es que el mal que existe, y el dolor que es infligido en este mundo, entristecen al Corazón de la Fuente? Sólo cuando no entristece el nuestro.
            Fue en esta época que Simón Pedro me preguntó: “¿Cuántas veces debería perdonar a un hombre que insiste en perjudicarme? Y mi respuesta fue: “No sólo siete veces, o incluso setenta veces, sino setenta veces siete”. ¿Por qué perdonar a alguien que te ha agraviado ligera o brutalmente? Porque te asegurará tu sanación emocional. La persona que te ha ofendido, ha traído a escena la ley de causa y efecto, o karma, y eventualmente, aprenderá la lección de su trasgresión. Las leyes de la naturaleza son justas. Las leyes de la gente raras veces lo son. Pero el perdón es algo difícil de hacer, y todo el mundo debe tener el tiempo que necesita como para trabajar con su experiencia. El duelo no debe ser apresurado. Honren el proceso. Pero cuando estén listos, consideren perdonar al ofensor. Ni siquiera tienen que encontrarse con él en persona.
            En tanto que todos ustedes están unidos energéticamente dentro del “holograma” universal, simplemente envía el pensamiento desde tu corazón hacia aquél que te ha lastimado, y eso es “registrado” instantáneamente, si quieres, en la Mente de Dios, y el vínculo energético negativo entre tu y la persona que ha cometido la trasgresión es cortado – instantáneamente y para siempre. Pero permanece en un lugar de odio e ira y venganza, y esa ligazón energética permanecerá atada a ti, y tu fuerza de vida misma será agotada. Pero antes de poder perdonar a alguien, por favor perdónate a ti mismo. ¿Qué es lo que significa perdonar? Simplemente seguir dando. ¿Qué es lo que das? La única cosa que realmente posees, porque todo lo demás es una ilusión: amor. Emite amor. Perdónate a ti mismo por no ser tan fuerte como quisieras, o tan espiritual o tan amoroso o tan veraz. Déjenlo ir todo, mis queridos. La culpa y la vergüenza sirven solamente al ego humano. El amor mantiene al universo unido. Él puede manejar vuestros errores. El perdón es un acto muy egoísta. Lo recomiendo altamente.
            Así es que hubo una reunión entre Herodes Antipas y los miembros del Sanedrín (Consejo de Judíos). Ellos incitaron mi arresto por razones obvias, pero Herodes, que nunca tomaba riesgos, se rehusó. Los miembros de su propio gobierno seguían mi mensaje y le aseguraban que cada vez que yo había sido llamado el Mesías y había sido urgido a hablar en contra de los gobernantes, yo había reafirmado que no era ese quién yo era y que esa no era mi misión. Herodes me veía como un fanático religioso más. Pero mi palabra había alcanzado Roma también. Y Herodes fue incitado a reconsiderar su decisión. Y lo hizo. Y se emitió la orden de arresto.

* * * * *
YESHUA – Parte 6 -  por Bradley
De: Brian Murphy – Agosto 23, 2004
Por Bradley – enlakeach@yahoo.com
Descargado del Boletín del Círculo Carmesí el 23 de Agosto, 2004
Traducción: Paola Damnotti
Anita Manasse – estrellam@sion.com


Profecía
            Siempre estuvo la posibilidad de que los eventos pudieran haberse desarrollado en forma diferente de lo que lo hicieron. Ni Yo, ni los grandes más allá de mi, pueden predecir absolutamente lo que sucederá en el futuro. Si, en la Mente de Dios todas las cosas son conocidas, todos los resultados ya están realizados.. Aún existe un infinito número de variaciones y colores para un evento. Cada ser viviente en el Universo de Universos tiene una mano en la evolución del Todo. Cada elección afecta a los otros en formas inimaginables para ustedes. Así que una profecía es solamente verdadera en el momento en que es pronunciada. Sin embargo, existen patrones de comportamiento que son conocidos, tal como el que ustedes conocen que si continúan jugando con fósforos en algún punto existe una muy buena posibilidad de que se quemarán a ustedes mismos. Así que los entendimientos generales del futuro con ciertamente posibles y a menudo exactos.
            Así fue, que en un cierto punto, yo supe a dónde me llevarían mis acciones, Y de que mi mensaje solamente tendría el impacto deseado con la liberación de mi vida física. Que así sea. Yo supe, tal como todos deberían saber: que no existe la muerte, solamente la transición. Y así fue que, a pesar de las súplicas de aquellos cercanos a mi, yo seguiría con mis enseñanzas, llevándolos dentro del mismísimo corazón de los poderes alineándose contra mi. Y así fue que yo comencé mi último viaje a Jerusalén.
Juicio
            Ella era una mujer casada con un hombre de Nazaret. Yo lo conocí. El aún no había llegado, deberíamos decir, a su potencial más alto. El estaba entre los miembros del Sanhendrin y ellos estaban arrastrando a esta mujer detrás de ellos para ser apedreada por adulterio. La multitud usual, la cual disfrutaba tales espectáculos, se había reunido. Qué escena triste, el patético resultado final del juicio se apiló sobre el juicio, la crítica sobre la crítica, el miedo sobre el miedo. Tal como dije, Yo conocía al hombre. El no estaba en posición de juzgar a nadie, menos de todo a la mujer que había luchado tanto por vivir con él a expensas de su propia felicidad. Yo intercedí en su nombre: “Quién entre ustedes está libre de pecado? Dejen que él arroje la primer piedra.” Pero también expresé privadamente para información de los hombres que yo estaba bien conciente con respecto a sus propios estilos de vida. Cada hombre, sucesivamente, se fue, las piedras cayeron en su rapidez. Levanté sobre sus pies a la estropeada, mujer herida emocionalmente: “Yo también sé de ti. Yo se de tu vida y de las elecciones que has hecho. No los juzgo. No es mi lugar. Solamente tu puedes, verdaderamente, juzgarte a ti misma. Ni siquiera el padre en el cielo te juzga. El meramente te ofrece otras elecciones. Ve ahora, mi hermana. Vive tu vida en lo más elevado.”
            No juzgues a menos que quieras ser juzgado. Esa usual línea citada, simplemente, significa que vendrá un tiempo cuando se nos permitirá el gran regalo de rever la vida entera. Y nosotros seremos testigos de los juicios que hemos hecho de otros, y veremos la verdad sin mancha de nuestras propias elecciones en la vida. Y yo les prometo esto, mis hermanos y hermanas: Energía similar atrae a energía similar. Lo que no nos gusta y criticamos y juzgamos ásperamente en otro es exacta y absolutamente eso que nos disgusta y que aún no hemos enfrentado en nosotros mismos. El juzgamiento es un acto del ego. Somos todos como magnetos atraídos los unos a los otros en la vida para reflejarnos los unos a los otros: todas nuestras relaciones exponen aquellos maravillosos potenciales que aún tenemos que alcanzar, aquellas muy humanas debilidades que aún debemos encarar. ¿Significa esto que no podemos criticar nada en la vida? Nosotros podemos hacer cualquier cosa que nos guste, solamente sepan que la energía de la crítica retornará, y a menudo en formas dolorosas. Uno puede discernir algo como no apropiado para uno mismo, sin juzgarlo como bueno o malo, y simplemente alejarse de esto. Porque, mis hermanos y hermanas, también puedo prometerles que ustedes, simplemente, no tienen suficiente información para juzgar las elecciones de otros como buenas o malas. Podría pararme aquí y listar durante todo el día eventos que fueron primero juzgados como “malos”, aún en retrospectiva fueron encontrados que habían creado un bien mucho más elevado. Por favor, no se juzguen los unos a los otros, mis amados, nada bueno saldrá de esto.
            Vamos también a apuntar brevemente otro dicho que debí pronunciar,  el cual yace en el reino del juicio también, y ese tiene que ver con las posibilidades de una persona rica de entrar al cielo y del camello pasando a través del ojos de una aguja.
            Cuando hablé del reino de Dios  dentro de ustedes, quise decir eso literalmente. Así es cuando hablo de cielo. Esta dentro de ustedes. ¿Existe como un lugar físico también? De forma que ustedes puedan entender, si. Pero ustedes también acceden a él a través de su corazón. El cielo, como un lugar existe en un plano altamente vibracional e interdimensional. Está, literalmente, tal como lo digo, todo alrededor nuestro y dentro nuestro. Pero la energía de la vibración del cuerpo de uno debe resonar con la vibración de esa dimensión. Es por eso que no existen paredes o cercas en el cielo. Luego de que dejan el cuerpo, ustedes van, como un magneto, a donde su vibración los guíe. Así que el mundo en el que habitan confortablemente ahora, podría ser diferente al mundo hacia el cual viajen. Déjenme ser claros acerca de esto: Si aún hay trabajo para ser hecho, ustedes continuarán. Ustedes retendrán la personalidad y la vida emocional y mental con la que se fueron. ¿Va a ser más placentero? Si, aún es el cielo, después de todo.
            Todo lo que desean es manifestado – de acuerdo a tu tasa vibratoria. ¿Cómo hace uno para aumentar la tasa vibratoria de uno? Amándose a si mismos y a otros. No siendo crítico. Siendo compasivo, ustedes ya saben que cuando ustedes están experimentando el sentir amor y la alegría ustedes se sienten más livianos. Eso es porque ustedes están, bastante literalmente, más livianos.
            ¿Qué tiene todo esto que ver con ser una persona rica entrando en el cielo? Significa que no importa si ustedes son ricos o no. Es lo que ustedes hacen con su vida – su dinero, sus talentos, sus posesiones, sus regalos, sus pensamientos, su tiempo – lo que determina su vibración. La Fuente no tiene nada en contra de la riqueza. El Universo es infinito. No conoce límites. El hecho de que vivan abundantemente no le quita a otro. Tener una vida linda – y compartirla con otros – es un acto de amor a uno mismo y el amor a uno mismo es el amor de Dios. Pero la clave está en compartir. Mis compañeros viajeros, dar y recibir son exactamente la misma energía. Recibir en la vida, dar. El dar es recibir de vuelta en calidad. De hecho, lo que ustedes dan desinteresadamente lo reciben de vuelta multiplicado, porque el Universo evoluciona en un espiral. La energía del miedo y del enojo vuelve a ustedes en cantidades iguales a las cuales ustedes pusieron hacia fuera. Sin embargo, la energía de dar y de la compasión y del amor vuelve a ustedes expandidas.
            Conocí a Lázaro cuando era un hombre joven. Lázaro falleció en Betania cuando yo estaba enseñando en Filadelfia. Sus hermanas, Marta y María me enviaron un mensaje diciendo que el estaba muriendo. Ellas también creyeron que yo podría salvarlo. No lo iba a hacer.
            Lázaro conoció mis enseñanzas. Y a pesar de que él no lo recordaba en ese momento, él había acordado antes que encarnaría para asistirme en un tema de importancia. Nadie tiene el poder sobre el libre albedrío de otro dado por Dios. Ni siquiera yo. Todos los que curé habían acordado eso como parte de mi misión. No podría hacer ningún milagro sin el previo consentimiento de aquellos involucrados. Mi propósito no fue salvar a Lázaro de su enfermedad, tal como había hecho con otros, sino hacer una demostración más grande concerniente a la misma naturaleza de la muerte, la cual causó – y causa – tanto miedo y dolor en el mundo. Entonces Lázaro sucumbió. Y partí a Betania.
            Cuando llegué, Lázaro había estado enterrado tres días. Me encontré con ambas, María y Marta, llorando. Traté de consolarlas, entonces ellas me siguieron a la tumba y les pedí que la piedra fuera removida de la apertura. Comprensivamente, aquellos reunidos estaban aterrorizados y afectados por mi pedido. Les pedí que tuvieran fe en el trabajo del Uno a través de mi. De mala gana, la tumba fue abierta, el olor de la corrupta muerte llenó el aire. Entré orando, agradeciendo a la Madre/Padre de antemano por la resurrección que tomaría lugar. Entonces, infundido con el poder divino, dije la Palabra y la Palabra se hizo manifiesta: “Lázaro, ven hacia delante!”
            La oración es la intención divina puesta en acción a través de la vibración, ya sea a través del pensamiento o a través de la palabra hablada. Ambas son poderosas en su propia forma. Ahora les ofreceré el “secreto” de la oración: No pidan nada. Nunca. Den gracias de que su pedido ya ha sido respondido. El poder manifestado de la oración sucede solamente en el Santo Instante, el Ahora. Si ustedes oran por algo en el futuro, sucederá en el futuro. Y pedir algo ahora, aún está operando desde un lugar de impotencia, desde un lugar de falta de conocimiento. Pedir algo significa que no lo tienen. Y les digo, hermanos y hermanas, ustedes también son Dios. Ustedes poseen todo lo que necesitan para manifestar sus oraciones en su vida. Y el fertilizante, si ustedes quieren, de la oración está en la fe, la absoluta confianza de que su oración ya ha sido respondida. Recuerden, en un Universo donde el pasado y el futuro existen simultáneamente, ya existe en futuro ustedes quien ya ha manifestado todos los deseos de su corazón. Todo lo que ustedes hacen es llamar a lo que ya existe en vuestra realidad presente.
            Oren, no desde la mente, y nunca desde el ego, sino siempre desde el corazón. Sientan su oración. Huélanla, saboréenla, tóquenla, escúchenla – háganla real. Y finalmente, una vez que hayan dado gracias por la manifestación de su oración, y la hayan hecho real, entonces libérenla sin agregado, de regreso al Universo para que se ocupe de los detalles. Denle su oración al águila bien alta en el bosque la cual ve más de lo posiblemente pueden ustedes. Y siempre oren desde un lugar de gratitud y humildad, porque aún a pesar de que el poder reside dentro de ustedes, también reside fuera de ustedes, y sus acciones y oraciones afectarán a otros. Den gracias de que su oración es respondida para el bien más elevado, no sólo para ustedes mismos.’ Ustedes, entonces, se abastecen de  una más profunda reserva de poder.
            Y con el poder de mi oración para Lázaro, los espíritus escondidos del Universo trabajaron juntos, más allá del tiempo y del espacio, y reconstruyeron su cuerpo. Y el alma de Lázaro, la cual estaba esperando del otro lado del velo, regresó a la forma física. Y Lázaro, el hombre, salió de la caverna hacia el callado asombro, y la sentida alegría de aquellos reunidos.
            Y les dije a ellos: “Sean agradecidos por el poder y el amor de Dios que da el regalo de la vida. Porque les digo que la vida es eterna. Y la muerte no es el final, sino un comienzo. Créanme cuando les digo que la muerte solamente tiene el poder sobre ustedes que ustedes le den a ella. La muerte no es una creación del padre, sino de la humanidad.  Se supone que ustedes vivan y disfruten los frutos de la vida.”
            Y les digo lo mismo. La muerte es la creación del ego y el ego es la creación del miedo. Dejen ir el miedo y abracen la vida y la muerte, verdaderamente, no tendrá dominio.
            Y qué fue de Lázaro? El acordó un rol difícil en mi misión, y fue el centro de mucha atención indeseada después. Luego de mi muerte, autorizaciones de detención fueron publicadas para él ya que se había convertido en un ejemplo viviente de mi enseñanza. No se le permitía caminar libremente. El huyó a la seguridad con su familia y murió siendo un hombre viejo.
            Ya que las fuerzas predominantes habían escuchado que yo estaba planeando ir a Jerusalén a pesar de las autorizaciones de arresto, ellos decidieron esperar por mi. Para la preocupación y miedo de mis apóstoles y compañía, entré por las puertas de la ciudad.
            Una gran multitud siguiéndome – aún esperando que me proclamara a mi mismo como el Mesías – Yo entré en la corte del templo para comenzar a hablar del amor de Dios. Pronto fui preguntado: “ ¿Es justo para nosotros que le rindamos tributo a César, el que nos mantiene en esclavitud?” A lo cual respondí: “Denle al César lo que es del César, denle a Dios lo que es de Dios” ¿Qué quise decir con eso? Que todos ustedes viven dentro de un mundo material. Es la gran escuela que ustedes han creado para ustedes mismos. Les sirve. Hónrenla. Honren y amen al planeta y a aquellas cosas que ustedes crean con sus manos y con sus mentes. Honren sus cuerpos los cuales son tales vehículos magníficos para su espíritu  Celebren su humanidad y sus luchas y su sexualidad y sus grandes ideas y sus pasos errados. Pero entonces, el séptimo día, tal como fue, dejen ir todo. Vuélvanse al interior. Nutran y celebren al espíritu. Refuercen su conexión con lo Divino. Honren también quienes ustedes son fuera de este plano material. Den gracias de que ustedes también son Dios.
            Continué hablando, pero pronto me estremecí por la escena ante mi. La corte se había convertido un poco más que en un rudo y bullicioso mercado donde la moneda judía era intercambiada por la moneda del templo donde los peregrinos pudieran entonces comprar las ovejas para el sacrificio. Pero también había vendedores de pájaros y comerciantes ofreciendo sus mercancías y todas formas de comercio humano, y todo dentro de la codiciosa distancia de los templos sagrados construidos para honrar al Padre/Madre/Dios. Traté de hablar, pero se volvió demasiado, y yo estaba bajo las mismas presiones humanas de los difíciles meses que precedieron a este día. Y me precipité sobre los vendedores de moneda y tumbé sus mesas, lo cual, sucesivamente, animó a otros de mis seguidores a hacer lo mismo, después de poco tiempo, una escena de cercano alboroto estaba ocurriendo.
            Me arrepiento de este incidente. Desde entonces, ha sido utilizado para justificar cualquier número de actos de violencia. No fue una respuesta apropiada a la situación. Pero fue una respuesta humana, y tal como ustedes, yo fui humano también. Esto también sirvió para convencer más a los poderes que eran  de que yo era un revolucionario y que debía ser detenido.
            Vengo aquí esta noche para afirmar otra Verdad Universal: La violencia solamente produce violencia. ¿Significa esto que ustedes no deberían defenderse a sí mismos, o a aquellos que ustedes aman? No diré que no existan momentos cuando se deban tomar decisiones difíciles. Y como siempre, no hay juicio. Y, a veces, la violencia debe ser experimentada para abrirse uno mismo, y a la nación de uno, a otras posibilidades. Pero no me pararé aquí y diré que la violencia alguna vez sea una respuesta apropiada a una situación. Podría servir para un fin de corto plazo, pero es una energía que ha sido liberada y que debe ser traída de regreso al equilibrio, y ese equilibrio podría llegar en una generación o más tarde, pero vendrá. Y también les prometo que si miramos atrás en nuestra historia sobre este planeta, objetivamente, pronto encontraremos que la violencia siempre fue la primera opción y nunca la última.
            La violencia en su mundo fue, y aún es, un gran negocio. Ha sido hecha aceptable. Ha sido justificada. Ha sido glorificada. Ha sido convertida en entretenimiento. No estoy regañando, solamente declarando lo obvio. Es vuestra elección. Y es honrada.
            También les informo de otra Verdad Universal, y esta es que la violencia que ustedes ven en el mundo exterior no va a cesar hasta que la violencia en el corazón humano cese. La guerra y el odio y la injusticia de las que ustedes son testigos sobre el planeta es muy simple la manifestación exterior de la guerra y del odio y la injusticia rabiando en los corazones de la humanidad. Una de las grandes verdades escritas sobre este planeta es el dicho hebreo “Salvar una persona es salvar al mundo.” Es absolutamente cierto. Sanen sus corazones. Ámense a sí mismos, y los unos a los otros, y con ese mismo acto, ustedes envían hacia afuera una más grande ola de amor de lo que ustedes pueden saber, la cual, instantáneamente, alcanza a cada uno y a cada lugar sobre la Tierra. Incluso irradia hasta el mismo fin del Universo. Eso es cuán poderoso vuestro amor es.

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