AVATAR
Tenemos en las carteleras de todo el mundo una excelente película: “Avatar”, donde los efectos especiales, mezclados con elementos futuristas y fantásticos, nos transportan a un mundo donde la imaginación y la utopía se concilian con nuestro deseo de superar los límites que nos encierran en este mundo imperfecto y monótono que nos toca vivir. Parece que todo está controlado, que nuestras vidas están escritas de antemano y que necesariamente tenemos que cumplir nuestro papel, soso, tedioso y poco imaginativo.
En esta película se muestra una idea que no deja de ser brillante e innovadora si no fuera porque ya estaba inventada. Me explico:
Desde hace miles de años, nuestros padres genéticos venidos de espacio, que nos sembraron y mejoraron a partir de los viejos primates, pusieron en el espacio, dentro de nuestro propio sistema solar una base enorme. Se trata de una especie de nave espacial de casi cien Km. de diámetro, que alberga en su interior una vida sofisticada e impensable para los seres humanos.
En una de las secciones de dicha base, a la que llamaremos “Luna Negra” se ubican varios miles de ataúdes donde dormitan otros tantos seres que habiendo dejado su cuerpo físico en estado de latencia, compenetran su alma con seres de la Tierra, pilotándolos y guiándolos hacia una misión, profética, mística o científica. Veremos un ejemplo:
Hace más de dos mil años, seres superiores intervinieron con un mejoramiento genético en la inseminación anormal de una niña hebrea a la que los cristianos llamaron María, Virgen que concibió a Jesús. Este ser, comenzó a manifestar desde niño capacidades superiores a sus contemporáneos. Desde los 13 años hasta los 29 viajó a la India y aprendió de la filosofía oriental técnicas y principios filosóficos que le ayudaron a crear una personalidad carismática y mesiánica. De retorno a Palestina, y ante Juan el Bautista en el rio Jordán fue cristificado; es decir, en él se alojó el espíritu Crístico de un ser que en la “Luna negra” había dejado su cuerpo físico en estado letárgico, proyectando su alma sobre Jesús. Fue entonces llamado Jesús el Cristo. Y comenzó a realizar milagros y prodigios que dejaron asombrados a propios y extraños. ¿Pero quien realizaba los milagros?.... Jesús o el Cristo que le compenetraba.
Lo mismo ocurrió con Buda, incluso con hombres de ciencia y seres que de una u otra manera han contribuido al progreso del ser humano a través de la Historia.
Citando asimismo el contexto judeo-cristiano, en Pentecostés, narra los “Hechos de los Apóstoles”, como a la muerte de Jesús, unas lenguas de fuego se posaron sobre los apóstoles, redimensionando su personalidad, convirtiéndoles, de simples pescadores en seres superiores que empleaban el milagro y el prodigio como herramientas para persuadir a sus adeptos.
En la película Avatar se parte de la misma idea, aunque dicha compenetración se realiza de una manera más electrónica y mental; pero la idea es la misma.
Hombres ignorantes que no conocían este mecanismo de compenetración deificaron a los personajes que estaban pilotados, haciendo religiones, cultos y doctrinas, que a lo largo de la Historia del hombre han dado lugar a verdaderas luchas fratricidas entre pobres humanos que reaccionan más ante el prodigio que no hacia la lógica y la intuición superior del espíritu.
En este tiempo, se han sustituido estos seres compenetrados por “contactados” “canales” o “antenas” que pretenden traernos el dictado de Dios sobre los hombres. Resulta inevitable que entre la “Conciencia Superior” y los pobres mortales, surjan, sacerdotes, ministros de Dios, profetas y Contactados, que jerarquizan. Dogmatizan y esclavizan a los ignorantes, prometiéndoles, paraísos, conocimientos superiores o cielos más o menos adaptados a los gustos humanos. Desde un cielo contemplativo para los menos exigentes, hasta un paraíso donde cada hombre tiene derecho de pernada sobre tantas o cuantas doncellas vírgenes para su propia satisfacción. Es por esto, que estas películas, de una manera consciente e inconsciente nos sugieren que quizás sobre santos, Cristos o profetas no esté el Dios supremo, sino entidades superiores, que dejan a Dios en un estadio más alto, más elevado, menos especulativo para los dichosos intermediarios.
En esta película se ve también otro concepto, extraordinario importante. Donde el ser humano es sino un eslabón de una conciencia mayor, que lo forma el planeta, la naturaleza y el Universo. Nada puede separarse en un modelo evolutivo consciente. El pez, la planta, el aire el hombre y el mosquito es “Uno en el todo y todo en el Uno” Todos están en el todo y no se pueden separar. Todo es Dios, Todo es conciencia, Todo evoluciona al unísono. Es por esto que en el Evangelio de Tomás se cita “…levanta esta piedra y ahí está Dios, Corta un tronco y en su interior y ahí también estará Dios” Esta idea panteísta choca con las religiones antropomórficas, donde Dios es un Padre bueno que está en el Cielo, dejando a SU ÚNICO HIJO, entre los hombres.
En nuestra cultura se puede matar ahora un jabalí con una escopeta de caza, mañana quemar un bosque y después ser canonizado como santo por seguir un culto o profesar una determinada fe. En realidad solo existe una forma de ser consciente en Dios, y es integrándose en el todo, latir con el todo y evolucionar con todo el colectivo existencial. Esta idea está perfectamente reflejada en esta excepcional película, que os recomendamos que veáis. También es cierto que la violencia desborda la realidad, pero los conceptos esgrimidos de fondo son auténticos y se acercan a una idea esotérica de elevación consciente en la Conciencia Superior.
Licerio Moren
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