viernes, 16 de marzo de 2012

LA BIBLIA Y LOS EXTRATERRESTRES

SIXTO PAZ WELLS

“Y subieron Moisés y Aarón, Nadab y Abiú,

y setenta de los ancianos de Israel .Y vieron al Dios de Israel;

y había debajo de sus pies como un embaldosado de zafiro,

semejante al cielo cuando está sereno”. (Exodo 24,9-10)

¿Es la Biblia un relato de la presencia de extraterrestres en la Tierra?

Con todo el respeto que nos merecen las Sagradas Escrituras, y los Libros Sagrados de diferentes pueblos y religiones, en todos ellos encontramos evidencia de presencia y manifestación de visitantes de otros mundos y dimensiones.

La Biblia es un conjunto de libros considerados inspirados por algunas de las más numerosas e importantes religiones del mundo, pero no es el único.

La Biblia se nos presenta como un registro en gran parte histórico del pueblo de Israel a lo largo de casi cuatro mil años, a la vez que retrata los mitos, usos y costumbres de los pueblos de oriente próximo . El pueblo de Israel vivió un largo proceso de transculturización asimilando muchos de los diferentes aportes de otros pueblos con los que convivió y compartió lo cual también aparece evidenciado en sus textos religiosos. Siendo pues la Biblia un cúmulo de textos redactados en diferentes épocas considero que en él se encuentra una gran cantidad de referencias a la participación de extraterrestres en nuestro mundo y en nuestro desarrollo.

¿Esto negaría la existencia de Dios?

De ninguna manera. Dios es el Creador de todo, y el que extraterrestres más avanzados que nosotros puedan haber estado actuando en la Tierra desde tiempos antiguos , no niega la existencia de Dios, por el contrario, nos muestra un Dios más omnipotente y vasto. La vida bien pudo haber empezado en otras partes antes que aquí cuestionando la idea de que seríamos el centro de la creación y de la vida misma. Pero si ese Dios esta en todo simultáneamente , no hay un centro necesariamente.

La idea de Dios que hoy manejamos habría surgido de ese contacto con seres del espacio. Pero no la idea de un Dios extraterrestre, sino de una fuerza universal incomprensible e inconmensurable. Aunque siempre surge la posibilidad de que se confundiera a los mensajeros con el mensaje.

¿Serían los ángeles los extraterrestres?

Los ángeles del pasado serían los extraterrestres de hoy, y esto es evidente al analizar el desenvolvimiento de estos personajes . Pero el que se les haya confundido con ángeles o se les haya llamado así: “ángeles” que significa “mensajeros”, no niega la existencia de los ángeles como tales, los cuales serían habitantes de otras dimensiones y planos.

¿Cuando se podrá saber de todo esto abiertamente?

Al ritmo de los acontecimientos mundiales, podría decir que no falta mucho para que se produzca un gran desembalse de información, y en tal sentido analicemos éste fragmento de uno de los rollos del Mar Muerto encontrado a fines de los años 40:

“Esto será para vosotros la señal de lo que sucederá: cuando la prole de la perversidad sea encerrada, la maldad desaparecerá ante la rectitud como las tinieblas ante la luz. Y como el humo se desvanece y ya no existe más, así la maldad se desvanecerá para siempre y la rectitud se mostrará como el sol, ordenador del mundo. Todos los que retienen los misterios de la rebeldía dejarán de existir, el mundo se henchirá de conocimiento y jamás habrá ya en él insensatez.”

( Qúmram, Libro de los Misterios IQ27 ,6-8)

¿Hasta qué grado habrían intervenido o actuado seres de otros mundos en nuestra historia?

Diría que hasta el grado de intervenciones directas, y en algunas ocasiones llegando al grado de diseñarnos, normar nuestras vidas, castigar nuestras faltas y hasta el emparentamiento, mezclándose e hibridándose con los terrestres. .

“Pensé entonces para mis adentros que la concepción (de Noé) había sido obra de los Vigilantes de Mundos y de los Guardianes de Planetas, o de los nefileos (ángeles caídos o gigantes)( ...)

Yo te juro por el gran Santo, por el Rey de los cielos... que es de ti esta simiente, de ti esta concepción y de ti el fruto producido...y no de ningún extraño ni de ninguno de los Vigilantes ni de ninguno de los Hijos del Cielo”.

(Qúmram, Apócrifo del Génesis 1QGn,1y 16)

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