viernes, 6 de agosto de 2010

MARÍA



Sepan Bienamados Niños, que hicimos todo lo que era posible hacer, en nuestra Radiación y nuestra Presencia, en nuestras dimensiones, para reducir y limitar la reconstrucción. Sin embargo, vuelven a entrar en su último trimestre de este año, en una reconstrucción principal y, en ésta, van a encontrar la Luz, van a encontrar lo que son. En este choque del mundo, el velo se rasgará cada vez más. Sus potenciales espirituales, que se les habían vejado, van a remanifestarse.


El conjunto de los Seres de la Luz sumidos a la Luz del Cristo están en adelante en enfoque a ustedes, no en cuanto a su dimensión física sino a niveles más sutiles. Percibirán el calor, la radiación y el Amor. Ir hacia ellos, es ir hacia ustedes. Es incorporarse a su Eternidad.

Les agradecemos estar allí y haber realizado, para ustedes, y también en el sentido del Servicio, para sus hermanos, la Verdad de lo que son. Estamos confiando, ahora, en la salida de los que hacen caso omiso.

Pronto, mis Amados Niños, me dirigiré individualmente a ustedes. Mientras tanto, mucho seres humanos, hoy, reciben mi voz y mi Presencia. Esto con el fin de preparar mi manifestación en su densidad. Pronto, mis Amados Niños, volveré de nuevo, como soy parte, en la forma que era la de mi último cuerpo, que me es posible materializar y sintetizar.

Entonces, mis Amados Niños, tomen tiempo para ustedes. Tomen tiempo para acoger, percibir, experimentar y vibrar a mi Presencia. Tomen tiempo para servir, ayudar y amar a los de entre ustedes que dudan, a los de entre ustedes que sufren y que no tienen acceso, por el momento, a eso.

Me encontrarán en la naturaleza, en su ser interior, en sus momentos propicios al abandono y a la fe, ustedes me encontrarán ante el agua, me encontrarán ante los árboles, me encontrarán también cuando establecen una relación sincera y auténtica con sus Hermanos y sus Hermanas.

Todo lo que se manifiesta a su Conciencia y a su Vida, a partir del momento en que permanecen en la humildad, la simplicidad, el Corazón y en el reencuentro, participa en su liberación, de una forma o de otra. No duden. No llega nada, hoy, por casualidad. Están en el tiempo de la Revelación y la Resolución. Todo lo que a ustedes llega tiene un sentido. Todo lo que a ustedes llega permite mi Presencia. Entonces, acéptenla.

Cultiven lo que se acerca a ustedes, la simplicidad y la evidencia. Cultiven lo que se acerca a ustedes, un estado de ligereza y Alegría interior. Lo que de ustedes se aleja, aléjenlo de su camino. Lo que se aleja de la Alegría del Corazón, no participa en su vuelta a la Unidad. Más allá de reacciones muy lógicas cuando llega un acontecimiento, intenten penetrar en el momento, aferir lo inmanente y el reencuentro a mi Presencia y a la Presencia de los innumerables Seres que velan a lo que viene. Bienamados Niños de la Luz, mis Niños Amados, lo que tienen que vivir será fácil y alegre si se colocan, debido a su reencuentro, bajo mi protección. Si se colocan bajo la influencia de las fuerzas celestiales de la Luz Auténtica, si su fe y su Verdad se vuelven hacia nosotros, nada de molesto, nada de contrario a su propia Verdad, podrá causarles sufrimiento de ninguna manera.



En pocos de sus meses, en la fiesta del Arcángel, la fusión se realizará entre mi polaridad y la polaridad del Arcángel. Vivirán, durante su semana de preparación en el Cónclave de los Arcángeles, la preparación de esta fusión entre el ultravioleta y el Espíritu Santo. Sus partículas de Luz, sus partículas de Eternidad, vibrarán entonces a un nuevo ritmo.

Son también Niños de Eternidad quienes han hecho el juramento, un día, de encontrar la totalidad de lo que Son. Este momento se acerca, ahora, a grandes pasos.

La preparación se amplió con la llegada en su densidad, de la Energía Arcangélica. Estas distintas energías tienen por objeto preparar su Templo Interior que debe recibirse en el seno y la palabra de mis hijos, los que tienen la llama del Cristo.

El abandono a la voluntad de la Luz, la ausencia de resistencias para los que acogen al Arcángel Mikaël, es de verdad un regalo y una subvención del Padre para su humanidad y para sus almas individuales. Para eso, deben, como lo decía mis bien amados hijos, volver a ser como niños, volver a ser simples [sencillos].

Los niños son simples, los niños son humildes, los niños no conocen el futuro, no conocen el pasado, viven el momento presente.

No hay ningún obstáculo que la Luz no puede superar. No hay ninguna oposición, en ustedes como fuera de ustedes, que la Luz no pueda disolver. Eso es una cuestión de confianza. Eso es una cuestión de Fe pero, más allá, es una cuestión de Aceptación.

Se les avisará, estén seguros. Se avisará a la humanidad entera. Ciertamente, no por sus medios tecnológicos, ciertamente, no por los que llaman extraterrestres, sino por mi presencia espiritual que oirán indistintamente. Les diré, en el momento oportuno, que el momento llegó. En ese momento, les corresponderá prepararse para la Efusión Final.

Cualesquiera que sean sus métodos (sea el rezo, sea la meditación, el sentido del servicio y la ayuda al otro), por todas las vías deben acercarse mi, como Yo me acerco ustedes.

A medida que se abandonen a la Efusión de los Arcángeles, a mi Presencia, ustedes constatarán que el miedo desaparecerá, cada uno a su ritmo…

…dejen los miedos a los miedos, cultiven el Amor, cultiven la Tolerancia, cultiven en la Alegría, abandonándose a mi presencia, a mi irrigación, a mi dirección, abandonándose completamente a las Efusiones de Mikaël. Son para ustedes una gran oportunidad de realizar por fin su Unidad y su Divinidad.

El Espíritu Santo corresponde a la Energía de la Gracia. Se les pide colocarse bajo la influencia de la Gracia [en Estado de Gracia]. La Gracia es ligereza. La Gracia es regalo. Bajo la influencia de la Gracia su vida cambia en conjunto, en sincronía.

… mi papel ahora, y la voluntad del Padre, es que me aparezca a cada conciencia, en cada alma. Para cada alma, eso es diferente.


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