domingo, 3 de octubre de 2010

La parte más importante del cuerpo


Cuando era muy niña, mamá me preguntó cuál era la parte más importante del cuerpo.
Yo pensé que era lo más importante para nosotros, los seres humanos, entonces dije, las orejas, pues con ella puedo escucharlo todo.
Ella dijo, No.
Muchas personas son sordas. Más continúe pensando sobre este asunto.
En otra oportunidad me volvió hacer la pregunta.
Había pasado la primavera yo imaginaba tener la respuesta correcta.

Así que esta vez le dije: Mami, la parte mas importante del cuerpo son los ojos.
Ella me dijo: estás aprendiendo rápido, más la respuesta aún no es la correcta, porque hay muchas personas ciegas.
Yo continué buscando la respuesta durante mucho tiempo y siempre la respuesta era no.
Entre tanto, un día, mi abuela murió.
Todos estaban tristes.
Todos lloraban, hasta yo misma lloraba.

Ella me preguntó: Tu ya sabes cual es la parte más importante del cuerpo?
En ese momento me chocaba porqué ella me hacía esa pregunta.
Eso sólo era apenas un juego entre ella y yo.
Observando que yo estaba confusa ella me dijo: Esta pregunta es muy importante.
Muestra cómo vivirás realmente tu vida.
Para cada parte del cuerpo que vos me citaste en el pasado, yo te dije que estabas errada y yo te di un ejemplo que justificaba.
Mas hoy es un día que tu necesitas aprender esta importante lección.
Yo vi lágrimas en sus ojos.
Ella dijo: Mira querida, la parte del cuerpo más importante es "el hombro".

Yo pregunté, porqué es la que sustenta mi cabeza?
Ella respondió, no, es porque puede apoyar la cabeza de un amigo o de alguien amado cuando está llorando.
Todos precisan de un hombro para llorar en algún momento de su vida.
Yo espero que tengas bastante amor y amigos y que tengas siempre un hombro para llorar cuando precises.

Las personas más felices no siempre tienen lo mejor de todo; sólo sacan lo mejor de todo lo que encuentran en su camino.
La felicidad espera por aquellos que lloran, aquellos que han sido lastimados, aquellos que buscan, aquellos que tratan.
Si necesitan un hombro para llorar, aquí estoy.

Afrodisiaco efectivo




Una matrimonio de unos jóvenes viejitos como de 70 años, deciden regresar al pueblito donde se habían conocido antes del matrimonio.
Todos acarameladitos y cogidos de la mano recorren los parques y callecitas que tantos recuerdos les traían.
De pronto se encuentran en una avenida llena de árboles y solitaria y al final una malla de alambre.
El viejito le pone la mano en el hombro a la viejita y acariciándole la barbilla le dice: Te recuerdas Anastasio que la primera vez que hicimos el amor fue contra esa malla. Si hombre Ana Cleto... Como no me voy a recordar... Si allí se me voló por primera vez la paloma de la virginidad.
Resulta que un policía de la población siguió de lejos a la pareja de viejitos, pues le parecía un poco raro su comportamiento.
Volvamos con los viejitos.
En su entusiasmo de recuerdos el viejito le dice a la viejita: A que no eres capaz de repetir la hazaña, Anastasia?
A que si viejito perrucho¡Vamos de una, que por aquí nadie nos ve.
Cuando estaban al pie de la malla de alambre, se desnudan, el viejito la abraza y la recuesta contra la malla.
El policía que observaba detrás de un árbol no podía dar crédito a lo que veían sus ojos. La pareja de viejitos se movía hacia arriba, hacia abajo, hacia adelante hacia los lados.
En este trajín estuvieron como diez minutos. Cuando de pronto los dos se sueltan y caen al suelo exhaustos.
El policía no se aguantó y se acercó a los viejitos y les dice: ¿Cómo hacen ustedes a esta edad para tener tanto vigor y hacer el amor de esa manera?... Cuál es el secreto?
El viejto todavía pálido y jadeante, le contesta: Ningún secreto mijito. Eso es la misma pendejada toda la vida y en cualquier parte.
Lo que pasa es que hace 50 años esa malla no estaba electrizada...
La flor no nace



La flor no nace para ser hermosa...
Nace para ser flor.
Su belleza requiere que quien la mire tenga la capacidad para descubrirla.
Pueden pasar a su lado cientos... miles...
Algunos ni siquiera se percatarán de su existencia.
Otros no encontrarán en ella nada singular que la haga resaltar del paisaje que la contiene.
Habrá quienes pensarán solo es una flor más.
Aún tal vez aparezcan los que le dedicarán un par de miradas atraídos por sus colores y seguirán su camino.
Pero en algún momento aparecerá quien no la considere una flor más, y tenga todo el tiempo necesario para deleitarse observándola en cada milímetro, descubra nuevas sensaciones al acariciar suavemente sus pétalos, y no siga de largo, sino que decida que es una flor demasiado hermosa para no conservarla.
Así con profundo cuidado y amor, cavará en torno de su raíz y poniendo todo su cariño y atención la llevará a su propio jardín donde a cada momento pueda tenerla cerca para quererla, apreciarla, dejarse cautivar por ella... para amarla.
Y no le pedirá que cambie su color, su forma, su aroma.
Ella nació flor. Ella nació así.
Así también tu vida puede ser como esa flor.
Tal vez pasen cientos o miles a tu lado sin percatarse de tus valores, de tus sentimientos, de tu propia existencia.
Hasta que alguien con la capacidad interior necesaria te descubrirá en medio del mundo.
Posará en ti sus ojos y te hará parte de su mundo sin que para ello debas cambiar o mostrarte en forma distinta.
Alégrate de haber nacido como eres y espera la llegada de ese gran día.


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