jueves, 1 de diciembre de 2011

Antiguas Memorias No Mueren Fácilmente










La Sabiduría de los Sacerdotes Egipcios

Antiguas Memorias No Mueren Fácilmente
 

La Sabiduría de los Sacerdotes Egipcios
 
Aquellos que rechazan el antiguo Diluvio como una genuina catástrofe mundial, a menudo argumentan que hay una carencia de tradiciones de inundaciones en Egipto, África y partes de Asia. Sin embargo, este argumento es completamente sin fundamento.

Las historias del Diluvio viven entre las personas ubicadas aun en las partes más aisladas del mundo. Científicos que afirman que no hay memorias de una antigua inundación en Egipto, parecen haber descuidado algunos textos prehistóricos importantes. Los antiguos egipcios estaban convencidos que La Gran Inundación fue el castigo de dios para la humanidad desobediente y malvada.

En El Libro de Los Muertos (Book of the Dead), el siguiente texto es atribuido a Thoth, el Dios de la Luna.
“Han luchado sus batallas, han sostenido contiendas, han hecho el mal, han creado hostilidades, han hecho masacres, han causado problemas y opresión…

[Por ello] borraré todo lo que he hecho. Esta Tierra entrará en el abismo acuoso por medio de una fiera inundación, y se convertirá en nada, así como era en tiempos primitivos.”
Estas palabras suenas similares a aquellas habladas por Yahweh.

Otra leyenda egipcia dice que fue el dios Sol, Ra, quien causó la inundación sobre las personas en la Tierra. Según las antiguas creencias egipcias, el mundo ha experimentado varios desastres en tiempos prehistóricos. Ipuwer, Ermitage, y Harris Papyrus se refieren a eventos que están generalmente asociados con un cambio de los polos. Está, por ejemplo, escrito, que nuestro planeta experimentó un cataclismo, el cual “vocló la Tierra al revés.”

El sur se convirtió en el norte, grandes fuegos y enormes olas de aguas casi destruyeron al mundo.

La verdad es que, exceptuando a la Antártica, no hubo continente en nuestro planeta cuya población no esté familiarizada con la Gran Inundación. La mayor parte de las historias del Diluvio han sido rastreadas hasta América y Asia. Los escépticos del diluvio a menudo apuntan al hecho que durante los viajes de misionarios cristianos a varios países, la leyenda de la inundación de los nativos podría haber sido directamente influenciada por la historia bíblica de Noé. Es un argumento razonable.

Sin embargo, varias historias de la inundación son contadas por civilizaciones que nunca habían estado en contacto con los misionarios cristianos. Otros, tales como por ejemplo las tradiciones de la inundación Mexicana se originó en edades bastante anteriores al arribo de los españoles. Por ello, la influencia cristiana es inadmisible en este caso.

La cuenta de Noé y su supervivencia de la inundación en un arca fue igualmente derivado, directa o indirectamente de la babilónica Épica de Gilgamesh, la cual fue escrita en tablillas de barro miles de años antes de que Moisés escribiera su historia. La historia de la inundación sumeria, a su vez, sirvió como inspiración para la versión babilónica.

Eventualmente, la historia de la inundación fue acarreada en las últimas tradiciones judías, cristianas y aun musulmanas.
Zeus destruye el mundo antidiluviano
 
El mito griego de la inundación cuenta cómo Zeus, el dios principal, determinó destruir a los humanos con el diluvio y prometió a los otros dioses que él crearía una nueva raza de seres perfectos.

Sin embargo, Prometeo, el dios del fuego y amigo de la humanidad, advirtió a Deucalion, quien escapó junto con su mujer, Pyrrha, en un arca, la cual después del décimo día vino a encallar sobre una montaña.

La versión griega del Diluvio se asemeja a historias mucho más antiguas del Cercano oriente, y nosotros podríamos suponer que este mito griego del la inundación tuvo sus orígenes en las antiguas versiones sumeria y babilónica.

La tradición de Noé escapando del Diluvio vive no solo en el Cercano Oriente, sino también en otros continentes.

En China, el hombre que se salvó de ahogarse se llamaba Un-wah. Su nombre, Un-wah se asemeja al nombre del héroe babilónico, Noé. En la leyenda hawaiana, el que sobrevivió a la Inundación se llamaba Nu-u.

El héroe escandinavo que escapa del Diluvio junto con su esposa, en un gran velero es llamado Bergalmer. En la Norse Edda podemos leer acerca de la verdadera fuerza de la naturaleza:
“Las aguas se levantaban, la Tierra se volvió oscura, las serpientes del océano baten el agua. Las Colinas de piedra se estrellaban unas con otras. La Tierra se hundió en el océano. Las brillantes estrellas se cayeron del cielo. El fuego se levantó hasta el cielo mismo.”
Los pueblos de América están muy familiarizados con la Gran Inundación. En América encontramos varias historias del Diluvio. Muchas de ellas transmiten la historia tradicional de una pareja sobreviviente, advertidos de la inundación por una poderosa deidad.

La equivalencia mexicana para el bíblico Noé es Coxcox, un hombre que junto con su mujer, Xochiquetzal, escapó al cataclismo en un enorme barco, después de haber sido pre-advertido por un ser divino, y dado instrucciones de cómo construir el barco.

Como señalo en mi libro, el Diluvio Americano, las memorias son de gran valor, porque nos proveen con las cuentas detalladas describiendo la antigua catástrofe. Esto nos permite reconstruir este acontecimiento prehistórico y averiguar que fue lo que realmente sucedió.

Charles-Ètienne Brasseur de Bourbourg, quien es un experto en culturas Indias comenta los recuerdos de los nativos de la siguiente manera:
“Una interminable noche reinaba sobre toda la tierra americana, de la cual la tradición habla unánimemente, en el sentido que el sol no existía más para este mundo en ruinas, el cual era iluminado en intervalos por atemorizantes conflagraciones, revelando el horror total de su situación al pequeño número de seres humanos que habían escapado de estas calamidades.”
La leyenda del Diluvio de los Toltecas es, de muchas maneras, intrigante.

Según los Toltecas, en tiempos ancestrales, la Tierra experimentó pesadas lluvias y relámpagos, el agua cubrió toda la tierra, aun las montañas más altas. Solamente algunos humanos lograron escapar del desastre, y comenzaron a multiplicarse. Como tenían miedo de ser víctimas de un futuro cataclismo, la gente sintió que necesitaban alguna clase de protección, un refugio. Construyeron una torre muy alta, donde podrían esconderse, si el mundo iba a ser destruido una vez más.

El problema fue que los humanos hablaban diferentes lenguas. No eran capaces de entenderse unos con otros, por lo cual se separaron y fueron a varias partes del mundo.

Los Toltecas recordaban que “la tierra se sumergió por quince cúbitos.” La misma información respecto a las profundidades del agua es dada en la Biblia.
GENESIS 7:20 “Quince cubitos de agua para arriba prevalecieron las aguas; y las comtañas fueron cubiertas.”
  • los Inuit de Alaska
  • los Luiseno de la Baja California
  • los Chickasaws
  • los Iroquois
  • los Sioux
  • los Akawais
  • los Indios Zuni
  • los Maya
  • los Aztecas...
…y casi todos comparten las mismas memorias de los días cuando la Tierra casi murió. Cientos de mitos universales de inundaciones, leyendas y tradiciones refiriéndose a un desastre cósmico en la antigüedad pueden ser encontrados en casi cada esquina del mundo.

Un número de antiguas culturas han tenido éxito preservando, no solo cuantas de la Gran Inundación misma, sino también otros detalles importantes y aterradores relatan de la catástrofe global, así como por ejemplo grandes fuegos, fuertes terremotos, escombros cayendo del cielo, huracanes, un inclinación del eje terrestre, oscuridad y frío prolongados.

Por ello, tenemos que preguntarnos: ¿Estaban mintiéndonos nuestros ancestros acerca del cataclismo en la antigüedad? Es altamente improbable. ¿Cómo pueden tantas civilizaciones no relacionadas entre sí compartir la misma memoria de un acontecimiento, si este jamás sucedió?

No hay duda que la gente Antigua fueron, de hecho, víctimas de un horrendo cataclismo que ocurrió en este planeta en el pasado.
 




Aquellos que rechazan el antiguo Diluvio como una genuina catástrofe mundial, a menudo argumentan que hay una carencia de tradiciones de inundaciones en Egipto, África y partes de Asia. Sin embargo, este argumento es completamente sin fundamento.



Las historias del Diluvio viven entre las personas ubicadas aun en las partes más aisladas del mundo. Científicos que afirman que no hay memorias de una antigua inundación en Egipto, parecen haber descuidado algunos textos prehistóricos importantes. Los antiguos egipcios estaban convencidos que La Gran Inundación fue el castigo de dios para la humanidad desobediente y malvada.



En El Libro de Los Muertos (Book of the Dead), el siguiente texto es atribuido a Thoth, el Dios de la Luna.



“Han luchado sus batallas, han sostenido contiendas, han hecho el mal, han creado hostilidades, han hecho masacres, han causado problemas y opresión…



[Por ello] borraré todo lo que he hecho. Esta Tierra entrará en el abismo acuoso por medio de una fiera inundación, y se convertirá en nada, así como era en tiempos primitivos.”



Estas palabras suenas similares a aquellas habladas por Yahweh.



Otra leyenda egipcia dice que fue el dios Sol, Ra, quien causó la inundación sobre las personas en la Tierra. Según las antiguas creencias egipcias, el mundo ha experimentado varios desastres en tiempos prehistóricos. Ipuwer, Ermitage, y Harris Papyrus se refieren a eventos que están generalmente asociados con un cambio de los polos. Está, por ejemplo, escrito, que nuestro planeta experimentó un cataclismo, el cual “vocló la Tierra al revés.”



El sur se convirtió en el norte, grandes fuegos y enormes olas de aguas casi destruyeron al mundo.



La verdad es que, exceptuando a la Antártica, no hubo continente en nuestro planeta cuya población no esté familiarizada con la Gran Inundación. La mayor parte de las historias del Diluvio han sido rastreadas hasta América y Asia. Los escépticos del diluvio a menudo apuntan al hecho que durante los viajes de misionarios cristianos a varios países, la leyenda de la inundación de los nativos podría haber sido directamente influenciada por la historia bíblica de Noé. Es un argumento razonable.



Sin embargo, varias historias de la inundación son contadas por civilizaciones que nunca habían estado en contacto con los misionarios cristianos. Otros, tales como por ejemplo las tradiciones de la inundación Mexicana se originó en edades bastante anteriores al arribo de los españoles. Por ello, la influencia cristiana es inadmisible en este caso.



La cuenta de Noé y su supervivencia de la inundación en un arca fue igualmente derivado, directa o indirectamente de la babilónica Épica de Gilgamesh, la cual fue escrita en tablillas de barro miles de años antes de que Moisés escribiera su historia. La historia de la inundación sumeria, a su vez, sirvió como inspiración para la versión babilónica.



Eventualmente, la historia de la inundación fue acarreada en las últimas tradiciones judías, cristianas y aun musulmanas.







Zeus destruye el mundo antidiluviano





El mito griego de la inundación cuenta cómo Zeus, el dios principal, determinó destruir a los humanos con el diluvio y prometió a los otros dioses que él crearía una nueva raza de seres perfectos.



Sin embargo, Prometeo, el dios del fuego y amigo de la humanidad, advirtió a Deucalion, quien escapó junto con su mujer, Pyrrha, en un arca, la cual después del décimo día vino a encallar sobre una montaña.



La versión griega del Diluvio se asemeja a historias mucho más antiguas del Cercano oriente, y nosotros podríamos suponer que este mito griego del la inundación tuvo sus orígenes en las antiguas versiones sumeria y babilónica.



La tradición de Noé escapando del Diluvio vive no solo en el Cercano Oriente, sino también en otros continentes.



En China, el hombre que se salvó de ahogarse se llamaba Un-wah. Su nombre, Un-wah se asemeja al nombre del héroe babilónico, Noé. En la leyenda hawaiana, el que sobrevivió a la Inundación se llamaba Nu-u.





El héroe escandinavo que escapa del Diluvio junto con su esposa, en un gran velero es llamado Bergalmer. En la Norse Edda podemos leer acerca de la verdadera fuerza de la naturaleza:



“Las aguas se levantaban, la Tierra se volvió oscura, las serpientes del océano baten el agua. Las Colinas de piedra se estrellaban unas con otras. La Tierra se hundió en el océano. Las brillantes estrellas se cayeron del cielo. El fuego se levantó hasta el cielo mismo.”



Los pueblos de América están muy familiarizados con la Gran Inundación. En América encontramos varias historias del Diluvio. Muchas de ellas transmiten la historia tradicional de una pareja sobreviviente, advertidos de la inundación por una poderosa deidad.



La equivalencia mexicana para el bíblico Noé es Coxcox, un hombre que junto con su mujer, Xochiquetzal, escapó al cataclismo en un enorme barco, después de haber sido pre-advertido por un ser divino, y dado instrucciones de cómo construir el barco.



Como señalo en mi libro, el Diluvio Americano, las memorias son de gran valor, porque nos proveen con las cuentas detalladas describiendo la antigua catástrofe. Esto nos permite reconstruir este acontecimiento prehistórico y averiguar que fue lo que realmente sucedió.



Charles-Ètienne Brasseur de Bourbourg, quien es un experto en culturas Indias comenta los recuerdos de los nativos de la siguiente manera:



“Una interminable noche reinaba sobre toda la tierra americana, de la cual la tradición habla unánimemente, en el sentido que el sol no existía más para este mundo en ruinas, el cual era iluminado en intervalos por atemorizantes conflagraciones, revelando el horror total de su situación al pequeño número de seres humanos que habían escapado de estas calamidades.”



La leyenda del Diluvio de los Toltecas es, de muchas maneras, intrigante.



Según los Toltecas, en tiempos ancestrales, la Tierra experimentó pesadas lluvias y relámpagos, el agua cubrió toda la tierra, aun las montañas más altas. Solamente algunos humanos lograron escapar del desastre, y comenzaron a multiplicarse. Como tenían miedo de ser víctimas de un futuro cataclismo, la gente sintió que necesitaban alguna clase de protección, un refugio. Construyeron una torre muy alta, donde podrían esconderse, si el mundo iba a ser destruido una vez más.





El problema fue que los humanos hablaban diferentes lenguas. No eran capaces de entenderse unos con otros, por lo cual se separaron y fueron a varias partes del mundo.



Los Toltecas recordaban que “la tierra se sumergió por quince cúbitos.” La misma información respecto a las profundidades del agua es dada en la Biblia.



GENESIS 7:20

“Quince cubitos de agua para arriba prevalecieron las aguas; y las comtañas fueron cubiertas.”



los Inuit de Alaska



los Luiseno de la Baja California



los Chickasaws



los Iroquois



los Sioux



los Akawais



los Indios Zuni



los Maya



los Aztecas...



…y casi todos comparten las mismas memorias de los días cuando la Tierra casi murió. Cientos de mitos universales de inundaciones, leyendas y tradiciones refiriéndose a un desastre cósmico en la antigüedad pueden ser encontrados en casi cada esquina del mundo.



Un número de antiguas culturas han tenido éxito preservando, no solo cuantas de la Gran Inundación misma, sino también otros detalles importantes y aterradores relatan de la catástrofe global, así como por ejemplo grandes fuegos, fuertes terremotos, escombros cayendo del cielo, huracanes, un inclinación del eje terrestre, oscuridad y frío prolongados.



Por ello, tenemos que preguntarnos: ¿Estaban mintiéndonos nuestros ancestros acerca del cataclismo en la antigüedad? Es altamente improbable. ¿Cómo pueden tantas civilizaciones no relacionadas entre sí compartir la misma memoria de un acontecimiento, si este jamás sucedió?



No hay duda que la gente Antigua fueron, de hecho, víctimas de un horrendo cataclismo que ocurrió en este planeta en el pasado.









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