DESCERNIMIENTO ESPIRITUAL

Discernimiento Espiritual

Jesús mismo nos advierte en el evangelio de Mateo que en los postreros días “surgirán falsos Cristos y falsos profetas que harán grandes señales y milagros para engañar, de ser posible, aun a los elegidos. Fíjense que se los he dicho a ustedes de antemano” (Mt. 24:24-25). A consecuencia de esta profecía, si aun los elegidos pueden ser engañados, ¿cómo sabremos si estamos adorando a un Cristo falso o escuchando a un profeta falso? Existen al menos tres métodos que podemos utilizar y que deberían ser utilizados en conjunto: 1. Obtener un entendimiento básico de Dios, de su naturaleza, de su propósito en crear al hombre, de la caída del hombre, de la redención y del plan de salvación. Si nos aferramos completamente a la esencia de los puntos mencionados podremos de manera general, detectar los defectos de un plan de imitación. Independientemente esto puede que no sea claro si todavía estamos atados al ocultismo. Primero tenemos que pedirle a Jesús que sea el Señor y el Salvador de nuestras vidas. Lo podemos hacer a través de una sencilla oración:

Amado Dios, reconozco que te necesito y que estoy separado de ti. También creo y acepto que enviaste a tu Hijo Jesús a la tierra para morir en una cruz por nosotros y pagar el castigo por mis pecados. Quiero confiar en Jesucristo y aceptar su sacrificio en la cruz, que su sangre me lavé de mis pecados. Dame la vida eterna para siempre como hijo tuyo.

Una vez que ha aceptado a Jesucristo, el Espíritu Santo vendrá y hará morada en usted, le dará discernimiento y le ayudará a entender la Biblia. Mientras que el Espíritu Santo le revela aquellas áreas de su vida que lo mantienen atado, usted puede orar sobre ellas y ordenar que salgan los ángeles caídos que están controlando esas áreas, siempre haciéndolo en el nombre de Jesucristo:

Señor, yo confieso el pecado de _______, yo renuncio para siempre a esta práctica y en el nombre de Jesús le ordeno, a todo espíritu que me oprime o que tiene el control de esa área de mi vida que salga en este mismo instante. Me coloco la armadura del Dios vivo y me cubro con la sangre del Cordero de Dios, cubro a mi familia y a mis posesiones.

Seria de mucha ayuda para usted poder contar con la compañía de cristianos que oren con usted. Si usted siente una resistencia espiritual, repita la oración. Si después de la oración persistente, todavía siente opresión o resistencia espiritual, solicite la ayuda de un pastor o de un creyente para que ore con usted. “Así que si el Hijo los libera, serán ustedes verdaderamente libres” (Juan 8:36). Destruya todos los libros, las estatuas, las fotografías y cualquier objeto relacionado con esa falsa enseñanza o esa experiencia que usted tuvo con lo oculto. Si retiene esas cosas, ellas permanecen como un vehículo para la opresión espiritual. EsTablezca nuevas relaciones con otros creyentes que le ayudarán a reforzar su nueva vida. Asista a una iglesia donde se enseñe la Biblia, a un estudio bíblico semanal o a cualquier otro evento cristiano. 2. Reconozca a los Falsos Profetas por sus “frutos”(Mateo 7:16: “Por sus frutos los conocerán”). Los falsos profetas normalmente tienen serios problemas de carácter. Pueden estar hablando todo el día sobre el amor, pero pierden fácilmente el temperamento o actúan de manera egoísta. Dejarán que sus discípulos pasen hambre mientras ellos tienen una flotilla de vehículos lujosos. Pueden estar hablando de lo que “es correcto” pero no están caminando en el camino correcto. Pueden saquear los fondos de sus ministerios para vivir en casas palaciegas, o pueden vivir vidas inmorales mientras se presentan ellos mismos como puros y consagrados. Las falsas religiones y los cultos caen bajo la misma categoría. Usted puede observar las elevadas afirmaciones y las metas que su grupo puede hacer y la manera en que son trasladadas a la vida de esas personas. 3. Pruebe a los espíritus. (“En esto pueden discernir quién tiene el Espíritu de Dios: todo profeta que reconoce que Jesucristo ha venido en cuerpo humano, es de Dios; todo profeta que no reconoce a Jesús, no es de Dios sino del anticristo. Ustedes han oído que éste viene; en efecto, ya está en el mundo”(1 Juan 4:2-3). Si usted está consultando a un espíritu “guía” a través de la canalización o a través de espíritus “amigables” por vía de la visualización, pregúnteles si Jesucristo en Su Señor y Maestro. Pregúnteles con la autoridad en el nombre de Jesucristo a quién sirven. Considere que en la iglesia misma hay individuos que a sabiendas o sin quererlo, están consultando a ángeles caídos y presentarán sus profecías y recomendaciones bajo una cubierta cristiana. Hay solo un Espíritu que confiesa a Jesucristo y ese es el Espíritu Santo. Todos los espíritus deben ser probados ya sean que hablen a través de un profeta, un gurú, un político, o a uno que clame ser Cristo mismo.