sábado, 4 de diciembre de 2010

HISTORIA DEL INCA   Los Andes

La historia de los Incas, según las tradiciones recogidas por los cronistas hispánicos o indígenas en el momento de la conquista, abarca un periodo de 250 años, en el que se suceden trece incas o emperadores.
Los ocho primeros, desde comienzos del Siglo XIII hasta la subida al trono de Pachacuti (1438), forman el imperio Legendario, del cual se tienen conocimientos imprecisos.
Desde Pachacuti hasta la conquista española se suceden cinco Incas y cinco historias incas diferentes, en un periodo de sólo cien años, y se conoce con el nombre de Imperio Histórico, mucho mejor documentado.
Manco Cápac I, el primer soberano (comienzos del Siglo XIII), es un personaje mítico, que, según la tradición, fue quien condujo a su pueblo, con sus tres hermanos y cuatro hermanas, hasta el valle donde fundó la ciudad de Cuzco.
El segundo Inca, hijo del primero y de su hermana Mama Ocllo, fue Sinchi Roca, a quien sucedió Lloque Yupanqui. Al hijo de éste, Mayta Cápac, dotado de gran fuerza y valor, se le atribuye n las primeras conquistas de su pueblo.
Cuenta la historia Incas que sus dos sucesores, Cápac Yupanqui e Inca Roca, parece que extendieron las conquistas de los Incas más allá del valle del Cuzco.
El séptimo Inca fue Yahuar Huacac, al que sucedió su hijo Hatun Túpac Inca, que adoptó el nombre de Biracocha Inca, y que, según parece, con la ayuda de sus hijos y de hábiles militares, estableció las bases del imperio, convirtiendo las expediciones militares en dominio estable sobre los pueblos conquistados.
Cusi Yupanqui le sucedió con el nombre de Pachacuti (1438), y con ello finaliza el periodo legendario del imperio.
Cien años de historia Inca transcurrieron desde la subida al trono de Pachacuti hasta la conquista española, tiempo durante el cual el pueblo Inca pasó a dominar un extenso imperio, cuyos límites se situaban al Sir de Colombia y en el centro de Chile, y por el Este llegaban hasta la región Argentina de Tucumán.
Durante los reinados de Pachacuti (1438-1471) y de Túpac Inca Yupanqui (1471-1493), y en menos de cincuenta años, se llevo a cabo la citada expansión, fruto de las campañas que ambos realizaron.
Pachacuti sometió a los pueblos vecinos, y sus hijos y sus hermano Cápac Yupanqui (que terminó ejecutad por temor a que su ambición sobre pasara su conquista) sometieron a los chanca y conquistaron la rica región de Cajamarca.
Pachacuto eligió a su tercer hijo, Túpac Inca Yupanqui, como sucesor, quien yta habia dado muestras de su espíritu conquistador entre 1463 y 1471, al anexionarse los poderosos reinos de Quito y de Chimú, situados al Norte, y los valles costeros, hasta Nazca.
La historia del Inca cuenta que, después de 1471, y una vez su padre había renunciado al imperio, Túpac Inca Yupanqui prosiguió sus conquistas, llegando por el Sur hasta las zonas de chile central habitadas por los araucanos (donde durante largo tiempo también se había de establecer la frontera de la penetración española), y por el Este hasta las regiones centrales de Bolivia, hasta las selvas amazónicas y hasta las tierras del Chaco.
Al término de su vida, se retiró al Cuzco y edificó la inmensa fortaleza de Sacsahumán a fin de proteger la capital. Túpac Inca Yupanqui nombró sucesor a su hijo Tuti Cusi Hulpa, que adoptó el nombre de Huayna Cápac. Durante el reinado completó las conquistas de su padre y acabó de consolidar la maquinaria administrativa del imperio, pero no pudo evitar las contiendas civiles que se iniciaron en este periodo, y que habrían facilitado la conquista española (a la muerte de su padre, en 1493, hacía ya un año que Colón había llegada a tierras americanas), de cuy penetración tuvo noticias en 1525, cuando los españoles ya se habían instalado en Panamá e iniciaban la exploración de las costas de América meridional.
Su sucesión fue problemática, ya que quiso dejar como heredero a su hijo preferido, Atahualpa, decisión que no fue aceptada por Huáscar, que se consideraba hijo legítimo de la reina y por tanto sucesor legal en el trono, aunque las causas del enfrentamiento no se sabe con certeza, la realidad es que originó una guerra civil que terminó con la derrota y captura de Huáscar en 1532. la victoria de Atahualpa coincidía con la llegada de los españoles al mando de Pizarro. Por temor a que éste adoptará el partido de Huáscarm Atahualpa ordenó que se le diera muerte, y, en 1533, éste fue uno de los motivos de su propia condena, al verse sometido a juicio por los españoles. De este modo, el imperio Inca, con toda su maquinaria administrativa, pasó a manos de los españoles, aunque aun reinó nominalmente Huaco Cápac II (1544).
La Historia del Inca nos relata que durante cuarenta años la nobleza Inca trató de resistir, hasta que el último pretendiente al trono, Túpac Amaru I fue decapitado en 1572. El mito del incario habría de sobrevivir durante muco tiempo como elemento de cohesión para las reivindicaciones independientes e indigenistas. A fines del Siglo XVIII, José Gabriel Condorcanqui adoptó en su insurrección el nombre de Túpac Amaru, lo que le valió la adhesión de las masas campesinas indígenas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario