El Tiempo es una Propiedad Física con un Comienzo:
Einstein en su teoría especial de la relatividad propone que la medida intervalo entre dos eventos depende de cómo el observador se mueve. Cuando quiera que dos observadores se mueven en relación uno de otro, ocurre una dilación de tiempo. Los relojes atómicos pueden registrar el movimientode la dilación del tiempo a una velocidad de aeronave, lo cual equivale solo a unos nanosegundos en un viaje típico. Si un astronauta viajara a una estrella cercana a una velocidad cercana a la velocidad de la luz y regresara de nuevo a la tierra, puede ser que el astronauta haya viajado durante un año pero al regreso del astronauta hubieran transcurrido diez años en la tierra dependiendo de la velocidad de viaje. La velocidad es una forma de adelantarnos al tiempo y la gravedad es otra. En su teoría especial de la relatividad, Einstein predijo que la gravedad retrasa el tiempo. La teoría de Einstein fue probada con la prueba de Arthur Eddington quien durante la Primera Guerra Mundial (29 de Mayo de 1919) envió una expedición al norte de Brasil para medir la desviación de la luz por el sol desde el grupo de estrellas “Híades” durante un eclipse solar (David Bodanis, “E=mc2”). Los relojes son más rápidos en el ático o en un espacio cercano que en el piso. El efecto es minúsculo pero ha sido medido por relojes de precisión (Paul Davies, “Como Construir una Máquina de Tiempo” ‘How To Build A Time Machine’, Scientific American, Septiembre 2002, Pág. 52).
Mientras más pesada es la estrella, más se retrasa el tiempo. En la superficie de una estrella neutrón, el tiempo se retrasa cerca de 30 por ciento con relación al tiempo en la tierra. En la superficie del “Hoyo Negro” el tiempo todavía permanece relativo con el de la tierra. Si usted fuera a caer dentro de un “Hoyo Negro” de algún lugar cercano, en el rápido intervalo de tiempo que le tomaría llegar a la superficie desde el evento “horizonte” a la superficie de la singularidad, hubiera transcurrido toda la eternidad en el universo. Las historias de ciencia ficción normalmente describen las naves espaciales subiendo bruscamente a un “Hoyo Negro” y siendo catapultadas muy lejos hacia el futuro.
Einstein confesó que se veía perturbado por el pensamiento de que su teoría de la relatividad permitiese viajar al pasado bajo algunas circunstancias. Los efectos cuánticos dominarían en situaciones de viajes de tiempo según los argumentos de David Deutsch (“La Fabrica de la Realidad”, ‘The Fabric of Reality’, Pag. 312). “Las versiones típicas candidatas a la teoría cuántica de la gravedad no solo permiten que las conexiones dirigidas al pasado existan en el multiverso, sino que predicen que tales conexiones se formen continuamente y se rompan espontáneamente. Esto sucede a través del tiempo y espacio pero solo a una escala microscópica. La senda típica formada por esos efectos es cerca de 10–35 metros a lo largo y permanece abierta durante un tiempo Planck (cerca de 10–43 segundos), y por consiguiente alcanza solo un tiempo Planck hacia el pasado”.
Quizás la siguiente generación de aceleradores de partículas podría crear agujeros subatómicos que sobrevivan el tiempo suficiente para que las partículas cercanas ejecuten vueltas causales fugaces, pero esto es dudoso en vista de que se requiere un gasto tremendo de energía. Por los momentos los agujeros atravesables estacionarios se dejan para la ciencia ficción.
Basado en la relatividad general, Hawking, Penrose, y Ellis han presentado la “propuesta” tiempo-espacio que postula que las dimensiones de longitud, ancho, alto, y tiempo han existido solamente mientras el universo ha estado expandiéndose. Realmente el tiempo si tiene un comienzo según este teorema.
No obstante, Steven Hawking en “Una Historia Breve del Tiempo” (A Brief History of Time) no está tan seguro de si el tiempo tiene un comienzo y pudiera ser como un “noumena” Kantiano. Él afirma: “Con el éxito de las teorías científicas para describir eventos, la mayoría de la gente cree que Dios permitió el universo para que evolucione según un conjunto de leyes y que no interviene en el universo para quebrantar esas leyes. Sin embargo las leyes no nos dicen como era el universo cuando comenzó, está de parte de Dios rebobinar el trabajo de precisión y seleccionar como se inició. Mientras el universo tenga un comienzo, nosotros podemos suponer que tuvo un creador.
Por definición “tiempo” es la dimensión o dominio donde el fenómeno causa-efecto ocurre (Hugh Ross, “La Creación y el Cosmos”, ‘The Creation and the Cosmos’). “Si el comienzo del tiempo es concurrente con el comienzo del universo, como dice el teorema tiempo espacio, entonces la causa del universo tiene que ser alguna entidad operando en una dimensión de tiempo completamente independiente de y preexistente a la dimensión del tiempo del cosmos. La conclusión es poderosamente importante para nuestro entendimiento de quien es Dios y lo que no es Dios. Nos dice que el Creador es trascendente, operando más allá de los límites del universo. Nos dice que Dios no es el universo mismo, ni que Dios esta contenido dentro del Universo. El panteísmo y el ateísmo no cuadran con los hechos”.
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