jueves, 16 de diciembre de 2010

LOS OFICIALES EXTRATERRESTRES TIENEN NÓMINA EN EL PENTÁGONO

No suelo meterme en los temas de la fe, porque son justamente eso: creencia más allá de las reglas establecidas. Tampoco indago en los agnosticismos, ni en aquellas cuestiones que tienen que ver con las convicciones íntimas de cada persona. Allá cada uno con su mochila personal.

¿Creemos, o no creemos? ¿Estamos solos en el universo mirándonos el ombligo, o estamos dispuestos a admitir que así como existimos nosotros, hay civilizaciones enteras a millones de años de nuestra tecnología? ¿Somos los primates universales? ¿Somos las amebas de las galaxias?

El hombre ha nacido y evolucionado a través de la historia mirando al cielo. No lo hemos podido conquistar, está claro, como tampoco el mar, ni las profundidades de las montañas. Apenas somos hombrecitos bidimensionales recorriendo el mundo en “X” e “Y”.
Organismos superficiales de un universo inconmensurable. ¿Usted se siente plenamente en capacidad de decir “no hay nadie más”. Yo no me animo. Y la duda me inquieta cuando veo tantas bibliotecas a favor de que los “amigos del cielo” existen, o los enormes “crop circle”, o los dibujos de miles de años de personas con cascos y ropas de astronauta. Vaya uno a saber… Hay bibliotecas en contra de estas posibilidades también.

No solemos ocuparnos de los Ovnis. Tal vez, porque estamos sujetos a ese prejuicio de la prensa que indica: “si creés en ET estás en problemas, y haciendo periodismo amarillo”. Como sea, la semana pasada editamos un especial sobre ovnis, y a los periodistas que escribieron han comenzado a lloverles los mails. Uno de ellos, con una foto obtenida en Tupungato Wine Lands en un torneo de polo, en la que aparece una mancha que el Centro de Información Ovni del Cerro Uritorco, en Córdoba, identificó como positiva.

Antes del hallazgo habíamos conversado vía Skype con Jorge Suárez, periodista, difusor de todo lo que tiene que ver con los objetos voladores no identificados a través del CIO. Suárez lleva más de 25 años recogiendo información sobre ovnis. Tiene programas de radio y televisión, sitio de Internet, está conectado con todo el mundo, organiza un congreso anual, y hace lo que él mismo define como “periodismo controvertido y desacreditado”. La charla resultó por lo menos interesante.

-Yo no soy investigador. No pretendemos convencer a nadie. Pero de una vez por todas los medios de prensa deben abrir el debate…- arranca diciendo Jorge Suárez, luego de quejarse amargamente de los escépticos.

-¿Cómo les va con los medios de difusión a la hora de hablar de ovnis?-Los medios masivos…olvídate… Tengo un programa en Radio Universidad, conducido por un viejo periodista cordobés. Acá no hay espacio para esto en los grandes medios… Distinto es en Colombia. Sin necesidad de que nos crean, el sentido del equilibrio y la objetividad de los periodistas colombianos hacen que consigamos espacio. El tema interesa…. Además… ¿qué es eso de “no creo”? Esto no es una religión… hay que meterse en el agua hasta los codos, investigar… ver las pruebas de estos fenómenos…

-¿La gente que trata con usted, tiene prejuicios a causa del tema con el que trabaja, dicen… “uy mirá este tipo…”?-No. Me asisten 25 años de investigación. Somos un centro serio que da informes, ubicado en Capilla del Monte, un lugar muy especial que ha tenido sus sucesos físicos y visuales…Nosotros damos información aun a la prensa escéptica, que aparece junto con las noticias como la de los últimos días, cuando se supo que la NASA iba a anunciar un descubrimiento importante…Y al final fue verdurita. Ningún investigador serio esperaba que esta gente hiciera una revelación trascendente. Los norteamericanos siempre están con la posición de no decir todo lo que saben por temor a que la gente entre en pánico. Eso podía ocurrir tal vez hace 30 años. Pero ya no.

-Desde su experiencia… ¿Cuáles son los puntos de mayor concentración de estos fenómenos en la Argentina, y por qué?-Capilla del Monte tuvo en 1986 el único hecho físico argentino, investigado por personas de todo el mundo. Tan importante es el lugar que hay una cámara web captando el cielo del Uritorco las 24 horas. Esa cámara registra unos 90 contactos visuales por mes de Objetos Voladores No Identificados. La ciudad de Victoria, en entre Ríos, es otro centro de actividad ovni fuerte. Lo mismo el Nevado del Cachi, en Salta. La precordillera mendocina concentra muchas denuncias de actividad, lo mismo del lado chileno. Y recuerden el caso del comandante Jorge Polanco, de Aerolíneas, dos veces los ovnis le impidieron aterrizar en Bariloche. La tripulación y los pasajeros fueron testigos de ese incidente…

-¿Esta actividad de ovnis que ustedes registran, es constante, esporádica… por oleadas….?-No, es constante. Y en estos últimos cinco años ha ido creciendo el contacto. Creo que esto además tiene que ver con el grado de angustia con el que vive la gente en varias partes del planeta. En Europa todavía no empezó el invierno y ya hay 17 grados bajo cero con decenas de muertos, Colombia y Venezuela con lluvias e inundaciones, y hay una sequía muy importante en esta parte del planeta. Me parece que hay unos señores haciendo desastres y desequilibrios en el mundo.

-¿Cómo certifican la veracidad de las historias, de los videos o las fotos que les muestra la gente?-En lo personal, diría que incluso me fatiga el tema de todos los que vienen con sus experiencias. Incluso algunos relatos parecen ser delirios… Lo que hacemos a diario es analizar el material gráfico y emitimos una opinión que puede ser equivocada o no, pero es la nuestra, y confirmamos si lo que estamos viendo puede ser algo que no pertenece a nuestra tecnología. Esta aclaración hay que hacerla porque los Estados Unidos fabrican ovnis, los han replicado en la aerodinámica… Es difícil hacer las distinciones… Pero insisto. No somos investigadores, sino difusores…

-¿Cuál es el evento más interesante que le tocó conocer?-Como prueba definitiva, hay una investigación documental muy exhaustiva de Juan José Benítez, de 12 capítulos y financiada por Editorial Planeta. Me impresionó mucho un estudio sobre la Meseta de Tassili en Argelia, donde Benítez visitó unas grutas que habían sido investigadas por arqueólogos franceses en la década del ’40. Allí había pinturas de unos astronautas enormes, de tres metros, con su casco y todas las ropas, datadas en 9.000 años. Lo mismo con las figuras que se conocen como “crop circle” y aparecen enormes y bellísimas en distintos campos del mundo, especialmente en Inglaterra. Es impensable que lo puedan hacer de la noche a la mañana aplastando el pasto con una soga y una tabla.

-¿Y en la Argentina?-Aparecieron en Chicoana, al norte de Salta, unos dibujos de “crop circle” que no tienen la perfección de los que se ven en otros lados, pero que representan un indicio. Pero el gobierno salteño tiene la decisión política de no permitir ningún tipo de acercamiento aéreo, ni sobrevuelos. Ahí está sucediendo algo…

-De cuerdo a su conocimiento, y a los investigadores con los que ha tratado. ¿De dónde se suponen que vienen estas formas de vida?-Según los grandes investigadores son más de 100 las comunidades que nos visitan. Creo que es un número exagerado, aunque se que es más de una. Los periodistas escépticos siempre cometen el error de colocarnos junto a un astrónomo… entonces, cuando uno cuenta que ha estado con el ingeniero Enrique Castillo Rincón, que ha sido contactado por seres de las Pléyades a fines de los ’80 en Colombia, te dicen “es imposible… eso está a 52 años luz de aquí”.
Claro, con nuestra tecnología sí es imposible… ¿Quién suponía hace 30 años que íbamos a estar caminando con un cajita de fósforos en la oreja hablando con alguien en cualquier parte del mundo? Tienen que aceptar que puede haber mundos con desarrollos tecnológicos muy superiores a los nuestros, y que cuenten con un sistema de viajes mucho más evolucionado que el de los humanos, ya que aquí todavía cargamos combustible.

-¿Ustedes han registrado algún caso en el que haya certeza de abducción en la Argentina?-No. En ese punto, lo que me pregunto es por qué el 90 % de los casos de abducción registrados hayan ocurrido en los Estados Unidos. Jamás hallé respuestas a estos interrogantes. Me parece muy sugerente…

-¿Y qué le sugiere?-Que pudo haber habido casos de investigación biológica de humanos con humanos…En cuanto a lo otro, ha habido contactos, algún evento extraño, o cuando en el Rally de 1978 una luz levantó un auto que venía desde la Patagonia a Bahía Blanca y recorrieron en minutos lo que le hubiese llevado horas. Esos corredores fueron muy investigados. También existió el caso de un camionero que apareció por México con su camión y todo… Pero bueno… nunca hubo una investigación bien profunda que otorgue pruebas definitivas. A veces son más rumores que otra cosa.

-El cine y la televisión… ¿Ayudan, o no…?-No ayudan, porque Hollywood nos ha regalado sesenta años de películas donde el extraterrestre es un malvado horrible (según nuestros valores estéticos), que nos viene a comer o a quitarnos el planeta. No es casual… es un programa ejecutado para seguir alejando a la gente de una fantástica realidad. Hubo algunas producciones que escaparon a eso, especialmente las primeras que hizo Steven Spielberg, como ET, Encuentros Cercanos o Cocoon, que se hizo para la TV. Hay cosas muy particulares con el pensamiento de los norteamericanos.
Ahora están buscando a un hacker inglés para darle 35 años de prisión. Se llama Gary Makkinon y lo acusan de haber violado la seguridad nacional mirando lo que hay dentro de computadoras del Pentágono y de la NASA. En las entrevistas que le hizo el Proyecto Camelot, Makkinon les dijo que en las computadoras del Pentágono había nóminas de oficiales extraterrestres… ¿se entiende?
A ver… el abogado canadiense Alfred Webre dijo en nuestro congreso que EE.UU. hace pruebas de teletransportación a Marte desde la década del sesenta y tiene como testigo a la nieta del general Eisenhower. Claro… cuando el productor de un programa se encuentra con esto, cree que el que lo cuenta se ha fumado algo… pero nunca profundizan en la investigación de los documentos…-

Y eso fue todo. Suárez nos sumerge en un mundo que no conocemos y sobre el que hay muchísimos prejuicios y preconceptos. Tal vez este tipo de charlas sirva para descorrer un poco el velo, o para darle material a lo que en el mundo ovni llaman “los escépticos”. Y vos. ¿De qué lado estás?

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