sábado, 18 de diciembre de 2010

FALSOS MESIAS

                                        

¿Qué sucedería si un Ovni, un platillo volador, aterriza en Nueva York en una zona cerca de las Naciones Unidades y desciende del platillo una criatura de metro y medio de altura caminando de forma extraña bajo el asombro de una gran cantidad de reporteros y cámaras de televisión? La criatura pesa unos cuarenta y tres kilos, tiene los ojos ovalados bien espaciados en una cavidad ocular hundida, una cabeza más grande que la nuestra, sin pelo corporal, por boca tiene una rendija sin labios, su piel es suave y gris. Sus ojos reflejan la sabiduría de los tiempos. Se comunica sin mover su boca a través de telepatía.
Le habla a la mente de los que están presentes y aunque nos parezcan seres extraños, su especie conoce muy bien al hombre. Han estado guiando la evolución del hombre durante miles de años. Se comunicaron con Krisna, Buda, Moisés, Jesús y Mahoma para darles la revelación espiritual. Ellos estuvieron tras los milagros que muchos de los profetas realizaron. Su meta es purificar la raza y traer una era de paz mundial. Mientras tanto, todos los que están reunidos absorben el mensaje y este, es transmitido vía satélite a cuatro billones de personas, desciende sobre la humanidad una ola de asombro.
Este ser cuyos ojos son como piscinas pacíficas transparentes de luz y cuya voz es una suave caricia a nuestra mente ha venido para anunciar una nueva era que la llama Paz Universal y que se compara con el bíblicamente profetizado milenio. Nos dice que cada hombre, mujer y niño deben entrar en comunicación con ellos a través de la meditación. Habrán muchos platillos voladores más aterrizando por todo el planeta para facilitar este gran plan que será un salto cuántico  en la evolución del hombre. La conciencia del hombre tiene que ponerse al descubierto para que de una vez por todas doblegue su latente agresión. Estos seres sabios servirán como ángeles guías para cumplir el destino final del universo para el hombre.
Toda voluntad tendrá que someterse. Los mitos del pasado tienen que ser apartados a un lado. Los dioses de los hombres se ajustaron a sus propósitos en su tiempo, pero ahora, el hombre con la ayuda de éstos ángeles guías tiene que buscar muy dentro de sí y aprender a alcanzar su potencial total de manera que pueda encajar dentro del plan universal. La pobreza, la enfermedad y las guerras, todo eso serán memorias del pasado. Ahora en la medida en que los hombres se desarrollen gradualmente en dioses, obtendrán nuevos poderes maravillosos. Eso es lo que los profetas han buscado enseñar a los hombres, y ahora esos seres amigables completaran la tarea.
Un joven atractivo sale de una cueva en el Medio Oriente, tiene barba y una contextura de hierro, pero lo que más nos impresiona son sus ojos llenos de compasión y sabiduría. Su mensaje se expande como un fuego salvaje por todo el planeta, un mensaje de hermandad universal. Sus seguidores lo identifican como el regreso del Imam Oculto, el último de los doce profetas del Islam que desapareció siendo un muchacho, estando en la misma cueva hace unas décadas. El afirma ser el último verdadero profeta de Dios.
Nunca ha existido un candidato presidencial tan carismático, le recuerda a los votantes y Bracmán sabios a John Kennedy: suave, elocuente, estrella de cine. Pero él es un fiscal “conservador” que cree firmemente en la economía de libre mercado, en una inigualable capacidad militar, en un nuevo y brillante futuro libre de tóxicos para todas las personas de la comunidad global, el actual estribillo político correcto. La “imparcialidad” será el nombre de su administración: imparcialidad para todas las razas, para todas las tendencias sexuales. “Libertad” se escuchará en toda la tierra: libertad por los derechos femeninos, libertad para el aborto sin restricciones, para la eutanasia a petición, libertad para los ancianos para pelearse por los órganos de los fetos y fortalecer sus débiles cuerpos, libertad para asegurar que los niños de una manera uniforme sean expuestos a las “nuevas” verdades no absolutas de las variedades de “si te sientes bien, entonces hazlo” a través de un programa impuesto por el gobierno.
Ahora, ¿Qué es lo que está fuera de orden con estos escenarios que acabamos de describir? Que los mensajes que nos transmiten esos escenarios contradicen la palabra de Dios. Dios vino en la carne y se reveló a sí mismo. No necesitamos de seres extraterrestres ni de ángeles caídos que nos prediquen un evangelio diferente y nos muestren un camino de “salvación” que no es bíblico. No necesitamos a un político habilidoso promulgando una agenda que pase delante de las leyes absolutas de Dios de lo que está bien y lo que está mal. La Biblia nos dice “Y no es de extrañar, ya que Satanás mismo se disfraza de ángel de luz” (2 Cor. 11:14). Satanás es el maestro del engaño y no se revelará a sí mismo como lo que es, un sangriento carnicero. Jesús mismo nos dice en Juan 8:44 con relación a Satanás que “Desde el principio éste ha sido un asesino y no se mantiene en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando miente, expresa su propia naturaleza, porque es un mentiroso. ¡Es el padre de la mentira!”.
Satanás como mentiroso es muy adepto para urdir toda clase de doctrinas que apartan del verdadero evangelio, retuerce los importantes puntos teológicos, o nos presenta un evangelio distinto. A modo de ilustración si usted puede negar que Jesús es Dios encarnado, entonces el sacrificio de Jesús no hubiera sido perfecto para toda la eternidad, porque solamente Dios es perfecto. Si un hombre hubiera muerto en la cruz, su muerte no hubiera sido un sacrificio acepTable para quitar los pecados del mundo.
Después de todo si usted niega la resurrección o la trinidad, lo que está diciendo es que Jesús es un hombre. Si usted niega el concepto del pecado, esta negando la necesidad de la expiación o de ser limpio del pecado. Si usted compara a Jesús con los otros “grandes profetas”, usted le quita su unicidad. Si usted cree que puede convertirse en un dios, no necesita un salvador, si usted no cree en el infierno, está entonces minimizando el sacrificio de Dios que quiere mantenerlo a usted alejado de ese lugar de condenación eterna.

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