domingo, 5 de septiembre de 2010

COSECHARÁS TU SIEMBRA

Atardecía en el mes de julio. Natalio lavó prolijamente la azada, tapó las plantas más sensibles a las heladas... tomó leña, alimentó a su vieja cocina..y preparó el mate..pronto llegaría su amigo de tantos años...como todos los viernes y jugarían un truco...Al llegar Luis comenzaron la rutina pero esta vez le intrigó una bolsa que colgaba de un gancho y preguntó que era...-Ah, sí, son unas semillas que me dejó el hombre del carromato blanco..siempre pasa..Ya las sembraré... y así lo hizo... entonces, concluido el tiempo, las semillas se hicieron tallos...y luego troncos..y así terminaron en inmensos y frondosos árboles de hojas blancas que al moverse emitían un sonido como de campanitas...

-OH Dios!..el pueblo entero podía oír este repiqueteo y se llegaban para admirar la majestuosidad y la belleza de estos árboles...

..Al amigo de Natalio no le iban bien las cosas... entonces Natalio le propuso que si armaba algunas mesas y sillas debajo de los árboles y servía comida al paso y jugo de los frutos de sus árboles les cosas podías llegar a cambiar. Y muchos fueron los que llegaron...tantos ,que Natalio comenzó a soñar debajo de esos árboles con la presencia de innumerables viajeros...muchos de ellos importantes personalidades y observó que muchos de los que llegaban por distintos motivos se conocían y estaban enemistados y se iban reconciliados.

Al llegar el otoño las hojas comenzaron a caerse. y en el mismo momento que cayó la última se escuchó el ruido del carro del vendedor de semillas.

..Se saludaron ambos. -Escuche!...Paare! Paare!!.Ud..No sabe..!

-Ya sé, todo irá bien...

-..Pero cuál es el nombre de las semillas que me vendió...

-Las que tengo, son para otros..Esos también necesitan, hacen falta en muchas partes.......y ahora me cabe otra pregunta gritó desde la tranquera Natalio..Y Ud. quién es?

-OH Natalio..Son las semillas de la paz, y tu me conoces desde siempre, he sentido tu mano cuando cuidas, hablas y acaricias a cada uno de los tuyos,..Cuando has hecho nacer una nueva flor..Y cuando procuras refrescar la tierra. Hasta el año que viene! dijo el dueño del carromato..

Natalio quedó en medio del camino como hipnotizado y en el lugar donde vio al carro alejarse solo quedó una suave luz que iluminaba aquella tarde de otoño.....

Como Natalio, el Señor al final de nuestra cosecha, nos pedirá cuentas de los frutos que sembramos y de nuestra caridad con el prójimo....

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