01-001.01 En el principio de los tiempos, Yo, como Padre, inspiré al hombre la práctica del bien. Más los hombres se apartaban de los mandatos divinos cayendo en idolatría y en actos abominables ante Mí. Vencían los fuertes, caían los débiles y el varón tomaba a la mujer como esclava. Fue necesario entregar a Moisés en el Monte Sinaí, los diez mandamientos de la Ley. En esa Ley estaban los mandatos que deberían regir al pueblo de Israel. Y en ellos se les decía: "El que diere muerte, lleve sobre sí la misma sentencia. El que hurtare, restituya a su hermano. El que hiciere mal, ojo por ojo y diente por diente pagará".
01-001.02 Llego el Segundo Tiempo y vine en Jesús a morar con vosotros y en mi palabra os dije: "Aquel a quien hirieren en la mejilla derecha, muestre la izquierda. Perdonad a vuestros enemigos". Y en el Tercer Tiempo, en el que os encontráis, he venido a deciros: Si el asesino de vuestro padre perseguido por la justicia humana, llamare a vuestra puerta implorando ayuda ¿Qué haríais? Protegerle. Si así lo hiciereis, demostraréis haber alcanzado la evolución espiritual, que os permite cumplir con la Ley Divina de vuestro Padre Celestial que os manda: " Amaos los unos a los otros"; "resucitad a los espíritus que han muerto a la vida de la gracia, porque todo espíritu será salvo".
01-001.03 Hoy vengo a hablar a vuestro espíritu y a revelaros el contenido de los Siete Sellos, el Libro de vuestra historia, de la Profecía, de la Revelación y la Justicia.
01-001.04 Soy Yo quien ha venido a deciros que hoy vivís en el tiempo perteneciente al Sexto Sello.
01-001.05 1866 Marca el principio de este tiempo de luz. Yo envié a Elías para que descorriese el velo del misterio e iniciase el tiempo de mi comunicación como Espíritu Santo entre la humanidad. Elías iluminó a un varón destinado por Mí para que fuese el precursor. Aquel escogido llamado Roque Rojas, fue quien escuchó de espíritu a Espíritu la voz del Profeta que le ordenaba en mi nombre, llamar y reunir a sus hermanos, porque una revelación divina estaba a punto de iluminar los destinos de la humanidad, Roque Rojas, manso y humilde como un cordero, obedeció la voz espiritual, respondiendo: "Hágase en mí la voluntad de mi Señor".
01-001.06 Roque Rojas reunió a un grupo de hombres y mujeres de fe y buena voluntad, y allí, en el seno de sus primeras reuniones, Elías se manifestó a través del entendimiento del Enviado, diciendo: "Yo soy Elías el Profeta, el de la transfiguración en el Monte Tabor". Y dio las primeras instrucciones a los primeros discípulos, al mismo tiempo que les anunciaba la Era de la Espiritualidad y les profetizaba que pronto llegaría el Rayo del Divino Maestro a comunicarse con su pueblo.
01-001.07 Un día en que el humilde recinto de Roque Rojas se encontraba pletórico de adeptos que confiaban en la palabra de aquel varón, descendió Elías a iluminar la mente de su portavoz, e inspirado por Mí, ungió a siete de aquellos creyentes a quienes les dio la representación o el simbolismo de los Siete Sellos.
01-001.08 Más tarde, cuando llegó el instante prometido de mi comunicación, encontré que de aquellos siete escogidos, sólo uno velaba en espera de la llegada del Casto Esposo y ese corazón era el de Damiana Oviedo, la doncella cuyo entendimiento fue el primero en recibir la luz del Rayo divino como premio a su perseverancia y a su preparación.
01-001.09 Damiana Oviedo representaba el Sexto Sello. Y ello fue una prueba más, de que la luz del Sexto Sello es la que ilumina esta Era.
01-001.10 En el Segundo Tiempo encontré regazo de mujer, regazo materno, y en este tiempo también, descansé en el corazón limpio y puro de Damiana Oviedo. Su regazo de doncella fue maternal para el pueblo de Israel y por su conducto preparé a los guías, a los portavoces y a los labriegos. La dejé llegar a los umbrales de la ancianidad y le dije: "Vos que os habéis levantado como fuente de amor y habéis dejado encendida en los corazones una antorcha de fe, descansad". Ella me pidió venir en espíritu a trabajar, porque fue celosa de mi Ley y no quiso que ésta fuese mancillada, y Yo se lo concedí.
01-001.11 Una misión más le entregué en ese instante diciéndole: "Damiana, no es mi voluntad que las aguas turbias se mezclen con las aguas cristalinas. Sé a la diestra de los guías, para que la antorcha de fe sea mayor cada día en ellos. Regocíjate, y desde el lugar en que te encuentras, recréate con este pueblo. Mira las multitudes que te aman y me han reconocido. Van pisando la huella que tú les dejaste. Mira que la antorcha aún se encuentra encendida. El Maestro ha dicho: El que siembra amor, recoge amor; el que siembra luz, recoge luz. Tú has luchado preparando el entendimiento de los portavoces y limpiando los caminos de mis escogidos, he ahí tu simiente"
01-001.12 En verdad os digo, pueblo: Es Damiana la casta doncella que en representación de María, ha venido en el Tercer Tiempo a entregaros ternura y caricia. Bienaventuradas las doncellas que caminen por esta huella, porque en ellas derramaré mi gracia. Y en todos vosotros que sois mis hijos, mi anhelo divino es convertiros en discípulos, porque el momento de mi partida se acerca y quiero dejaros como maestros entre la humanidad.
01-001.13 Caminad con paso lento para que lleguéis al final del sendero y seáis los fuertes de la Tierra, por medio de la humildad y la caridad.
01-001.14 Los hombres materializados en este tiempo, también me han llamado. En ellos mi Voz ha resonado espiritualmente y el Maestro ha entregado la paz a raudales, mas estando con ellos, no me han querido tener y distinta simiente han querido sembrar.
01-001.15 En este instante os recibo y entrego mi esencia y mi luz que tanto habéis esperado. No juzguéis a vuestros hermanos que se encuentran fuera del camino de la verdad; porque no sabéis si mañana también vosotros os confundáis en otros senderos. Pedid, por lo tanto, por los perdidos, por aquellos que han caído. Aparto de vosotros la confusión y os entrego leche y miel.
01-001.16 Hoy vengo a repetiros mi palabra recordándoos las enseñanzas de los tiempos pasados. Más no vengo a recordaros la comunión en la forma en que Jesús la simbolizó en el Segundo Tiempo con el pan y el vino de la tierra. El tiempo en que os ofrecían el pan material en representación de mi palabra, ha pasado. Hoy el pan es mi palabra y el vino sagrado es la esencia divina que os entrego espiritualmente a cada momento.
01-001.17 Alimentaos, alimentaos, esa es mi voluntad. Entregad la verdad al que se alimenta de impostura. Acercad al increyente ante Mí y haced que las discordias y desuniones desaparezcan, para que llegue a todos mis hijos el pan de la vida eterna porque si habéis estado a punto de caer, mi amor ha venido a salvaros. Como un ancla salvadora, mi Espíritu lleno de misericordia, os salva en las tempestades.
01-001.18 Cuando os habéis creído solos en la hora de la prueba, os he hecho sentir mi presencia para alentar vuestra fe.
01-001.19 Entonces han callado vuestros labios que ya empezaban a blasfemar, diciéndome: "Señor, si decís que soy vuestro escogido ¿Por qué permitís que mis propios hermanos me hieran?
01-001.20 ¡Ah, pequeños, que aún no os resolvéis a ser mis discípulos, cuando Yo he dicho: "Bienaventurado el que sea tocado y sepa ser fuerte en la prueba, y en ella perdone a su hermano y bendiga mi nombre, porque de su ser brotará luz, la que convertirá a mi Doctrina a aquel que le ha desconocido!
01-001.21 Toda buena acción, tendrá su recompensa; la que no será recibida en la Tierra, sino en el Más Allá. Mas cuántos quisierais gozar de esa gloria aquí en el mundo, sin saber que el que nada labra para su vida espiritual, al penetrar en ella se encontrará sin méritos y grande será su arrepentimiento.
01-001.22 Poco a poco mi Doctrina irá haciendo comprender a los hombres la esencia o finalidad de la vida y entonces este breve paso por la Tierra será aprovechado en bien del espíritu, mas para ello es necesario que os perdonéis los unos a los otros para que brote luz y paz entre la humanidad.
01-001.23 Más si vosotros que sois mis discípulos en este tiempo, no dais un ejemplo de estas virtudes; ¿De quién podrá esperar la humanidad?
01-001.24 Comprended que esto os lo dice quien en aquel tiempo os dio su sangre y su vida, amando y perdonando a una multitud que le juzgó, le sentenció y le dio muerte.
01-001.25 Mas la verdad que es la vida, que es el amor, es inmortal y héla aquí de nuevo entre vosotros, al comunicarse mi Espíritu a través del entendimiento humano. Mi palabra de este tiempo viene a repetiros aquella lección de "Amaos los unos a los otros, así como el Maestro ama a sus discípulos". Vengo también a explicarla, para que todo misterio quede esclarecido y aquel libro que os legara y después los hombres ocultaron o cerraron, sea de nuevo abierto delante de vosotros.
01-001.26 Muchos velos quedarán rotos. Mi palabra es espada de luz que destruye las tinieblas.
01-001.27 Lecciones ocultas saldrán a la luz y enseñanzas desconocidas os serán reveladas. Muchos misterios se disiparán. Más estas revelaciones no las hallaréis en los libros del mundo sino en esta palabra.
01-001.28 Todo aquel que quiera ser en verdad, hijo de la luz, penetre respetuosamente al fondo de mi palabra y ahí verá a su Maestro esperándole para enseñarle.
01-001.29 En verdad, en verdad, no serán las doctrinas de los hombres las que hagan la paz en el mundo y salven de su abismo a esta humanidad.
01-001.30 He ahí a las religiones desconociéndose las unas a las otras, diciendo estar enseñando mi Doctrina.
01-001.31 Por eso todos los que en este tiempo estén destinados a ser mis emisarios, mis nuevos discípulos, están siendo desmanchados y purificados, para que puedan ser dignos de llevar esta buena nueva a sus hermanos.
01-001.32 En el Segundo Tiempo fueron doce los discípulos que esparcieron mi Doctrina por el mundo. En el Tercero doce mil de cada tribu serán los que hagan conocer mi enseñanza de verdad y de amor a toda la humanidad.
01-001.33 ¿En dónde están esos ciento cuarenta y cuatro mil? Elías los está reuniendo sin que sea obstáculo que unos se encuentren en espíritu y otros encarnados. Todos estarán unidos espiritualmente en esta Obra divina.
01-001.34 Grandes acontecimientos contemplaréis, muchos de ellos os sorprenderán, mas Yo os daré la luz con mis lecciones, para que nunca os confundáis. Estudiad mi palabra, que ella os inspira amor a vuestro Padre y a vuestros hermanos. No es necesario formar parte de los ciento cuarenta y cuatro mil, para poder servir al Padre o nombrarse discípulos del Maestro. Los que forman parte de ese número, sólo son los que tienen que abrir el camino y ser como guardianes de mi Obra.
01-001.35 Hoy vengo en Espíritu. En el Segundo Tiempo fui visible a los ojos de los hombres, porque me hice hombre.
01-001.36 Muchos al verme se preguntaron ¿Quién es éste que habla en nombre de Dios? Y otros les decían: es el hijo de María y de José el carpintero, es el Galileo. Entonces se burlaban de Jesús.
01-001.37 Mas el hijo del carpintero, hacía que los ciegos de nacimiento contemplaran la luz y en medio de ella, la faz de Jesús, quien les había sanado. Estos, al sentir el milagro de la caricia del Maestro, caían a sus pies gritando a voz en cuello, que lo reconocían como el Salvador prometido.
01-001.38 Asombrados los incrédulos se preguntaban: ¿Cómo era posible que aquel hombre humilde a quien conocían como uno de tantos, hiciera tales maravillas?
01-001.39 Hoy vengo en espíritu y no podrá la humanidad llamarme el hijo del carpintero, mas en verdad os digo, que ni en aquel tiempo hubo justicia para llamarme así. Escrito estaba que una virgen concebiría y en su seno tomaría carne el Verbo. José el patriarca, fue en la senda de la virgen y del niño, sólo un ángel guardián visible a los ojos de los hombres; en cambio María, fue la encarnación del amor maternal divino y Madre de Jesús, que es la parte humana de Cristo.
01-001.40 Con sencillas lecciones os iré haciendo comprender revelaciones que llamáis misterios y que no lo son. Os enseñaré a orar, para que elevéis el pensamiento hacia vuestro Padre en las horas de prueba.
01-001.41 En todos los tiempos se os ha enseñado la oración.
01-001.42 Moisés os hizo orar la última noche que pasasteis en Egipto y a lo largo de vuestro paso por el desierto.
01-001.43 En el Segundo Tiempo, Yo os enseñe la oración del Padre Nuestro, para que inspirados en ella, recurrieseis a vuestro Padre en vuestras necesidades y tuvieseis siempre presente la promesa de la venida de su Reino; para que a Él acudieseis en demanda de perdón, consultando con vuestra conciencia si antes ya habíais perdonado en la misma forma a vuestros deudores.
01-001.44 Ahora os enseño la oración espiritual, la que no brota de los labios, sino de lo más profundo de vuestro espíritu y que con humildad y confianza me dicen "Señor, hágase en nosotros vuestra voluntad".
01-001.45 Os enseñé a curar. Jesús era el bálsamo, él era salud, su palabra sanaba al que la escuchaba, su manto entregaba la salud al que tocaba, su mirada impartía consuelo infinito al que la recibía; Aún su túnica, cuando era tocada por la fe de los que a Él llegaban cargados de amarguras y dolencias, les devolvía la paz, y hasta su sangre, cayendo sobre el rostro del centurión le devolvió a sus ojos la luz perdida.
01-001.46 Esos milagros sólo el amor y la caridad, que es hija de ese amor, los pueden realizar. Con ellos podréis curar.
01-001.47 Sentidme muy cerca de vosotros, pruebas de ello os doy en los instantes difíciles de vuestra vida. He querido que hagáis de vuestro corazón mi morada, para que en ella sintáis mi presencia.
01-001.48 ¿Cómo es que estando yo en vosotros, no sabéis sentirme? Unos me buscan en la naturaleza, otros solo me sienten más allá de todo lo material, más de cierto os digo, que en todo y en todas partes estoy. ¿Por qué habéis de buscarme siempre fuera de vosotros, cuando también en vuestro ser me encuentro?
01-001.49 Diciéndoos quien soy, no habéis oído ni entendido la voz que os habla, y cuando me habéis visto no sabéis a quién habéis contemplado. Esto ha sido prueba de vuestra falta de sensibilidad espiritual.
01-001.50 más vais llegando ante Mí para que os enseñe y no señale sólo vuestras imperfecciones. Venís trayendo en vuestro espíritu vuestro pasado, como un faro de restitución.
01-001.51 Yo aparto entonces vuestra carga y os hago descansar, alejo vuestra tristeza, os ofrezco un manjar encendiendo en vuestro corazón la luz de la esperanza.
01-001.52 Cuántos corazones endurecidos por las pruebas de la vida, se han sentido dominados por la dulzura de mi palabra. Han sentido que se confortan, que sanan, que resucitan. Así es como aquellos que han de seguirme, atribuyen a mi poder y a mi amor cuanto recibieron y sus espíritus ya no pueden apartarse de Mí, porque su corazón está lleno de gratitud y amor y no cambiarían la blancura de su vestidura espiritual por la regia vestidura del más opulento monarca.
01-001.53 Más hay quienes se quedan conmigo y a pesar de recibir mi palabra como torrente de aguas cristalinas, insisten en sus malas inclinaciones. Entre éstos están los que imitan al envidioso Caín, al ver que su ofrenda es menos grata ante el Señor que la del humilde que imita al justo Abel, encienden de ira y de envidia su corazón desenvainando la espada de dos filos que llevan en su lengua para sembrar dolor en sus hermanos. Y después de dejarlos sollozando, o de haberles dado muerte, llegan ante mi santuario, elevan a Mí su pensamiento e hipócritamente me dicen que me aman.
01-001.54 Pero no arrojo de Mí a estos párvulos duros de entendimiento y corazón, les someto a grandes pruebas y les hago sentir profundamente mi palabra. Si se doblegan, han triunfado, si se rebelan, tendrán que errar de nuevo y esperar otro tiempo.
01-001.55 De todo esto os hablo, para que os convirtáis en mis buenos discípulos y lleguéis a poseer la verdadera sabiduría.
01-001.56 Nunca hagáis alarde del saber, porque he ahí que el Arcano del Padre sólo se abre para el que llama a su puerta con humildad.
01-001.57 Si los hombres de ciencia que mueven y transforman vuestro mundo, estuviesen inspirados en el amor y en el bien, ya habrían descubierto cuanto tengo reservado de luz a la ciencia para este tiempo y no esa mínima parte con la que tanto se han envanecido.
01-001.58 Salomón fue llamado sabio, porque sus juicios, consejos y sentencias estaban revestidos de sabiduría, y su fama cruzó las fronteras de su reino llegando a otros países.
01-001.59 Mas ese varón siendo rey, se postraba humilde ante su Señor pidiendo sabiduría, poder y protección, reconociendo que sólo era mi siervo y ante Mí depositaba su cetro y su corona. Si así hiciesen todos los sabios, todos los científicos ¡cuán grande sería su sabiduría, cuántas enseñanzas aún desconocidas, les revelará mi Arcano!
01-001.60 Vosotros, humildes en lo material, habéis recibido muchas lecciones que no os han revelado los sabios, ni los científicos.
01-001.61 El misterio de la resurrección de la carne, lo ha esclarecido la revelación de la reencarnación del espíritu. Hoy sabéis que la finalidad de esta ley de amor y de justicia, es la de que el espíritu se perfeccione, de que no se pierda jamás, porque siempre encontrará una puerta abierta como oportunidad que le da el Padre para su salvación.
01-001.62 Mi juicio en cada espíritu, por medio de esta ley, es perfecto e inexorable.
01-001.63 Sólo Yo sé juzgaros, porque cada destino es incomprensible para los hombres. Así, nadie es descubierto ni delatado ante los demás.
01-001.64 Y después de perderse en los pecados, de tantas luchas y vicisitudes y de tanto caminar, llegarán los espíritus ante Mí llenos de sabiduría por la experiencia, purificados por el dolor, elevados por los méritos, fatigados por su largo peregrinaje, pero sencillos y gozosos como niños.
01-001.65 Pueblo, mirad el tiempo que tenéis delante y escuchad mi palabra, porque ella es el camino. Comprended y cumplid vuestra misión y llevad con paciencia vuestras penas, que no hay un sendero que se encuentre limpio de abrojos para alcanzar la cumbre de la perfección.
01-001.66 La luz de mi palabra unirá a los hombres en este Tercer Tiempo. Mi verdad brillará en todo entendimiento haciendo desaparecer diferencias de credos y de cultos.
01-001.67 Hoy, mientras unos me aman en Jehová y desconocen a Cristo, otros me aman en Cristo, ignorando a Jehová; mientras unos reconocen mi existencia como espíritu Santo, otros por mi Trinidad, discuten y se dividen.
01-001.68 Ahora bien, Yo pregunto a esta humanidad y a quienes la conducen espiritualmente: ¿Por qué distanciaros los unos de los otros, cuando todos estáis reconociendo al Dios verdadero? Si me amáis en Jehová, estáis en la verdad. Si me amáis a través de Cristo, Él es el camino, la verdad y la vida. Si me amáis como Espíritu Santo, os acercáis a la Luz. Un solo Dios tenéis, un solo Padre. No son tres personas divinas las que existen en Dios. Si no un solo Espíritu Divino, el cual se ha manifestado en tres fases distintas a la humanidad y ésta en su pequeñez, al penetrar en lo profundo, creyó mirar tres personas donde sólo existe un solo Espíritu. Por lo tanto, cuando escuchéis el nombre de Jehová, pensad en Dios como Padre y como Juez. Cuando penséis en Cristo, mirad en Él a Dios como Maestro, como Amor y cuando tratéis de comprender de dónde procede el Espíritu Santo, sabed que no es otro que Dios manifestando su infinita sabiduría a los discípulos que más han adelantado.
01-001.69 Si la humanidad de los primeros tiempos, la hubiese encontrado evolucionada espiritualmente, como ésta de ahora, Yo me habría manifestado delante de ella como Padre, como Maestro y como Espíritu Santo, entonces los hombres no habrían visto tres dioses donde sólo existe uno. Pero no se encontraban capacitados para interpretar mis lecciones y se hubiesen confundido y apartado de mi senda, para seguir creando dioses accesibles y pequeños, según su imaginación.
01-001.70 Cuando los hombres entiendan y acepten esta verdad, les pesará haber vivido desconociéndose por causa de un error que con un poco de amor hubiesen evitado.
01-001.71 Conoced la Ley, amad el bien, practicad el amor y la caridad, conceded a vuestro espíritu la santa libertad de elevarse hacia su morada y me estaréis amando. ¿Queréis un modelo perfecto de cuanto deberéis hacer y de lo que debéis ser para llegar a Mí? Imitad a Cristo, amadme en Él, buscadme a través de Él, venid a Mí por su divina huella, más no me améis en su forma corpórea o en su imagen, ni cambiéis por ritos o formas la práctica de sus enseñanzas, porque os eternizaréis en vuestras diferencias, en vuestra enemistad y en vuestro fanatismo.
01-001.72 Amadme en Cristo, pero en su espíritu, en su doctrina y estaréis cumpliendo con la Ley eterna, porque en Cristo está resumida la justicia, el amor y la sabiduría con que he manifestado a la humanidad la existencia y la omnipotencia de mi Espíritu.
01-001.73 Si Cristo es el Amor ¿Podéis creer que Él sea independiente de Jehová, si Yo soy el Amor?
01-001.74 Si el Espíritu Santo es la Sabiduría, ¿Creéis que ese Espíritu sea independiente a Cristo si Yo soy la sabiduría? ¿Pensáis que el Verbo y el Espíritu Santo sean distintos entre sí?
01-001.75 Basta conocer algo de la palabra que Jesús enseñó a la humanidad, para que comprendáis que un solo Dios ha existido y será uno solo por siempre. Por eso os dije a través de Él: "Quien conoce al Hijo conoce al Padre, porque Él está en Mi y Yo estoy en Él". Luego, anunciando que en otro tiempo volvería entre los hombres, no sólo dijo: "Volveré", sino que prometió enviar al Espíritu Santo, al Espíritu de Consolación, al Espíritu de Verdad.
01-001.76 ¿Por qué había de venir Cristo separadamente del Espíritu Santo? ¿Por ventura El no podría traer en su Espíritu la verdad, la luz y la consolación?
01-001.77 ¡Cuán poco han penetrado los hombres en mi verdad! Y en ese poco que han penetrado, ¡Cuánto se han confundido! Creen haber llegado al fondo de la verdad, pero mientras vivan empleando la verdad para mentir, para matar, para destruir la paz y para desconocerse los unos a los otros, que es lo contrario de lo que mi palabra enseña; no podrán decir los hombres que andan por el camino de la verdad.
01-001.78 A todos os envío mi mensaje en este tiempo, mensaje prometido a la humanidad por labios de Jesús cuando estuvo entre los hombres.
01-001.79 Sé que al principio será menospreciada esta enseñanza por haber sido entregada a través de criaturas humildes y pecadoras como los son mis portavoces, mas la verdad que esta revelación contiene se impondrá y la enseñanza será escuchada, porque en su esencia está presente el Espíritu Santo, el Consolador y la Verdad prometida.
¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS!
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