Su ciclo de vidas terrestre llega a una conclusión cuando su conciencia es capaz de sostener todas las experiencias de la dualidad en sus manos, mientras permanecen centrados y completamente presentes. En cuanto ustedes se identifiquen con un aspecto de la dualidad más que con otro (con luz como opuesto a la oscuridad, con rico como opuesto a pobre, etc., etc.), su conciencia está en un columpio. El karma no es nada más que el natural armonizador del columpio en el que se encuentra su conciencia. Ustedes liberan sus ataduras al ciclo kármico cuando su conciencia encuentra su punto de anclaje en el centro inmóvil del columpio.
Este centro es el punto de salida del ciclo kármico. Los tonos de sentimientos predominantes en este centro son tranquilidad, compasión y total alegría. Los filósofos griegos tuvieron premoniciones de este estado al cual llamaron ataraxia:imperturbabilidad.
Juicio y miedo son las energías que más los sacan de este centro.
A medida que liberen éstas energías más y más, se volverán más serenos y abiertos por dentro. Ustedes realmente entran a otro mundo, a otro plano de conciencia.
Esto se manifestará en su mundo externo. Frecuentemente será un tiempo de cambio y de decirle adiós a aspectos de su vida que ya no los reflejan más a USTEDES. Grandes cataclismos pueden ocurrir en las áreas de relaciones y trabajo. Muy probablemente, toda su forma de vida se vuelva patas para arriba. Esto sólo es natural, desde nuestra perspectiva, ya que los cambios internos siempre son precursores de cambios en su mundo exterior. Su conciencia crea la realidad material en la cual ustedes habitan. Siempre es de este modo.
La liberación del amarre a la dualidad lleva tiempo. El desenmarañar todas las capas de oscuridad (inconsciencia) es un proceso gradual. Sin embargo, una vez que ustedes emprenden este camino, el camino hacia el Sí Mismo interior, se distancian lentamente del juego de la dualidad. Cuando prueben el verdadero significado de ‘ataraxia’, habrán llegado al punto decisivo. Cuando hayan sentido el silencio, plenos de alegría por simplemente estar con ustedes mismos, sabrán que esto es lo que han estado buscando por tanto tiempo. Ustedes irán hacia dentro, una y otra vez, para experimentar esta paz interior.
Ustedes no huirán de los placeres mundanos. Pero habrán hallado un ancla de divinidad dentro de ustedes mismos, y experimentarán el mundo y todas sus bellezas desde este estado de dicha.
La dicha nunca se haya en estar con cosas materiales. Ésta reside en el modo en que ustedes las experimentan.
Cuando hay paz y alegría en su corazón, las cosas y personas que encuentren les darán paz y alegría.
En estos días y época, un cierto número de almas están preparándose para bajarse del ciclo kármico. Hablaremos profundamente acerca de éste grupo en las próximas sesiones. (Trabajadores de la Luz I, II, III).
Sin embargo, no es solamente un grupo de almas humanas las que ahora alcanzan el final de un ciclo personal transformativo. La tierra completa en la que ustedes viven está llevando a cabo una profunda y completa transformación. También está llegando a su fin un ciclo planetario.
Esta era es tan especial debido a la coincidencia de estos dos ciclos.
Ahora hablaremos acerca del ciclo planetario.
Continuará en La Nueva Tierra (II)
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