Cada sociedad fabrica a sus propios dioses en función de su estado vivencial. Dios es por tanto sobre todo un fenómeno sociológico.
Hecha ésta introducción, donde ya he aniquilado tu ego, donde te he dejado sin libertad, ¿Qué puedo hacer? Permíteme seguir divagando con mi errático pensamiento o quizás con la conciencia del todo, y quizás al final nos pongamos de acuerdo.
Hecha ésta introducción, donde ya he aniquilado tu ego, donde te he dejado sin libertad, ¿Qué puedo hacer? Permíteme seguir divagando con mi errático pensamiento o quizás con la conciencia del todo, y quizás al final nos pongamos de acuerdo.
Si mi clan está sometido ante el tirano, mi clan fabrica ineludiblemente un Dios Vengador, un Dios liberador
Si mi clan goza de un excelente nivel de vida, tendremos la necesidad de un Dios Permisivo y Consumista.
Si mi clan domina a los otros clanes, mi Dios será un Dios Militar Paternalista u Dominante
Si mi clan no tiene nivel científico, tendremos inevitablemente un Dios Supersticioso, Magico y Dogmatico.
Si mi clan tiene un excelente nivel científico, seguro que tengo un Dios Extraterrestre Con Todos Los Poderes O Simplemente No Necesitaré Ningun Diós.
Si tenemos hambre o nos gusta el vino, enseguida llamamos al Dios Baco.
Si soy comerciante, invocaré al Santo que protege a los comerciantes. Si no tengo novio, buscaré la intercesión de San Antonio, que provee de novios o de San Valentín, que viene siendo el santo de los enamorados. Todos fabricamos nuestros dioses, nuestros santos y nuestros intercesores en función de nuestras necesidades. Ahora como hemos subido al espacio, están tomando forma los dioses extraterrestres.
-¡Amigos míos; o enterramos a los dioses o los dioses nos entierran a nosotros! No podemos meternos en una “guerra Santa” con un dios que pone bombas en los trenes, ni adorar a un muro u organizar unas cruzadas por rescatar cuatro piedras.
-¡Amigos míos; o enterramos a los dioses o los dioses nos entierran a nosotros! No podemos meternos en una “guerra Santa” con un dios que pone bombas en los trenes, ni adorar a un muro u organizar unas cruzadas por rescatar cuatro piedras.
Dios es sobre todo la Ley, es virtud, es justicia, paz y amor supremo. Dios es el último niño nacido en la Tierra, al que tengo que educar, amar y dar de comer, puesto que en él esta el pasado y la continuidad.
Si conocemos la Ley, si practicamos la virtud, tened la seguridad que descubriremos a Dios en nuestro prójimo y en nosotros mismos.
Si conocemos la Ley, si practicamos la virtud, tened la seguridad que descubriremos a Dios en nuestro prójimo y en nosotros mismos.
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