martes, 9 de noviembre de 2010

SE NECESITA BUEN TIEMPO PARA QUE LOS TRANSBORDADORES ESPACIALES PUEDAN DESPEGAR

El lanzamiento de un transbordador es una hazaña conjunta de ciencia e ingeniería, pero a pesar de toda la tecnología, la NASA depende aun del humor de la Madre Naturaleza para conseguir el ansiado despegue.
La NASA tiene un conjunto de directrices climatologías para el lanzamiento bien definidas, que ayudan a los equipos que gestionan el lanzamiento el decidir cuando es potencialmente peligroso llevar a cabo un despegue. Las previsiones detalladas del tiempo son suministradas por la división del ejército norteamericano U.S. Air Force Range Weather Operations Facility en Cabo Cañaveral durante los días previos al despegue programado en el Centro Espacial Kennedy en Florida.
El Disovery en la plataforma de lanzamiento esperando que la tormenta pase.
Aproximadamente nueve horas antes de un lanzamiento, los técnicos del transbordador comienzan un proceso de tres horas de duración para el llenado del tanque exterior de combustible criogénico. Aunque el buen tiempo es ideal para el repostaje del combustible, el proceso se podría realizar de manera segura con tiempo nublado o lluvioso. También un retraso relacionado con el clima durante el repostaje puede postergar el lanzamiento, pero los funcionarios de la NASA tienen unas horas de colchón en el que el retraso del llenado del tanque puede reanudarse y completarse a tiempo para un intento de lanzamiento posterior en el día programado para ello.
Sin embargo, el repostaje se detendrá si hay fuertes vientos o relámpagos por la zona.
“La lluvia no daña el sistema, pero las tormentas eléctricas lo ponen en peligro”, dijo el portavoz de la NASA Allard Beutel. “Los relámpagos son la principal preocupación, ya que la mayoría de retrasos se producen por tormentas eléctricas por la zona”.
Y ese es el último problema con las nubes gruesas. El tanque de combustible de los transbordadores espaciales podría tener carga eléctrica que pudiera atraer los rayos mientras que el transbordador atraviesa las nubes. Un impacto directo en el tanque de combustible podría resultar catastrófico, además, un rayo que pase cerca sin tocar el transbordador podría dañar la electrónica que los astronautas necesitan para pilotar la nave, mantener el soporte vital y estar en contacto con la Tierra. Esto también es aplicable a los vuelos comerciales, pero el riego es mayor para el transbordador porque vuela a mucha más altura en la atmosfera, donde se encuentran los tipos más peligrosos de nubes.
Por esta razón, las decisiones sobre el lanzamiento de un transbordador son mucho más delicadas dependiendo del clima y las previsiones meteorológicas proporcionadas a la agencia espacial son tomadas como una precaución de seguridad añadida. El transbordador no se lanzara mientras haya precipitaciones, nubes bajas o vientos fuertes para la hora programada o durante el tiempo de vuelo. Un rayo en la plataforma de lanzamiento, o la previsión de tormentas eléctricas en un radio de 10 millas náuticas desde el punto del despegue, también son motivos suficientes para cancelar el vuelo.
Un clima despejado también es crítico en caso de emergencia si el transbordador tiene que regresar al punto de lanzamiento poco después del despegue. Del mismo modo, una decisión para continuar con el lanzamiento debe tener en cuenta las condiciones climáticas de otros lugares previstos para un posible aterrizaje de emergencia en EE.UU o ultramar.
“La mayor parte de todo esto tiene que ver con un posible aterrizaje de emergencia, para el caso poco probable de que haya que regresar”, dijo Beutel. “Tenemos que tenerlo en cuenta como una opción para el aterrizaje de emergencia. Y eso cambia las cosas porque no solo te estás preocupando por la hora del lanzamiento, si no también por los 20 minutos posteriores cuando, en teoría, se podría necesitar volver a la zona de lanzamiento”.
Y porque las previsiones meteorológicas nunca son 100% precisas, los funcionarios de la NASA también emplean la “regla del sentido común”, que dice: “Aun cuando los restricciones del lanzamiento no se violan, si hay cualquier otra condición peligrosa, el meteorólogo encargado del lanzamiento avisara de la amenaza al director de la misión. El director podrá posponer la misión en cualquier momento por cualquier inestabilidad meteorológica”.

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